Mayoría en EEUU desaprueba trato de Trump a universidades, según encuesta AP-NORC
Una persona rema por el río Charles, cerca de la Universidad de Harvard, al fondo, el martes 15 de abril de 2025, en Cambridge, Massachusetts. (AP Foto/Charles Krupa)
WASHINGTON (AP) — La mayoría de los adultos estadounidenses desaprueba el manejo del presidente Donald Trump en temas relacionados con las universidades y otras instituciones de educación superior, según una nueva encuesta, a medida que su gobierno intensifica las amenazas de recortarles la financiación federal a menos que las instituciones educativas obedezcan su agenda política.
Más de la mitad de los estadounidenses —el 56%— desaprueba el enfoque del presidente republicano hacia la educación superior, encontró la encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, una organización apartidista de investigación, y aproximadamente 4 de cada 10 lo aprueban, en consonancia con la aprobación general de su mandato.
Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha intentado forzar cambios en universidades que, según él, se han convertido en focos de liberalismo y antisemitismo. Recientemente, los reflectores están puestos en la Universidad de Harvard, a la cual el gobierno de Trump le ha congelado más de 2.200 millones de dólares en subvenciones federales, ha amenazado con retirarle su estatus de exención de impuestos y le ha exigido amplios cambios en sus políticas.
El gobierno de Trump también ha recortado los fondos a otras universidades de élite, como la Universidad de Columbia, la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Cornell, por temas como su manejo del activismo propalestino y de la participación de atletas transgénero en el deporte femenil. Harvard ha enmarcado las exigencias del gobierno como una amenaza a la autonomía que la Corte Suprema le ha otorgado desde hace mucho tiempo a las universidades estadounidenses.
La encuesta muestra una discrepancia entre la persecución del gobierno de Trump a las universidades y una población estadounidense que las considera clave para la investigación científica, las nuevas ideas y la tecnología innovadora.
Aproximadamente 6 de cada 10 adultos estadounidenses afirman que las universidades realizan una contribución más positiva que negativa a la investigación médica y científica, y un porcentaje similar está a favor de mantener la financiación federal para la investigación científica.
“Hablemos de Harvard un momento”, dijo Freddy Ortega, demócrata de 66 años y veterano militar retirado de Columbus, Georgia. “La forma en que recortó todo ese dinero de su financiación impactó en cosas en que Harvard ha estado trabajando para mejorar el mundo”.
“Un solo hombre no debería tener tanto poder”, continuó Ortega. “Esto es algo que debe abordar el Congreso”.
Ortega, de origen hispano, también expresó su preocupación por los intentos de Trump de desmantelar los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) a lo largo de toda la sociedad estadounidense.
“Crecí en el ejército. Sé lo beneficiosos que son esos programas”, manifestó. “Cambian el rumbo que tomará la vida de las personas”.
Los republicanos están divididos sobre recortes a financiación federal de universidades
La postura de Trump sobre la educación superior tiene mayor resonancia entre los republicanos, quienes en su mayoría ven los campus universitarios como lugares donde se silencia a los conservadores y las ideas liberales se expanden sin control.
Aproximadamente 8 de cada 10 republicanos aprueban el manejo de Trump de las universidades —lo que, notablemente, es mayor que el 70% de los republicanos que aprueban su gestión de la economía—, y alrededor de 6 de cada 10 dicen estar “extremadamente” o “muy” preocupados por el sesgo liberal en los campus.
No obstante, los republicanos están más divididos respecto a retener los fondos federales a las escuelas a menos que cedan a las exigencias de Trump. Aproximadamente la mitad está a favor, mientras que alrededor de una cuarta parte se opone y un porcentaje similar es neutral.
“Estoy totalmente a favor”, dijo la votante republicana Hengameh Abraham, de 38 años, madre de dos hijos en Roseville, California. Ella apoya el recorte de los fondos federales y se opone a los programas de DEI. Expuso que emigró a Estados Unidos desde Irán cuando era adolescente y trabajó duro para salir adelante en sus estudios sin la ayuda de programas de acción afirmativa.
“Tu identidad racial, nacionalidad y origen no deberían ser un factor para ser aceptado en la universidad o conseguir un empleo”, opinó Abraham, quien además apoya el enfoque de Trump sobre el antisemitismo en los campus. Cuando las protestas propalestinas se extendieron en las universidades estadounidenses el año pasado, algunos de los mensajes de los manifestantes eran antiestadounidenses, dijo.
“No creo que, si tienes algún tipo de agenda o eslogan antiestadounidense, se te deba permitir estar en un campus universitario en Estados Unidos”, expresó.
En el caso de Harvard, Trump ha amenazado con retirarle su estatus de exención de impuestos y su gobierno ha implementado recortes de fondos para esa institución. Esas medidas generan división entre la población en general: casi la mitad se opone a la retención de fondos federales como medida punitiva, mientras que aproximadamente una cuarta parte la apoya. Alrededor de una cuarta parte tienen una opinión neutral.
Charles Jolivette, de 43 años, orientador vocacional universitario quien reside en Nueva Orleans, considera las políticas educativas de Trump como un ataque a la libertad de expresión y a las personas no blancas.
“El presidente no sólo va tras cualquiera a quien considere un oponente y cualquiera que no lo obedezca, sino que ataca algunos de los elementos más importantes de nuestra sociedad”, dijo Jolivette, quien es demócrata. “Es un acoso desenfrenado por parte del presidente de Estados Unidos, quien se supone que tienda puentes” con el partido al otro lado del pasillo que separa a republicanos y demócratas en el Congreso.
El costo de la matrícula supera por mucho otras preocupaciones
Una de las principales angustias de la mayoría de los estadounidenses es el costo de un título universitario. Aproximadamente 6 de cada 10 adultos estadounidenses están “extremadamente” o ”muy” preocupados por el costo de la matrícula. Esta inquietud es compartida por la mayoría tanto de demócratas como de republicanos —y supera por mucho las preocupaciones sobre el antisemitismo y el sesgo liberal en los campus universitarios entre el público en general.
“La universidad cuesta mucho más de lo que necesita. Para obtener una educación, no deberías tener que romper tu alcancía”, dijo Eunice Cortez, de 68 años, una republicana que vive cerca de Houston.
Cortez, quien es originaria de México, no asistió a la universidad, pero se aseguró de que sus hijos nacidos en Estados Unidos sí lo hicieran, y ahora está orgullosa de que sus nietos obtengan títulos universitarios. Apoya a Trump, pero le preocupa que algunas de sus políticas, incluidos los recortes de fondos, dificulten obtener un título a quienes necesitan ayuda para la pagar la matrícula. Considera que el gobierno “obstaculiza” el desarrollo de una sociedad educada.
La encuesta muestra una división entre los estadounidenses con educación universitaria y quienes no tienen un título universitario, lo que pone de manifiesto una posible brecha cultural que Trump ha aprovechado en el pasado.
La mayoría de los estadounidenses con título universitario —el 62%— se opone a retener la financiación a las universidades que no obedezcan los requisitos del presidente, mientras que quienes no lo tienen están divididos: aproximadamente 3 de cada 10 están a favor —un porcentaje similar al que está en contra— y alrededor de 4 de cada 10 dice no tener una opinión.
Kara Hansen, de 40 años, registrada como independiente en Seminole, Oklahoma, está a pocos créditos de obtener un título universitario. Apoya la idea de desmantelar el Departamento de Educación para cambiar las cosas. Pero dijo estar preocupada por lo que ella llama las “tendencias autoritarias” de Trump y el creciente temor en los campus universitarios para alzar la voz y expresar opiniones.
“Parece que todos tienen un bozal puesto”, refirió Hansen. “No pueden expresarse plenamente porque tienen miedo de meterse en problemas y miedo de Trump”.
Aproximadamente 3 de cada 10 adultos estadounidenses respondieron que los estudiantes o profesores pueden decir libremente lo que piensan “mucho” en los campus universitarios. Alrededor de 4 de cada 10 dicen que pueden hacer eso “algo” —hasta cierto punto.
Los republicanos sienten que sus puntos de vista son reprimidos: alrededor de 8 de cada 10 dicen que los liberales pueden decir lo que piensan “mucho” o “algo” en el campus, pero menos de la mitad dice lo mismo de los conservadores.
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Gecker reportó desde San Francisco.
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La encuesta AP-NORC a 1.175 adultos se realizó del 1 al 5 de mayo, y utilizó una muestra extraída del Panel AmeriSpeak de NORC, basado en la probabilidad y que fue diseñado para ser representativo de la población estadounidense. El margen de error de muestreo para los adultos en general es de ±4 puntos porcentuales.
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