Disputa del ELN y disidencia FARC desata violencia en noreste de Colombia con varios muertos

BOGOTÁ (AP) — La convulsa región del Catatumbo colombiano, en la frontera con Venezuela, padece una nueva ola de violencia desatada por la disputa armada entre la guerrilla Ejército de Liberación Nacional y una disidencia de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, pese a que ambas partes mantienen mesas de negociación de paz con el Estado.

“Han ensangrentado el Catatumbo”, lamentó el jueves el presidente colombiano, Gustavo Petro, desde su cuenta de X, antes Twitter, ante una denuncia elevada por la comunidad a los armados que pedía el cese de los enfrentamientos en la región fronteriza noreste.

Las autoridades no han informado sobre el número de muertos ni su procedencia. El gobernador de Norte de Santander, donde se ubica el Catatumbo, William Villamizar, aseguró a la prensa que tienen “informaciones sesgadas de heridos” y posibles muertes.

Sin embargo, Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general de la ONU en Colombia, condenó el jueves el asesinato en el Catatumbo de cinco firmantes del acuerdo de paz logrado en 2016 con las FARC.

“Urge proteger a población civil y comunidades. Llamo a los grupos armados a cesar acciones violentas. La verdadera voluntad de diálogo pasa por respetar la vida de quienes optaron por la paz”, señaló Ruiz Massieu desde X.

La Misión de la ONU en Colombia verifica el cumplimiento del acuerdo firmado hace ocho años con las FARC y también la negociación de paz actual con el ELN.

Rodrigo Londoño, quien fuera el último comandante de las FARC y actual líder del partido político de los exguerrilleros, denunció que los cinco firmantes fueron asesinados “en las últimas horas”, sin especificar las circunstancias. “Exijo garantías. Es un genocidio en curso”, reclamó desde X.

El Catatumbo ha sido un territorio donde históricamente ha tenido presencia el ELN. Actualmente, también se ha registrado la expansión de disidencias de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz con el gobierno en 2016.

La estatal Defensoría del Pueblo expresó su profunda preocupación ante el inicio de confrontaciones armadas entre el ELN y la disidencia e indicó que desde la mañana del jueves se reportan actos de violencia que han dejado víctimas mortales, sin detallar el número. La entidad encargada de velar por los derechos humanos prevé que las confrontaciones deriven en un desplazamiento masivo de comunidades en la zona.

La delegación gubernamental en la mesa de diálogo con el Estado Mayor de los Bloques Jorge Suárez Briceño, Gentil Duarte y el frente Raúl Reyes —los cuales están sentados a la mesa de paz luego de una ruptura interna con otros frentes— rechazó en un comunicado las “acciones violentas y coordinadas del ELN contra la población civil”, los firmantes de paz y delegados de la disidencia.

Además, la delegación aseguró que la disidencia ha hecho un llamado a que cesen los ataques “por parte del ELN”. La guerrilla no se ha pronunciado públicamente sobre los enfrentamientos.

Las autoridades también investigan la muerte violenta de una familia integrada por la madre, el padre y un bebé de nueve meses cuando se movilizaban en un vehículo por la región del Catatumbo el miércoles.

La familia habría sido atacada con armas de fuego por sujetos sin identificar que los habrían interceptado, según detalló el presidente Petro.

Los enfrentamientos, la muerte de la familia y los firmantes de paz mantienen al Catatumbo en medio de la zozobra y el temor, como lo relató en un comunicado el jueves la Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz: “Es el miedo profundo el que obliga a las familias a resguardarse tras sus puertas, mientras los cadáveres permanecen en el monte... Les pedimos, con el amor y la desesperación de madres, que pongan fin a esta guerra absurda”.