Cristina Fernández asume las riendas del peronismo en Argentina para plantarle cara a Milei
BUENOS AIRES (AP) — Cristina Fernández de Kirchner, la figura política más influyente de las últimas dos décadas en Argentina, asumió el miércoles las riendas del peronismo opositor, que confía en reordenar para hacer frente al gobierno del ultraderechista Javier Milei.
Fernández de Kirchner, de 71 años y contra quien pesa una condena por administración fraudulenta, presidirá a partir de ahora al peronista Partido Justicialista, un puesto al que llega un día después del primer aniversario del gobierno Milei, contra quien vertió duras críticas.
“No nos merecemos esto a los argentinos. Tenemos que trabajar para merecer algo mejor”, espetó la expresidenta y exvicepresidenta en un discurso durante el acto de asunción del cargo.
Fernández de Kirchner brindó ácidas críticas al actual mandatario y su política económica, así como a los anuncios realizados por el jefe de Estado en la cadena nacional que se emitió la víspera con motivo de su primer año de gobierno.
“Fue un discurso desconectado de la realidad, repetitivo, con desconocimiento de cosas. Habló de proyectos que ya estaban en la Legislatura”, dijo.
La exmandataria restó importancia a la consistente bajada en la inflación —que en noviembre alcanzó un 2,4% mensual, su menor nivel desde julio de 2020— y afirmó que “lo que está viviendo la Argentina es más viejo que el sol”.
“Es un modelo de valorización financiera, es la tercera experiencia, la cuarta, diría”, indicó. “Es la guita que se invierta en timba”.
Agregó que las caídas en el indicador obedecen al “desacomodamiento que produce tener pisado el tipo de cambio”, ya que, a su juicio, Milei ”no deja de pisar el dólar”. "(Él) sabe que en cuanto se mueve el tipo de cambio, impacta en la inflación”.
Principal referente del kirchnerismo, la corriente de centroizquierda del peronismo, Fernández de Kirchner asume las riendas de esa fuerza política después de que la justicia despejara el camino tras invalidar la postulación encabezada por su rival Ricardo Quintela, actual gobernador de la Provincia de La Rioja.
Sin embargo, su dirigencia llega en un momento de fricciones internas en el peronismo, mientras que en el escenario externo pesa en su contra una condena a seis años de cárcel por fraude al Estado e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Además enfrenta otras causas judiciales.
Mientras la Corte Suprema no dictamine la última palabra sobre las causas abiertas en su contra, la líder política podrá postularse a cargos públicos sin restricciones.
A fin de suavizar los conflictos internos, Fernández de Kirchner adelantó que en marzo presentará un proyecto para reagrupar al peronismo, que se vio fragmentado en los últimos años y al borde de la fractura tras la derrota en las elecciones generales de 2023 que consagraron presidente a Milei. Así como hizo cuando se presentó para presidir la oposición, el pasado octubre, insistió en la unidad como fórmula para hacer frente a la situación “compleja” que se afronta Argentina.
“Es importante que nos comprometamos todos y todas a generar un espacio de discusión y de trabajo, fundamentalmente, para poder debatir esta Argentina que va a ser muy compleja y que va a ser difícil también”, expresó.
Finalmente, la exmandataria volvió a desmarcarse del senador peronista Edgardo Kueider, detenido la semana pasada por contrabando en Paraguay al intentar ingresar a ese país con 200.000 dólares no declarados. “No hay antecedentes en nuestra historia de un legislador preso en Paraguay, detenido en comisión in fraganti de un delito”, indicó.
Kueider ingresó al Congreso en 2019 como senador por la provincia argentina de Entre Ríos por el peronista Frente de Todos, pero en 2023 rompió con el kirchnerismo y acompañó algunas iniciativas del actual oficialismo, entre ellas un paquete de reformas económicas impulsado por Milei a principios de año, considerado la piedra fundacional de su programa de gobierno.