Crece tensión entre Argentina y Venezuela tras dichos de Maduro sobre “planes” para matar a su vice

BUENOS AIRES (AP) — La escalada verbal entre Argentina y Venezuela se profundizó el martes luego de que el presidente Nicolás Maduro acusó al gobierno de Javier Milei de estar involucrado en “planes violentos” contra su país y sostener que un policía argentino habría intentado asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

La ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, reaccionó con fuertes críticas a la acusación del mandatario venezolano. “Escuchame bien Maduro: tus mentiras no te van a salvar”, dijo la funcionaria en su cuenta de X, antes Twitter.

Bullrich afirmó además que acusar sin pruebas a Nahuel Gallo, miembro de la Gendarmería (policía de fronteras) que fue detenido en suelo venezolano hace casi un mes, forma parte de un “complot ridículo” y muestra “la desesperación de un régimen asesino, que está llegando a su fin”.

La tensión entre Argentina y Venezuela se disparó luego de la detención de Gallo tras cruzar la frontera con Colombia. El hecho generó una denuncia de Argentina ante la Corte Penal Internacional por su “detención arbitraria y desaparición forzada”, así como una intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que el gobierno venezolano informe dónde se encuentra, garantice su protección y le permita comunicarse con su familia y abogados.

Maduro respondió en las últimas horas aludiendo al gendarme en una reunión con funcionarios que “algunos chillaron, como los argentinos. No lo había dicho, pero ahora lo puedo decir: a esa gente la estábamos esperando. Gracias a Dios tenemos una inteligencia buena. Ellos venían desde el sur de América con planes específicos de intentar atentar contra la vicepresidenta”.

Tras lo cual, afirmó que “el gobierno argentino está involucrado en los planes violentos de atentar contra a paz de Venezuela”.

Las rispideces entre Milei —un ultraderechista que lleva poco más de un año en el poder— y el presidente izquierdista venezolano no han hecho más que agudizarse luego de que Argentina mostró su respaldo al opositor Edmundo González como legítimo ganador de las elecciones del 28 de julio, cuya victoria se ha adjudicado Maduro, quien piensa asumir su tercer mandato consecutivo el viernes.

Estados Unidos y otros países occidentales apoyan a González y han acusado de fraude a Maduro. El opositor, contra quien pesa una orden de detención, prometió volver a Venezuela para asumir el poder.

El incidente con Gallo empeoró la situación entre ambos países. El gobierno venezolano no ha informado dónde está detenido y sólo ha indicado que se encuentra en Caracas. La semana pasada difundió un vídeo en el que se veía a gendarme, vestido con una camiseta y un pantalón de color azul claro y zapatillas deportivas, caminando solo y junto a otros dos hombres que llevaban las mismas prendas en lo que sería su lugar de confinamiento.

Argentina sostiene que Gallo pretendía visitar a su esposa venezolana y pequeño hijo con los trámites en regla y un pasaje de ida y vuelta.

El fiscal general venezolano Tarek William Saab ha dicho que el policía intentó “ingresar irregularmente” al territorio venezolano, que está relacionado con “grupos de la ultraderecha internacional” y será procesado por ejecutar acciones “desestabilizadoras y terroristas”.