Presidente surcoreano Lee promete buscar diálogo con el Norte y reforzar lazos con EEUU y Japón
El recién elegido presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, presta juramento durante su ceremonia de investidura en la Asamblea Nacional en Seúl, el miércoles 4 de junio de 2025. (Anthony Wallace/Pool Photo vía AP)
SEÚL, Corea del Sur (AP) — El nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, se comprometió el miércoles a reiniciar las conversaciones con Corea del Norte y fortalecer la asociación trilateral con Estados Unidos y Japón en la presentación de los objetivos clave de su mandato único de cinco años.
Lee, quien creció en medio de la pobreza y se convirtió en el principal político liberal de Corea del Sur con la promesa de luchar contra la desigualdad y la corrupción, tomó posesión de su cargo el miércoles por la mañana, apenas unas horas después de ganar una elección anticipada provocada por la destitución en abril del entonces presidente Yoon Suk Yeol debido a su desafortunada imposición de la ley marcial a finales del año pasado.
En su discurso inaugural en la Asamblea Nacional, Lee señaló que su gobierno enfrentará las amenazas nucleares de Pyongyang y a sus posibles agresiones militares con “una fuerte disuasión” basada en la sólida alianza militar con Estados Unidos. Pero apuntó que abriría “un canal de comunicación con Corea del Norte y establecería la paz en la península de Corea a través de diálogo y cooperación”.
Manifestó que buscará una diplomacia pragmática con los países vecinos y fortalecerá la cooperación trilateral Seúl-Washington-Tokio.
“A través de una diplomacia pragmática basada en los intereses nacionales, convertiremos la crisis provocada por el gran cambio en el panorama económico y de seguridad globales en una oportunidad para maximizar nuestros intereses nacionales”, dijo Lee.
Retos en seguridad y economía
No estaba claro si la elección de Lee causaría algún cambio importante e inmediato en la política exterior surcoreana. Lee, que había sido acusado previamente por sus críticos de inclinarse hacia China y Corea del Norte y alejarse de Estados Unidos y Japón, ha enfatizado recientemente la alianza de Seúl con Washington como la base de su política exterior y ha evitado cualquier comentario polémico que pudiera generar dudas acerca de sus opiniones sobre Estados Unidos y Japón.
“Ahora tendremos que ver si las presiones del cargo harán que Lee Jae-myung gobierne desde el centro, al menos en lo que respecta a asuntos de seguridad nacional y a la alianza con Estados Unidos”, señaló Ankit Panda, experto del Carnegie Endowment for International Peace.
“Es difícil predecir con absoluta certeza cómo manejará las relaciones con Estados Unidos, Corea del Norte, Japón y China porque ha cambiado mucho su posición”, indicó Duyeon Kim, analista senior del Center for a New American Security, con sede en Washington. “Podemos esperar tensiones si su gobierno no se alinea con el enfoque de Washington hacia China y Japón”.
Los desafíos externos más difíciles que esperan a Lee son la política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump y la creciente asociación militar de Corea del Norte con Rusia. Pero los expertos habían indicado antes que quien llegara a la presidencia no podía hacer mucho para asegurar un progreso significativo a favor de Seúl en estas cuestiones.
Durante su discurso inaugural, Lee no mencionó directamente los problemas comerciales con Estados Unidos.
EEUU, Japón y China reaccionan
Estados Unidos y Japón afirmaron que felicitaron a Lee por su elección y manifestaron su compromiso con el desarrollo de la cooperación trilateral.
El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, dijo que quiere celebrar una cumbre con el mandatario surcoreano “lo antes posible” e indicó que espera promover aún más los lazos bilaterales, tanto públicos como comerciales. El Departamento de Estado de Estados Unidos, por su parte, señaló que Seúl y Washington comparten “un compromiso inquebrantable” con la alianza basada en su tratado de defensa mutua, valores compartidos y profundos lazos económicos.
El presidente de China, Xi Jinping, también envió un mensaje de felicitación a Lee en el que dijo que Beijing está dispuesto a trabajar con Seúl para avanzar en su asociación cooperativa en beneficio de ambos países, según la televisora estatal CCTV.
No está claro cómo reaccionará el Norte al discurso de Lee, ya que evita cualquier diálogo con su vecino desde 2019. En los últimos años, Pyongyang ha suministrado armas y tropas para apoyar la guerra de Rusia contra Ucrania, y Seúl, Washington y sus socios sospechan que, a cambio, Moscú podría transferirle alta tecnologías para ayudar a perfeccionar su programa de armas nucleares.
La agencia noticiosa rusa Tass reportó el miércoles que uno de los principales funcionarios de seguridad del presidente Vladímir Putin, el secretario del Consejo de Seguridad, Sergei Shoigu, llegó a la capital norcoreana para reunirse con el líder de la hermética nación, Kim Jong Un, en el último indicio de sintonía entre ambos países en la guerra de Putin en Ucrania.
Lee ha dicho que apoyaría los movimientos de Trump para reiniciar la diplomacia nuclear con Kim Jong Un en un aparente esfuerzo por relacionarse con el Norte. Pyongyang no ha respondido públicamente al acercamiento de Trump.
“Lee y Trump querrían personalmente reanudar el diálogo con Kim Jong Un. Pero Corea del Norte no tiene incentivos para hablar con Washington o Seúl”, apuntó Duyeon Kim. “Pyongyang cuenta con el apoyo político y económico de Beijing y Moscú, y puede ganar mucho tiempo para seguir perfeccionando sus armas nucleares”.
Más tarde el miércoles, Lee nominó al exministro de Unificación Lee Jong-seok, un moderado que está a favor de un mayor acercamiento al Norte, como jefe de inteligencia. El nombramiento podría estar relacionado con las esperanzas del mandatario de reanudar el diálogo, ya que el Servicio Nacional de Inteligencia actuó en el pasado entre bambalinas para promover los lazos con Pyongyang, según observadores.
Lee Jae-myung también nominó a su aliado político clave, el veterano legislador Kim Min-seok, como primer ministro, el segundo cargo más importante del gobierno. Se espera que Lee nombre a otros cargos clave del gobierno en los próximos días.
Sigue la división política
Lee pidió también unidad para abordar la profunda división política del país, agravada tras la debacle de la ley marcial de Yoon, diciendo que “responderá al llamado solemne del pueblo para que la esperanza florezca sobre heridas profundas y dolorosas”. Además, prometió una investigación exhaustiva sobre las circunstancias que rodearon la imposición de la ley marcial por parte de Yoon, que describió como una “rebelión que se apoderó de la soberanía del pueblo con armas”.
Yoon y algunos de sus principales oficiales militares y policiales ya están siendo juzgados por delitos graves de rebelión relacionados con la ley marcial. El intento de Lee de responsabilizar a los involucrados ha llevado a sus rivales a especular con que podría lanzar una venganza política contra los aliados del expresidente y los principales fiscales, a quienes previamente acusó de fabricar pruebas para iniciar cargos criminales en su contra.
Lee enfrenta cinco juicios por corrupción y otras acusaciones, pero los expertos dicen que es probable que estos procesos se detengan durante su mandato porque la constitución surcoreana otorga inmunidad al presidente en activo frente a la mayoría de las acusaciones penales.
Lee dijo que revitalizar una economía doméstica en desaceleración sería su máxima prioridad y que su gobierno pondrá en marcha de inmediato un grupo de trabajo de emergencia para librar una “batalla frontal” contra las amenazas de recesión. También prometió un gasto gubernamental más agresivo para ayudar a estimular la actividad económica.
El banco central de Corea del Sur recortó la semana pasada su tipo de interés de referencia y redujo drásticamente su perspectiva de crecimiento para 2025 al 0.8%, mientras se movía para contrarrestar los aumentos arancelarios de Trump y la débil demanda interna, empeorada por la reciente agitación política.
Lee también reiteró sus promesas de campaña de reducir la desigualdad y se comprometió a abordar el desequilibrio entre el área de la capital y las regiones menos desarrolladas. Según el mandatario, “la polarización alimentada por la desigualdad está obstaculizando un mayor crecimiento”.
El mandato de Lee comenzó de inmediato, sin el habitual período de transición de dos meses, después de que la Comisión Nacional Electoral confirmó formalmente su victoria la mañana del miércoles. Antes de su toma de posesión, visitó el cementerio nacional en Seúl para rendir homenaje a los líderes, patriotas y caídos en guerras que están enterrados allí, y mantuvo una llamada telefónica con el presidente del Estado Mayor Conjunto, Kim Myng-soo, para pedirle que prepare el ejército contra posibles agresiones norcoreanas.
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Los periodistas de The Associated Press Mari Yamaguchi en Tokio y Simina Mistreanu en Taipéi, Taiwán, contribuyeron a este despacho.