Militares buscan restablecer orden en ciudad boliviana tras muerte de cuatro policías en protestas
Una mujer observa a la policía militar de Bolivia patrullando luego de que fueran despejadas las rutas bloqueadas por simpatizantes del expresidente Evo Morales que reclaman que pueda ser candidato presidencial en las elecciones, en Llallagua, Bolivia, el viernes 13 de junio de 2025. (AP Foto/Juan Karita).
Llallagua, Bolivia (AP) —
Los soldados patrullaban el viernes las calles de Llallagua y retiraban las últimas piedras con las que manifestantes bloquearon una ruta que une esa pequeña ciudad con otras en el sur, en un intento de preservar el orden luego de las violentas protestas protagonizadas por seguidores del expresidente Evo Morales en contra de su inhabilitación como candidato presidencial.
En la plaza del pueblo miles de habitantes de la ciudad minera se reunían para definir cómo reforzar las patrullas vecinales, mientras que una banda militar tocaba el himno de Bolivia y arrancaba lágrimas de emoción a los que se congregaron con banderas blancas.
Mujeres repartían café caliente a los soldados en la fría mañana invernal del altiplano.
Comercios de la ciudad fueron saqueados en los últimos días por manifestantes afines a Morales (2006-2019) que exigen la inscripción de su líder como candidato presidencial para los comicios de agosto, luego de que quedara inhabilitado por un fallo del Tribunal Constitucional, que declaró que ningún candidato puede postularse a un tercer mandato.
“Estos días hemos vivido bajo amenazas; se agotó todo en los mercados, nos cortaron el agua. La violencia de los manifestantes ha despertado indignación en la gente. Estamos agradecidos con la presencia de los militares”, dijo a The Associated Press la ama de casa Sonia Peláez.
Todavía algunas calles están atravesadas con alambre de púas y barricadas que han colocado vecinos como protección. La víspera, el convoy militar fue recibido con vítores.
Los manifestantes que causaron desmanes también exigen la renuncia del presidente Luis Arce —exaliado de Morales —, a quien culpan por la crisis económica que ha disparado los precios de alimentos y acentuado la escasez de combustibles.
Cuatro policías fallecieron el miércoles durante las protestas y varios resultaron heridos. Tres de ellos murieron cuando fuerzas del orden intentaron restablecer el tránsito en la ruta cercana a la localidad minera. En tanto, un cuarto policía murió en el centro del país atacado por manifestantes y un civil falleció por la explosión de dinamita, según la policía.
Las muertes conmocionaron a este país, que se encuentra en plena campaña electoral en medio de una creciente tensión política y social y la peor crisis económica en 40 años, según los expertos.
En otros puntos de Bolivia, los manifestantes que por 11 días cortaron las rutas se iban retirando y había un fuerte patrullaje policial.
La Paz volvió a vincularse con el resto de las ciudades y camiones con alimentos llegaban a los mercados.
Sin embargo, desconocidos atacaron las oficinas del partido de Morales en esa localidad, denunció la policía.
Todavía quedan algunas rutas tomadas, la mayoría en la región cocalera del Chapare, en el centro de Bolivia, desde donde Morales arenga a sus bases. El expresidente vive atrincherado y protegido por leales cocaleros para evitar su arresto por el presunto abuso de una menor cuando era mandatario.
Tras las violentas protestas Morales dijo en la red social X —antes Twitter— que “ante la intransigencia del gobierno pedimos que una instancia internacional medie en un diálogo”.
En los últimos días se ha sumado otra demanda contra el expresidente por terrorismo e “instigación pública a delinquir”, dijo el ministro de Justicia, César Siles.
“No descartamos (declarar) un estado de excepción, esperamos que no sea necesario”, afirmó Siles.
El comandante de la policía Augusto Russo señaló por su lado que la fuerza está “desplegando efectivos para reestablecer el tráfico” en la red primaria. Televisoras locales mostraron vehículos circulando en carreteras donde miles de camiones de transporte y autobuses habían quedado atrapados por 11 días de bloqueos.
Los mercados de La Paz se encuentran mejor abastecidos de verduras y fruta, pero siguen las filas para la obtención de carne y otros productos escasos.
El alza de precios en los alimentos está generando protestas de gremios que piden solución a la crisis y la renuncia de Arce.
“Si la renuncia resolviera los problemas ya hubiéramos renunciado”, dijo el mandatario.
Arce decidió no presentarse a la reelección tras una caída de su popularidad. La pelea que mantiene con Morales ha hundido en una feroz lucha al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) poniendo en riesgo casi 20 años en el poder y por primera vez se enfrenta a la posibilidad de una derrota en las urnas por las opciones de centro y de derecha.