Ascienden a siete los militares muertos en Colombia tras emboscada de disidencias FARC

BOGOTÁ (AP) — El número de militares fallecidos en una emboscada de las disidencias de una extinta guerrilla en Colombia ascendió a siete, tras la confirmación el lunes del hallazgo del cuerpo sin vida de un soldado que había sido reportado el domingo como desaparecido.

La muerte fue confirmada por las Fuerzas Militares a través de un comunicado que indicó que el soldado Jean Carlos Bolaño Romo fue “vilmente asesinado” por integrantes de una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que no se acogió al acuerdo de paz firmado en 2016 con el Estado.

Según el ejército, un pelotón fue emboscado el domingo por integrantes de la disidencia al mando de Alexander Díaz Mendoza, alias “Calarcá”, en el departamento del Guaviare, en el sureste del país, cuando brindaban seguridad a un antiguo espacio de reincorporación que usaron los firmantes de paz de las FARC para su tránsito a la vida civil.

El domingo habían sido reportados seis militares muertos y otros cinco soldados que fueron retenidos por unas horas y liberados el mismo día. El cuerpo del soldado que había desaparecido fue hallado en zona rural del municipio de San José del Guaviare, indicó el reporte.

“Su sacrificio, al igual que el de sus seis compañeros, no quedará impune”, advirtieron las Fuerzas Militares. “Este acto atroz, que constituye una traición a la paz y a los principios humanitarios, será denunciado ante las instancias judiciales nacionales e internacionales competentes”.

El gobierno de Gustavo Petro, primer izquierdista en la Presidencia del país, mantiene una mesa de negociación de paz con varias disidencias, entre ellas la comandada por alias “Calarcá”, por lo cual la emboscada ha generado tensión interna y cuestionamientos sobre su viabilidad.

La víspera, Petro señaló en la red social X, antes Twitter, que una “comisión independiente debe examinar de inmediato las circunstancias del ataque”.

Recientemente, el gobierno decidió no renovar un cese al fuego con las disidencias que funcionaba desde el año pasado en el marco de la negociación de paz.

Sin embargo, ordenó la suspensión de las operaciones militares ofensivas contra las estructuras ilegales durante un mes para que los integrantes de la estructura ilegal iniciaran la ubicación a zonas especiales en las que se concentraran para negociar.

El lunes el presidente y su cúpula militar adelantaban un consejo de seguridad para discutir las acciones a seguir con la disidencia tras la emboscada a los militares.