EEUU: Dan más de 7 años de cárcel al excongresista George Santos por fraude y robo de identidad

El excongresista George Santos llega a una corte federal para ser sentenciado, el viernes 25 de abril de 2025, en Central Islip, Nueva York. (AP Foto/Julia Demaree Nikhinson)

El excongresista George Santos llega a una corte federal para ser sentenciado, el viernes 25 de abril de 2025, en Central Islip, Nueva York. (AP Foto/Julia Demaree Nikhinson)

CENTRAL ISLIP, Nueva York, EE.UU. (AP) — El excongresista estadounidense George Santos fue sentenciado el viernes a más de siete años de prisión, rompiendo a llorar al conocer su castigo por los delitos que lo llevaron a ser expulsado del Congreso.

Santos, quien se declaró culpable a mediados del año pasado de fraude electrónico federal y robo de identidad agravado, pidió clemencia. En una corte federal a poca distancia de su antiguo distrito legislativo, dijo entre lágrimas que estaba “conmovido” y “arrepentido” y que se dio cuenta de que había traicionado la confianza de sus electores.

“Ofrezco mis más profundas disculpas”, expresó, y añadió: “No puedo reescribir el pasado, pero puedo controlar el camino por delante”.

Pero la jueza federal Joanna Seybert evidentemente no quedó convencida.

“¿Dónde está su remordimiento? ¿Dónde lo veo?”, preguntó al dictar la sentencia de 87 meses tras las rejas. “Siempre es culpa de alguien más”.

El republicano de Nueva York, quien debe presentarse en la cárcel el 25 de julio, no respondió a las preguntas de los reporteros afuera del tribunal. Sin embargo, horas después recurrió a las redes sociales en busca de un indulto por parte de la Casa Blanca.

“Creo que 7 años es una sentencia exagerada e influenciada políticamente, e imploro que el presidente Trump me dé una oportunidad para demostrar que soy más que los errores que he cometido”, escribió en la red social X el viernes por la noche.

Santos, de 36 años, estuvo en el Congreso menos de un año antes de convertirse en apenas el sexto miembro de la Cámara de Representantes en ser expulsado por sus colegas.

Admitió haber engañado a donantes y robado las identidades de casi una docena de personas, incluidos familiares suyos, para financiar su campaña ganadora. Su acuerdo de culpabilidad incluyó pagar aproximadamente 580.000 dólares en multas.

“Desde el momento en que anunció su candidatura al Congreso, Santos aprovechó su campaña para su propio enriquecimiento y beneficio financiero”, declaró afuera de la corte el fiscal federal John Durham, cuya oficina procesó el caso.

Entre las víctimas de Santos estaban una mujer con daño cerebral y dos hombres octogenarios, le dijo el fiscal Ryan Harris a la jueza.

El abogado defensor Andrew Mancilla había pedido a la jueza una pena de prisión de dos años, expresando que Santos era un personaje problemático que creció en una “casa de padres divorciados” y fue objeto de acoso a lo largo de su vida.

A consecuencia de ello, “construyó al hombre que quería ser, no quien él era”, señaló Mancilla. “Lo hizo porque creía que el mundo no lo aceptaría por quien era”.

“En el fondo, es cálido, amable, cariñoso y considerado”, agregó Mancilla.

Pero, añadió el abogado, ahora “todos odian a George Santos”.

Santos fue elegido en 2022, haciendo que un distrito adinerado que representa partes de Queens y Long Island dejara de apoyar a los demócratas y respaldara al Partido Republicano.

Poco después, se dio a conocer que el político desconocido había inventado gran parte de su historia de vida, presentándose como un exitoso empresario que trabajó en prestigiosas firmas de Wall Street y poseía una valiosa cartera de bienes raíces.

En realidad, Santos tenía problemas económicos e incluso enfrentó un desalojo.

Afirmó falsamente haber sido una estrella de voleibol en una universidad a la que ni siquiera asistió. Durante la campaña había dicho que él era “un orgulloso judío estadounidense”, pero posteriormente reconoció que era católico e insistió en que sólo había dicho que era “judío” después de enterarse que su familia materna tenía antecedentes judíos.

Algunos reporteros descubrieron que Santos había sido acusado en Brasil de usar cheques robados para comprar ropa, y que en una ocasión había sido acusado en Pensilvania de usar cheques sin fondos para comprar cachorros a criadores de perros.

Las revelaciones derivaron en investigaciones legislativas y penales sobre cómo había financiado su campaña.

“Dijo mentira tras mentira hasta que lo alcanzaron... hasta que lo alcanzamos y lo expusimos por lo que realmente era: un oportunista y un fraude”, manifestó la fiscal de distrito del condado Nassau, la republicana Anne Donnelly, afuera de la corte. Su oficina también investigó a Santos.

Antes de ser elegido para el cargo, Santos cobró prestaciones por desempleo del estado de Nueva York cuando en realidad trabajaba para una empresa de Florida. Una vez en el Congreso, copatrocinó un proyecto de ley que pretendía erradicar el fraude en el cobro de prestaciones por desocupación.

A medida que se acercaba su audiencia de sentencia, Santos se mostró reflexivo y compungido en publicaciones en redes sociales, pero en otros momentos parecía disfrutar de su notoriedad.

Lanzó un podcast llamado “Pants on Fire with George Santos”, y ganó cientos de miles de dólares vendiendo mensajes de video personalizados y alegres en la plataforma Cameo.

Además mostró su apoyo de mucho tiempo a Trump, elogiando al nuevo gobierno mientras también decía que no sopesaría pedir clemencia.

Finalmente, Santos hizo una última declaración en su cuenta de Cameo.

“Piensen en el futuro y en cualquier celebración o evento que se avecine este año. Resérvenlos hoy”, escribió el excongresista, y concluyó la publicación con varios emojis de corazón.

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Los periodistas de The Associated Press Jennifer Peltz y Jake Offenhartz en Nueva York contribuyeron a este despacho.

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Philip Marcelo está en twitter.com/ philmarcelo

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.