Encierro de semanas de turistas europeos en fronteras estadounidenses genera temor de viajar a EEUU
Encierro de semanas de turistas europeos en fronteras estadounidenses genera temor de viajar a EEUU
SAN DIEGO (AP) — Lennon Tyler y su prometido alemán solían viajar por carretera a México cuando él estaba de vacaciones en Estados Unidos, ya que estaba a solo un día en auto desde su casa en Las Vegas, una de las ventajas de su relación a distancia.
Pero las cosas dieron un giro terrible cuando regresaron de Tijuana el mes pasado.
Agentes fronterizos estadounidenses esposaron a Tyler, quien es ciudadana estadounidense, y la encadenaron a una banca, y Lucas Sielaff, su prometido, fue acusado de violar las normas de 90 días de su permiso de turista en Estados Unidos, según informó la pareja. Más tarde, las autoridades esposaron y encadenaron a Sielaff y lo enviaron a un centro de detención migratoria estadounidense abarrotado. Pasó 16 días encerrado antes que se le permitiera volar de regreso a Alemania.
Desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, se han registrado otros incidentes en los que turistas como Sielaff son detenidos en los cruces fronterizos de Estados Unidos y retenidos durante semanas en centros de detención migratoria antes que se les permita volver a casa por cuenta propia.
Entre ellos se encuentra otra turista alemana quien fue detenida en el cruce fronterizo de Tijuana el 25 de enero. Jessica Brösche pasó más de seis semanas encerrada —y eso incluyó más de una semana en régimen de aislamiento, refirió una amiga.
En la frontera con Canadá, una mochilera galesa pasó casi tres semanas en un centro de detención antes de regresar a su país esta semana. Y una mujer canadiense con visa de trabajo —detenida en la frontera de Tijuana— pasó 12 días detenida antes de volver a casa el fin de semana pasado.
Sielaff, de 25 años, y los demás expusieron que nunca se les aclaró por qué fueron detenidos, incluso después que ellos ofrecieron a regresar a sus lugares de origen voluntariamente.
Pedro Rios, director del American Friends Service Committee (Comité de Servicio de los Amigos Estadounidenses), una organización sin fines de lucro que ayuda a migrantes, dijo que en los 22 años que ha trabajado en la frontera nunca había visto a viajeros de Europa Occidental y Canadá —aliados de Estados Unidos desde hace mucho tiempo— encerrados de esta manera.
“Es definitivamente inusual que estos casos hayan sucedido tan juntos, y la lógica para detener a estas personas no tiene sentido”, expuso. “No justifica el trato y las condiciones aberrantes que sufrieron”.
“La única razón que veo es que hay un ambiente antiinmigrante mucho más ferviente”, agregó Rios.
Por supuesto, los turistas de países donde Estados Unidos exige visas —muchos de ellos países no occidentales— han tenido dificultades para ingresar a Estados Unidos desde hace tiempo.
Las autoridades estadounidenses no respondieron a una solicitud de The Associated Press para obtener cifras sobre cuántos turistas han sido retenidos recientemente en centros de detención ni para explicar por qué simplemente no optaron por negarles el ingreso al país.
Confinamientos de semanas aumentan la ansiedad sobre viajes turísticos a EEUU
Los incidentes incrementan la ansiedad en un momento en que el gobierno de Trump se prepara para prohibir la entrada de viajeros de algunos países. Al señalar las políticas federales de viaje “en evolución”, la Universidad de California, Los Ángeles, envió un aviso esta semana en que instó a sus estudiantes y personal nacidos en el extranjero a considerar los riesgos de viajar durante las vacaciones de primavera, y advirtió que “los requisitos de reingreso podrían cambiar durante su ausencia, lo que afectará su regreso”.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) informó en un correo electrónico a la AP que tanto Sielaff como Brösche, quienes estuvieron detenidos durante 45 días, “fueron declarados inadmisibles” por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Esa agencia afirmó que no puede dar detalles, pero que “si se violan los estatutos o los términos de la visa, los viajeros pueden ser sujetos a la detención y la deportación”. Las agencias no hicieron comentarios sobre los otros casos.
Ambos turistas alemanes obtuvieron permiso para ingresar a Estados Unidos bajo un programa ofrecido a un grupo selecto de países —principalmente en Europa y Asia—, cuyos ciudadanos pueden viajar a Estados Unidos por negocios o placer hasta por 90 días sin necesidad de obtener una visa por adelantado. Los solicitantes se registran en línea en el Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes.
Pero incluso si están autorizados a viajar bajo ese sistema, las autoridades estadounidenses tienen una amplia discrepancia como para seguir denegando la entrada. Tras las detenciones, el Reino Unido y Alemania actualizaron sus avisos de viaje para alertar a sus ciudadanos sobre la estricta vigilancia fronteriza estadounidense. El Reino Unido advirtió: “Podría ser arrestado o detenido si infringe las normas”.
Sielaff llegó a Estados Unidos el 27 de enero. Él y Tyler decidieron ir a Tijuana por cuatro días a mediados de febrero porque el perro de Tyler necesitaba una cirugía y los servicios veterinarios son más económicos allí. Pensaron que disfrutarían de unos tacos y harían del viaje una experiencia divertida.
“México es un país maravilloso y hermoso que a Lucas y a mí nos encanta visitar”, expuso Tyler.
Regresaron el 18 de febrero, apenas 22 días después que Sielaff obtuviera su permiso de turista de 90 días.
Cuando llegaron al cruce fronterizo, el agente fronterizo estadounidense le preguntó agresivamente a Sielaff: “¿Adónde vas? ¿Dónde vives?”, refirió Tyler.
“El inglés no es la lengua materna de Lucas, así que dijo: ‘Vamos a Las Vegas’, y el agente le respondió: ‘Oh, te atrapamos: vives en Las Vegas. No puedes hacer eso’”, reportó Tyler.
Sielaff fue trasladado para interrogarlo más. Tyler dijo que ella pidió ir con él o preguntó si podía conseguir un traductor para él y le dijeron que se callara; luego la sacaron de su auto, la esposaron y la encadenaron a una banca. A su perro, que se recuperaba de la cirugía, lo dejaron en el auto.
Después de cuatro horas, a Tyler le permitieron irse, pero dijo que no le dieron ninguna información sobre el paradero de su prometido.
Durante su interrogatorio, Sielaff declaró a las autoridades que nunca había vivido en Estados Unidos ni tenía antecedentes penales. Reportó que le practicaron un registro corporal completo y le ordenaron entregar su teléfono celular y sus pertenencias. Lo pusieron en una celda donde durmió en una banca durante dos días antes de ser trasladado al Centro de Detención de Otay Mesa, en San Diego.
Allí, agregó, compartió una celda con otras ocho personas.
“Estás enojado, estás triste, no sabes cuándo podrás salir”, dijo Sielaff. “Simplemente no recibes respuestas de nadie”.
Por último, le dijeron que tomara un vuelo directo a Alemania y que presentara un número de confirmación. En una llamada frenética de Sielaff, Tyler lo compró por 2.744 dólares. Voló de regreso a su país el 5 de marzo.
“Un abuso flagrante” de poder de las autoridades fronterizas de EEUU, reportan las víctimas
Lo que ocurrió en la frontera fue simplemente un abuso flagrante del poder de la Patrulla Fronteriza (USBP, por sus siglas en inglés), dijo Tyler.
Ashley Paschen coincide. Manifestó que se enteró de Brösche por un video de TikTok en que pedía ayuda a cualquier persona en el área de San Diego después que su familia supiera que estaba detenida en el Centro de Detención de Otay Mesa. Paschen la visitó varias veces y le dijo que su gente trabajaba para sacarla. Brosche voló a casa el 11 de marzo.
“Está feliz de estar en casa”, agregó Paschen. “Parece muy aliviada, si acaso, pero no volverá aquí pronto”.
El 26 de febrero, Becky Burke, una turista galesa que viajaba por Norteamérica, fue detenida en la frontera entre Estados Unidos y Canadá y retenida durante casi tres semanas en un centro de detención en el estado de Washington, publicó en Facebook su padre, Paul Burke. Regresó a casa el martes.
El 3 de marzo, la canadiense Jasmine Mooney, actriz y empresaria con visa de trabajo estadounidense, fue detenida en el cruce fronterizo de Tijuana. Fue liberada el sábado, informó su amiga Brittany Kors.
Antes de la liberación de Mooney, David Eby, primer ministro de la provincia Columbia Británica, expresó su preocupación: “Ciertamente, esto refuerza la ansiedad que… muchos canadienses sienten sobre nuestra relación con Estados Unidos en este momento, y la imprevisibilidad de este gobierno y sus acciones”.
Las detenciones se producen en medio de litigios por los arrestos y deportaciones por parte del gobierno de Trump de otros extranjeros que tienen visas válidas o son titulares de una “green card” — tarjeta de residencia permanente para inmigrantes—, incluido un activista palestino quien ayudó a organizar protestas universitarias debido a la guerra en Gaza.
Tyler planea demandar al gobierno estadounidense.
Sielaff dijo que él y Tyler reconsideran sus planes de celebrar su boda en Las Vegas —él ahora sufre pesadillas y considera terapia para superar el trauma.
“Ya nadie está seguro allí para venir a Estados Unidos como turista”, expresó.
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El periodista de The Associated Press Rob Gillies reportó desde Toronto.