Trump plantea cambio de régimen en Irán; intentos previos de EEUU en Oriente Medio señalan riesgos

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Mientras el presidente estadounidense Donald Trump plantea la idea de un “cambio de régimen” en Teherán, los intentos previos de Estados Unidos de rehacer el Oriente Medio por la fuerza a lo largo de las décadas ofrecen advertencias claras sobre la posibilidad de una mayor implicación en el conflicto entre Irán e Israel.

“Si el régimen iraní actual no puede hacer grande a Irán otra vez, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”, publicó Trump el fin de semana en su red social. Eso ocurrió después de que Estados Unidos bombardeara instalaciones nucleares de Irán, pero antes de que Irán tomara represalias disparando sus propios misiles hacia una base estadounidense en Qatar.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió el lunes en que Trump, quien pasó años criticando las “guerras eternas” y promoviendo una visión del mundo de “Estados Unidos primero”, no había dado un golpe de timón.

“La postura del presidente y nuestra postura militar no han cambiado”, afirmó, y dijo que podría ser necesario un enfoque más agresivo si Irán “se niega a abandonar su programa nuclear o a participar en negociaciones”.

Leavitt también señaló que un nuevo gobierno en Irán podría surgir después de que su pueblo organice una revuelta, sin requerir necesariamente una intervención directa de Estados Unidos.

“Si se niegan a participar en la diplomacia en el futuro, ¿por qué no deberían levantarse los iraníes?”, cuestionó.

Ese es un camino peligroso que gobiernos anteriores de Estados Unidos han tomado. Y está muy lejos del pasado rechazo de Trump a las “guerras estúpidas e interminables” y su burla a la idea de la construcción de naciones defendida por sus predecesores republicanos, incluyendo en Afganistán e Irak, donde Estados Unidos ayudó a derrocar gobiernos.

Estas son algunas lecciones aprendidas de conflictos anteriores:

El éxito inicial a menudo es efímero

Las fuerzas especiales de Estados Unidos y sus aliados afganos expulsaron al Talibán del poder y persiguieron a Osama bin Laden hasta Pakistán en cuestión de meses después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Los tanques estadounidenses entraron en Bagdad semanas después de la invasión de 2003 que derrocó a Saddam Hussein en Irak.

Pero luego, ambas guerras continuaron durante años.

Los talibanes libraron una insurgencia tenaz de dos décadas y retomaron el poder cuando Estados Unidos se retiró en 2021. El derrocamiento de Saddam sumió a Irak en el caos, y los insurgentes suníes y milicias chiíes se enfrentaron entre sí y con las fuerzas armadas estadounidenses.

Israel hasta ahora ha logrado en gran medida eliminar defensas aéreas y misiles balísticos de Irán, y los ataques estadounidenses contra tres instalaciones iraníes con misiles y bombas rompebúnker de 14 toneladas (30.000 libras) han destruido su programa nuclear, dice Trump. Pero eso aún deja potencialmente a cientos de miles en el ejército, la Guardia Revolucionaria y fuerzas conocidas como el Basij, que jugaron un papel clave en sofocar oleadas de protestas antigubernamentales en los últimos años.

Las fuerzas terrestres son clave, pero no garantizan el éxito

Los ataques aéreos nunca han sido suficientes por sí solos.

Tenemos, por ejemplo, al mandatario libio Moamar Gadafi. Sus fuerzas resistieron una campaña aérea de la OTAN de siete meses en 2011 hasta que los rebeldes, luchando ciudad por ciudad, finalmente lo acorralaron y mataron.

Actualmente no hay grupos insurgentes en Irán capaces de enfrentarse a la Guardia Revolucionaria, y es difícil imaginar a las fuerzas israelíes o estadounidenses lanzando una invasión terrestre de un país montañoso de unos 80 millones de personas que es aproximadamente cuatro veces más grande que Irak.

Una división en las propias fuerzas de seguridad de Irán proporcionaría una insurgencia lista para usar, pero también probablemente sumiría al país en una guerra civil.

También está la cuestión de cómo responderían los iraníes de a pie.

Las protestas en los últimos años muestran que muchos iraníes creen que su gobierno es corrupto y represivo, y darían la bienvenida a su desaparición. Pero la última vez que una potencia extranjera atacó Irán, la invasión iraquí de 1980, el pueblo cerró filas.

En este momento, muchos parecen estar manteniéndose al margen o abandonando la capital.

Cuidado con los grupos de oposición en el exilio

Algunos de los mayores defensores de la invasión estadounidense de Irak fueron figuras de la oposición en el exilio, muchos de los cuales habían dejado el país décadas antes. Cuando regresaron, esencialmente sobre tanques estadounidenses, fueron marginados por grupos armados locales más leales a Irán.

Hay varios grupos de oposición iraníes de gran tamaño que residen en el extranjero. Pero no están unidos y no está claro cuánto apoyo tiene alguno de ellos dentro del país.

Lo más cercano a una figura de oposición unificadora es Reza Pahlavi, el hijo del sha que fue derrocado en la Revolución Islámica de 1979. Pero muchos iraníes tienen amargos recuerdos de la represión bajo el sha, y otros podrían rechazar a Pahlavi por su acercamiento a Israel, especialmente si intenta llegar al poder con ayuda de una invasión extranjera.

El caos está prácticamente garantizado

En Afganistán, Irak y Libia, y en Siria y Yemen después de sus levantamientos de 2011, surgió un patrón familiar cuando los gobiernos fueron derrocados o seriamente debilitados.

Surgieron grupos armados con agendas discrepantes. Los países vecinos respaldaron a afiliados locales. Las armas fluyeron y un gran número de civiles huyó. La lucha en algunos lugares derivó en una guerra civil, y grupos extremistas cada vez más violentos surgieron del caos.

Cuando todo terminó, Saddam fue reemplazado por un gobierno corrupto y a menudo disfuncional al menos tan amistoso con Irán como lo era con Estados Unidos. Gadhafi fue reemplazado por una miríada de milicias, muchas aliadas con potencias extranjeras. Los talibanes fueron reemplazados por los talibanes.

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Weissert informó en Washington.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.