Colombia denuncia el secuestro de 29 uniformados; hay 2 muertos y varios heridos por explosiones

BOGOTÁ (AP) — Las fuerzas armadas colombianas intentaban el viernes controlar varios focos de violencia en convulsos poblados que se disputan grupos armados ilegales. El gobierno denunció el secuestro de 29 miembros de la fuerza pública en el departamento del Cauca, en el suroeste del país, y ataques con explosivos en el Catatumbo y Huila, en los que murieron dos militares y otros siete resultaron heridos.

Los uniformados secuestrados fueron atacados el jueves en la región de El Plateado, donde fueron incendiados dos vehículos.

“Intentaron quemar vivos a nuestros policías y militares”, denunció el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, al divulgar un video del vehículo en llamas en su cuenta en la red social X.

De acuerdo con el ministro, tras ser atacados los uniformados fueron retenidos en el lugar, por lo que denunció los delitos de “tentativa de homicidio y posterior secuestro”, y advirtió que los perpetradores pueden ser senteciados a hasta 20 años de prisión.

La retención la habría hecho el grupo armado Carlos Patiño, una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogió al acuerdo de paz firmado en 2016 entre esa guerrilla y el Estado.

La disidencia habría “instrumentalizado” a los pobladores de El Plateado, vistiéndose de civil para “infiltrarse y atentar contra la integridad de nuestros uniformados”, agregó el Ministerio de Defensa en un comunicado.

Por su parte, el presidente Gustavo Petro advirtió en X que, de extenderse la retención de los uniformados —policías en su mayor parte—, declararía el “estado de conmoción interior” para El Plateado, lo cual le da facultades extraordinarias para expedir decretos con fuerza de ley sin revisión previa del Congreso, con lo que puede “financiar la ofensiva militar y social definitiva”. En enero ya había declarado el mismo “estado de conmoción interior” para la región del Catatumbo.

El gobierno no detalló las condiciones en las que se encuentran los uniformados secuestrados. En eventos similares ocurridos en el pasado, los militares suelen ser rodeados por la comunidad, que los mantiene confinados sin causarles lesiones ni trasladarlos a zonas selváticas.

En paralelo, el ejército indicó que en el departamento de Huila, en el suroeste del país, murió un militar y otro resultó herido cuando fueron atacados con artefactos explosivos por integrantes de un grupo armado ilegal, cuyo nombre no fue especificado.

Por otro lado, en el Catatumbo, fronterizo con Venezuela, murió un militar y cinco resultaron heridos tras un ataque con artefactos explosivos que habría lanzando desde un dron la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el municipio de Tibú. Otro militar fue herido por un francotirador en el vecino municipio de Convención.

Desde enero el ELN se disputa el control del Catatumbo con una facción de las disidencias de las FARC, lo que ha dejado más de 70 muertos —algunos menores de edad— y desplazado a más de 55.000 personas, según el Ministerio de Defensa.

Tanto en El Plateado como en el Catatumbo las fuerzas militares han intentado retomar el control con operaciones ofensivas.

Petro indicó en X que el frente Carlos Patiño utiliza en El Plateado a la población porque “su debilidad militar no le permite enfrentarse con el ejército”.

El ministro de Defensa indicó que la comunidad de El Plateado está siendo engañada por los disidentes, que les aseguran que la fuerza pública pretende erradicar por la fuerza los cultivos de hoja de coca, de los que depende gran parte de su economía.

Petro explicó que el gobierno ofrece un programa de erradicación voluntaria a cambio de un pago y la sustitución de éstos por proyectos lícitos.

La disidencia de las FARC aceptó abrir una mesa de diálogo con el gobierno en el marco de su política de paz, pero luego de meses de tensión, en 2024 el gobierno dio por terminado el cese del fuego bilateral con la mayor parte de la disidencia y retomó los operativos militares.