Legisladores demócratas de Florida condenan condiciones “viles” en “Alcatraz de los Caimanes”

OCHOPEE, Florida, EE.UU. (AP) — Legisladores demócratas condenaron las condiciones en el nuevo centro de detención de inmigrantes de los Everglades en Florida después de visitarlo el sábado, describiéndolo como abarrotado, insalubre y plagado de insectos. Los republicanos dijeron que no vieron nada de eso durante el mismo recorrido en la instalación remota que las autoridades han apodado el “Alcatraz de los Caimanes”.

La visita organizada por el gobierno del estado se realizó luego que a algunos demócratas se les negó anteriormente el acceso al centro de detención de 3.000 camas que el estado construyó rápidamente en una pista de aterrizaje aislada y rodeada de pantanos. Fueron tantos lo legisladores estatales y miembros del Congreso que se presentaron el sábado que fueron divididos en varios grupos.

“Hay condiciones realmente perturbadoras y viles, y este lugar necesita ser cerrado de inmediato”, dijo la congresista federal demócrata Debbie Wasserman Schultz a los periodistas después de visitar la aglomeración de tiendas de campaña, remolques y edificios temporales. “Este lugar es un espectáculo, y están abusando de seres humanos aquí”.

Unidades tipo jaula para 32 personas comparten tres dispositivos combinados de inodoro y lavabo, los visitantes midieron la temperatura en 28 grados Celsius (83 grados Fahrenheit) en la entrada de un área de alojamiento y 29 grados Celsius (85 grados Fahrenheit) en un área de admisión médica, y abundan los saltamontes y otros insectos, afirmaron ella y sus compañeros demócratas de Florida.

Si bien los visitantes no pudieron hablar con los detenidos, el congresista demócrata Maxwell Alejandro Frost dijo que uno gritó “¡Soy ciudadano estadounidense!” y otros corearon “¡Libertad!”.

El senador estatal Blaise Ingoglia, un republicano de Florida, contrarrestó que había visto una instalación bien administrada y segura donde los alojamientos estaban limpios y el aire acondicionado funcionaba adecuadamente.

“La retórica que sale de los demócratas no coincide con la realidad”, aseveró Ingoglia, quien indicó que recorrió el lugar con el mismo grupo que Wasserman Schultz. Ingoglia recordó que un puñado de detenidos se tornaron “un poco ruidosos” cuando los visitantes aparecieron, pero dijo que no entendió lo que decían.

El senador estatal Jay Collins dijo que estaba en otro grupo y también encontró el centro de detención limpio y bien funcionando: “No hay miseria”.

Collins, republicano, subrayó que notó generadores de respaldo, un sistema de seguimiento para restricciones dietéticas y literas de estilo militar con buenos colchones. Los dispositivos de saneamiento le parecieron apropiados, aunque básicos.

“¿Querría esa combinación de inodoro y lavabo en mi baño de la casa? Probablemente no, pero esta es una instalación de retención transitoria”, comentó Collins por teléfono.

No se permitió a los periodistas en el recorrido, y se instruyó a los legisladores que no llevaran teléfonos ni cámaras al centro de detención.

Se enviaron mensajes en busca de comentarios a la División de Manejo de Emergencias del estado, que construyó la instalación, y a personal del gobernador republicano Ron DeSantis. La portavoz de DeSantis, Molly Best, destacó una de las conclusiones optimistas de Ingoglia en las redes sociales.

Al otro lado del estado, en Tampa, la secretaria de Seguridad Nacional federal, Kristi Noem, dijo que “cualquier problema que hubiera allí ha sido abordado” en el centro de detención de los Everglades. Añadió que había estado hablando con otros cinco gobernadores republicanos, a quienes no identificó, sobre crear otras instalaciones basándose en esta.

DeSantis y sus compañeros republicanos han promocionado el centro de detención improvisado —una aglomeración de tiendas de campaña, remolques y edificios temporales construidos en cuestión de días— como una respuesta eficiente y dura al llamado del presidente Donald Trump para deportaciones masivas. Los primeros detenidos llegaron el 3 de julio, después que Trump recorriera y elogiara la instalación.

El centro de detención, que ha sido descrito como una instalación temporal, está destinado a ayudar al gobierno del presidente republicano a alcanzar su objetivo de aumentar la capacidad de detención de migrantes de Estados Unidos de 41.000 personas a al menos 100.000. La ubicación remota de la instalación de Florida y su nombre —un guiño a la notoria prisión de Alcatraz que una vez albergó a reclusos federales en California— están destinados a subrayar un mensaje de disuasión de la inmigración irregular.

Antes de la apertura de la instalación, los funcionarios estatales dijeron que los detenidos tendrían acceso a atención médica, aire acondicionado constante, un patio de recreo, abogados y miembros del clero.

Pero los detenidos, sus familiares y defensores han dicho a The Associated Press que las condiciones son terribles y que la comida está infestada de gusanos, los inodoros se desbordan en los pisos, hay mosquitos zumbando alrededor de las literas cercadas y aires acondicionados que a veces se apagan en el sofocante calor del verano del sur de Florida. Un hombre le dijo a su esposa que los detenidos pasan días sin poder darse una ducha.

La portavoz de la División de Manejo de Emergencias de Florida, Stephanie Hartman, calificó esas descripciones como “completamente falsas”, diciendo que los detenidos siempre reciben tres comidas al día, agua potable ilimitada, duchas y otras necesidades.

“La instalación cumple con todos los estándares requeridos y está en buen estado de funcionamiento”, afirmó.

Cinco legisladores estatales demócratas intentaron visitar el sitio cuando se abrió el 3 de julio, pero dijeron que se les negó el acceso. Posteriormente, el estado organizó la visita del sábado.

Los legisladores presentaron una demanda por la negación, alegando que el gobierno de DeSantis obstaculizaba la autoridad de supervisión de los legisladores. Un portavoz de DeSantis calificó la demanda de “tonta”.

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Peltz reportó desde Nueva York Rodriguez desde Ochopee.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.