Incendios forestales al sur de Ecuador consumen en una semana casi el 30% de lo perdido en 2023
QUITO (AP) — Varios incendios forestales de grandes proporciones en Ecuador han consumido más de 10.000 hectáreas en dos provincias, principalmente al sur, informó el lunes el gobierno, lo que equivale a una tercera parte de la superficie vegetal quemada en todo 2023.
No se han reportado víctimas ni daños en infraestructura pública ni privada. Y las autoridades atribuyen el origen del fuego a la acción del hombre e investigan a varias personas.
La Secretaría de Gestión de Riesgos, en un comunicado, indicó que el fuego ha afectado ya a más de 10.200 hectáreas en las provincias de Azuay y Loja, ambas australes. La última, fronteriza con Perú, fue escenario —aunque en una zona distinta— del mayor incendio del año, según dijeron entonces las autoridades, a finales de agosto en el que se perdieron más de 9.000 hectáreas tras siete días avanzando sin control.
Ahora, de acuerdo con el último reporte de Riesgos, hay “17 incendios activos” y decenas de bomberos asignados desde otras partes del país al combate de las llamas.
De acuerdo con cifras oficiales de ese organismo, en 2023 se perdieron casi 35.000 hectáreas de bosques y vegetación, buena parte debido al fuego causado por personas, según las autoridades.
En Azuay, señaló el informe, el fuego se encuentra en zonas aledañas a cuatro poblaciones, incluida Cuenca, la tercera ciudad más poblada de territorio ecuatoriano. Ha consumido en Azuay más de 1.706 hectáreas y, en Loja, 8.500 hectáreas, en las cercanías de 10 poblaciones.
Debido a la situación, el municipio de Cuenca, declaró en emergencia la zona desde el viernes e hizo un llamado a las autoridades nacionales y a otros municipios requiriendo ayuda inmediata ante la magnitud de la destrucción, especialmente en el parque nacional El Cajas, 310 kilómetros al sur de la capital.
Posteriormente el gobierno también declaró emergencia. Ello permite movilizar recursos materiales y económicos sin tantos trámites burocráticos.
Cristian Zamora, alcalde de Cuenca, capital de Azuay, y Franco Quezada, alcalde de Loja, capital de la provincia del mismo nombre, han señalado que se investiga a varias personas en torno al inicio de los flagelos.
La Secretaría de Gestión de Riesgos destacó que en las tareas de control del fuego se cuenta con el apoyo de ocho helicópteros equipados para lanzar agua desde el aire, dos de ellos enviados por el gobierno de Perú y uno contratado por la embajada de Italia; el resto son ecuatorianos.
Las autoridades ecuatorianas atribuyen a una severa sequía en los últimos meses —aunque no han dado cifras sobre precipitaciones— las condiciones para que se produzcan grandes incendios forestales en las últimas semanas, que dejaron un saldo hasta la semana pasada, de 38.000 hectáreas de vegetación perdida. Asimismo, el gobierno del país relaciona la crisis energética nacional que dura casi dos meses, con cortes de luz de hasta 14 horas, a la falta de lluvias.
Otro incendio a finales de septiembre afectó a bosques y vegetación al nororiente de Quito, cubriendo la ciudad con un manto de humo y ceniza y amenazando algunos barrios del este quiteño, aunque no hubo víctimas.