Trump dice que duplicará aranceles al acero extranjero al 50%
El presidente de EEUU, Donald Trump, escucha mientras el obrero Brian Pavlack habla en la planta Mon Valley Works-Irvin, de U.S. Steel, el viernes 30 de mayo de 2025 en West Mifflin, Pensilvania. (AP Foto/David Dermer)
WEST MIFFLIN, Pensilvania, EE.UU. (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el viernes a trabajadores siderúrgicos de Pensilvania que va a duplicar la tasa arancelaria sobre las importaciones de acero al 50% para proteger su industria, lo que podría elevar aún más los precios de un metal utilizado para fabricar viviendas, automóviles y otros bienes.
En una publicación posterior en su plataforma Truth Social, el mandatario agregó que los aranceles sobre el aluminio también se duplicarían al 50%. Dijo que ambos aumentos arancelarios entrarían en vigor el miércoles.
Trump habló en la planta Mon Valley Works–Irvin de U.S. Steel en las afueras de Pittsburgh, donde también discutió un acuerdo bajo el cual Nippon Steel de Japón invertirá en la siderúrgica estadounidense.
Trump dijo a los periodistas después de regresar a Washington que aún tiene que aprobar el acuerdo.
“Tengo que aprobar el acuerdo final con Nippon y aún no hemos visto ese acuerdo final, pero han hecho un compromiso muy grande y es una inversión muy grande”, aseveró.
Aunque Trump inicialmente prometió bloquear la oferta de la empresa japonesa para comprar U.S. Steel, con sede en Pittsburgh, cambió de parecer y la semana pasada anunció un acuerdo para lo que describió como “propiedad parcial” por parte de Nippon Steel.
Sin embargo, no está claro si el acuerdo que su gobierno ayudó a negociar se ha finalizado o cómo se estructuraría la propiedad. Nippon Steel nunca ha dicho que se esté retractando de su intención de comprar y controlar completamente U.S. Steel como subsidiaria.
“Estamos aquí hoy para celebrar un acuerdo espectacular que garantizará que esta histórica empresa estadounidense siga siendo una empresa estadounidense”, dijo Trump al inaugurar un evento en uno de los almacenes de U.S. Steel. “Vas a seguir siendo una empresa estadounidense, sabes eso, ¿verdad?”.
En cuanto a los aranceles, Trump dijo que duplicar los aranceles sobre el acero “protegerá aún más la industria siderúrgica de Estados Unidos”. Pero un aumento tan drástico podría elevar más los precios.
El precio de los productos de acero ha aumentado aproximadamente 16% desde que Trump asumió la presidencia, según el índice de precios al productor elaborado por el gobierno.
En marzo de 2025, el acero costaba 984 dólares por tonelada métrica en Estados Unidos, significativamente más que el precio en Europa (690 dólares) o China (392 dólares), según el Departamento de Comercio estadounidense. Estados Unidos produjo aproximadamente el triple de acero del que importó el año pasado, siendo Canadá, Brasil, México y Corea del Sur las mayores fuentes de importaciones de acero.
Los analistas han atribuido a los aranceles que se remontan al primer mandato de Trump el haber ayudado a fortalecer la industria siderúrgica nacional, algo que Nippon Steel quería capitalizar con su oferta para comprar U.S. Steel.
El sindicato United Steelworkers se mantuvo escéptico.
Su presidente, David McCall, dijo en un comunicado que al sindicato le preocupa principalmente “el impacto que esta fusión de U.S. Steel con un competidor extranjero tendrá en la seguridad nacional, nuestros miembros y las comunidades donde vivimos y trabajamos”.
Trump enfatizó que el acuerdo mantendría el control estadounidense de la empresa, que se considera tanto un símbolo político como un tema importante para la cadena de suministro del país, para industrias como la manufactura de automóviles y para la seguridad nacional.
Trump, que ha estado ansioso por cerrar acuerdos y anunciar nuevas inversiones en Estados Unidos desde que regresó a la Casa Blanca, también está tratando de satisfacer a los votantes que lo apoyaron mientras exhortaba a proteger la manufactura estadounidense.
U.S. Steel no ha comunicado públicamente ningún detalle de un acuerdo renovado a los inversores. Nippon Steel emitió un comunicado en el que aprobaba la “asociación” propuesta, pero tampoco ha revelado los términos del acuerdo.
Legisladores estatales y federales que han sido informados sobre el asunto describen un acuerdo en el que Nippon comprará U.S. Steel e invertirá miles de millones en instalaciones de U.S. Steel en Pensilvania, Indiana, Alabama, Arkansas y Minnesota. La empresa estaría supervisada por un equipo ejecutivo y una junta compuesta principalmente por estadounidenses y protegida por el poder de veto del gobierno de Estados Unidos.
Los trabajadores siderúrgicos sindicalizados dijeron que hay cierta división de opiniones entre sus filas sobre la venta a Nippon Steel, pero que el sentimiento ha cambiado con el tiempo a medida que se convencieron más de que U.S. Steel eventualmente cerraría sus plantas en el área de Pittsburgh.
Clifford Hammonds, quien labora en la planta donde habló Trump, dijo que el acuerdo al menos ayudará a modernizar la planta y a aumentar la producción.
“Está poniendo dinero de nuevo en la planta para ayudar a reconstruirla, porque esta planta es vieja, se está cayendo a pedazos. Realmente no estamos produciendo tanto como deberíamos porque, como dije, este lugar es viejo. Se está cayendo a pedazos. Necesitamos algún tipo de inversión para arreglar las máquinas que tenemos funcionando”, dijo Hammonds.
Independientemente de los términos, el tema tiene una importancia desproporcionada para Trump, quien el año pasado dijo repetidamente que bloquearía el acuerdo y la propiedad extranjera de U.S. Steel, al igual que lo hiciera el expresidente Joe Biden.
Trump prometió durante su campaña dar prioridad a la revitalización de la manufactura estadounidense durante su segundo mandato. Y el destino de U.S. Steel, que alguna vez fue la corporación más grande del mundo, podría convertirse en un lastre político en las elecciones de mitad de mandato para el Partido Republicano en Pensilvania y otros estados reñidos con industrias manufactureras.
Trump dijo el domingo que no aprobaría el acuerdo si U.S. Steel no permanecía bajo control estadounidense. Afirmó que mantendría su sede en Pittsburgh.
El presidente cerró sus comentarios el viernes agradeciendo a los trabajadores siderúrgicos.
“Con la ayuda de patriotas como ustedes, vamos a producir nuestro propio metal, liberar nuestra propia energía, asegurar nuestro propio futuro, construir nuestro país, controlar nuestro destino”, manifestó. “Vamos a volver a poner el acero de Pensilvania en la columna vertebral de Estados Unidos como nunca antes”.
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Los periodistas de The Associated Press Josh Boak en Washington y Yuri Kageyama en Tokio contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.