Los primeros 25 años de la Fundación Gates: su impacto en la salud global y la filantropía
Una persona camina frente a las instalaciones de la Fundación Gates, el miércoles 30 de abril de 2025, en Seattle. (AP Foto/Lindsey Wasson)
SEATTLE (AP) — En sus primeros 25 años, la Fundación Gates se convirtió en una de las fundaciones de beneficencia más grandes del mundo y una de las instituciones más poderosas en salud global —un logro que ha generado elogios al igual que controversias.
Bill Gates y Melinda French Gates tenían grandes ambiciones para su fundación, pero poca experiencia en la salud global o en la filantropía. Estaban motivados por historias como las escritas por Nicholas Kristof, columnista del periódico The New York Times, sobre niños que morían por enfermedades causadas por la falta de saneamiento. Con el estilo característico de Gates, abordaron estos problemas con rigor, datos y una estrecha supervisión.
Como resultado, la Fundación Bill y Melinda Gates, establecida en el 2000 con la fusión de dos fundaciones de la familia, y financiada con el patrimonio de Gates en Microsoft y con decenas de miles de millones de dólares del inversor Warren Buffett posteriormente, se integró en la arquitectura de la salud global.
En el camino, los líderes de la fundación redefinieron lo que significa ser filántropos.
“Mientras aprendía de qué mueren los niños, ya saben, el VIH, la diarrea y la neumonía eran cosas de las que me asombraba lo poco que se destinaba a ayudar a los países pobres”, dijo Gates en una entrevista con The Associated Press.
Respondió como pocos podrían al asignar miles de millones de dólares para la fundación, que gastó 100.000 millones de dólares en sus primeros 25 años, de los cuales alrededor de la mitad se destinaron a la salud mundial.
Gracias a su generosidad, así como a la experiencia de sus empleados, sus conexiones con gobiernos y empresas, y el perfil de sus fundadores, la Fundación Gates ahora tiene al menos la misma influencia que muchos países, si no es que más, en casi cualquier foro de salud mundial.
Esa era ya tiene fecha de caducidad. Gates anunció el jueves que la fundación cerrará en 2045, y se comprometió a donar para entonces el 99% de su fortuna restante —que al día de hoy asciende a 107.000 millones de dólares— a la organización sin fines de lucro. Gates dijo que la fundación mantendrá su cultura y su personal durante ese tiempo.
“Demostraremos que estamos haciendo todo lo posible y daremos mucha previsibilidad al sector al (decir): ‘Estaremos aquí todos esos 20 años, pero no a partir de entonces’”, expresó.
Un gran poder conlleva un gran escrutinio
La influencia de la fundación en la política sanitaria mundial y sus alianzas con empresas y otros actores del sector privado han provocado cuestionamientos desde hace tiempo.
La investigadora Linsey McGoey, profesora de Sociología de la Universidad de Essex y autora del libro sobre la fundación “No Such Thing as a Free Gift” (No existen los regalos sin condiciones), se pregunta qué tan caritativo es “regalar” dinero a una fundación controlada por el donante.
Otros, como Anuj Kapilashrami, profesor de Salud Global de la Universidad de Essex, argumentan que la preferencia de la fundación por tratamientos e intervenciones de bajo costo no contribuye inherentemente a fortalecer la capacidad de los sistemas de salud.
“No abordamos las causas, los factores subyacentes que generan problemas de salud, sino que elegimos áreas y problemas de salud donde podemos aplicar estas soluciones milagrosas: productos básicos, medicamentos (y) mosquiteros para las camas”, manifestó.
Mark Suzman, quien ha trabajado 18 años en la fundación y es su director general desde 2020, dijo que la estrecha supervisión de los beneficiarios y los procesos basados en datos de la fundación son clave para su éxito.
“No somos (un financiador del tipo) ‘te expido un cheque, llámanos en tres años y haznos saber cómo se ve (la situación)’”, agregó Suzman. “Te llamaremos probablemente cada semana y tendremos algunas opiniones. Pero también queremos conocer tus opiniones”.
La fundación se enorgullece de las numerosas vacunas, dispositivos médicos y protocolos de tratamiento que ha ayudado a desarrollar. Se muestra optimista respecto a una serie de innovaciones —que incluyen posibles vacunas contra la malaria y el VIH— como posibles logros en sus 20 años restantes.
David McCoy, médico que trabajaba entonces en el University College de Londres, argumentó en 2009 que sólo una pequeña parte del gasto de la fundación se destinaba directamente a organizaciones ubicadas en los países donde trabajan, y que la mayor parte iba a organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud o a grupos ubicados en Estados Unidos y Europa.
Suzman agregó que él ha sido un impulsor interno de la transferencia de una mayor parte del trabajo de la fundación de Seattle a las oficinas en los países.
Impulsar colaboraciones privadas en la salud global
El objetivo fundamental de la fundación, y la forma principal en la que mide su éxito, es en la reducción de las muertes infantiles prevenibles.
La Fundación Gates ayudó a establecer dos importantes colaboraciones público-privadas: Gavi, la alianza para las vacunas que financia y distribuye vacunas infantiles, y el Fondo Mundial, que, junto con los gobiernos, financia el tratamiento y el control del VIH, la tuberculosis y la malaria.
La fundación dice que las dos organizaciones han salvado decenas de millones de vidas y son algunos de los ejemplos más importantes de su impacto.
No obstante, Amy Patterson, profesora de Política en la Universidad del Sur, Sewanee, opina que las alianzas público-privadas como Gavi yel Fondo Mundial reducen el poder de los grupos de la sociedad civil y de la ciudadanía comparados con los sistemas de salud pública.
“Ciertamente nos ha hecho dejar de pensar en la salud como una responsabilidad del Estado, lo que plantea preguntas sobre la rendición de cuentas y la participación”, dijo Patterson, quien ha investigado la gestión del sida en países africanos, incluido el papel de las organizaciones cívicas.
“Esto no implica subestimar los millones de vidas salvadas, ni los niños inmunizados, ni las mujeres con acceso a salud reproductiva, ni las innovaciones que han generado eficiencia”, agregó Patterson. “Pero si piensas en el contrato social entre los Estados que cuidan de su población, ¿cómo logramos ese mismo tipo de rendición de cuentas en un sistema como este?”.
Impulsar la filantropía y establecer el estándar para los multimillonarios
Un momento crucial en los inicios de la fundación se produjo en 2006, cuando Buffett se comprometió a donar anualmente un porcentaje de sus acciones de Berkshire Hathaway, con lo que casi duplicó los recursos de la fundación.
Buffett volvió a colaborar con Gates y French Gates en 2010 para lanzar un nuevo compromiso para multimillonarios con fortunas de más de 1.000 millones de dólares: donar más de la mitad de su dinero en vida o al fallecer.
El Giving Pledge (Compromiso de Donación) cuenta ahora con más de 240 personas que aceptan esos términos, lo que supera con creces las expectativas de Gates. Sin embargo, no todos los multimillonarios lo han hecho.
Gates espera que otros superen sus donaciones.
“Me encantaría que me superaran en todo este trabajo”, dijo. “Alguien debería intentar pagar más impuestos que yo, y salvar más vidas que yo, y donar más dinero que yo y ser más listo de lo que yo he sido”.
Reconoció que los recortes a la ayuda exterior y a la financiación de la salud bajo el actual gobierno del presidente Donald Trump, las guerras y la crisis económica ponen en peligro significativamente las esperanzas de la fundación de erradicar la polio, controlar la malaria y reducir la mortalidad infantil y materna en los próximos 20 años.
“El parámetro con el que debemos medirnos es el éxito de todo el ámbito de la salud mundial. ¿Involucramos a la gente? ¿Mantuvimos a los gobiernos involucrados y, por lo tanto, conseguimos reducir las tasas de mortalidad infantil de 5 millones a la mitad otra vez?”, dijo. “No puedo prometer que lo lograremos, porque sin los socios, eso no es factible. Y la tendencia actual no es positiva en ese sentido”. ___ The Associated Press recibe apoyo financiero de la Fundación Gates para la cobertura de noticias en África, y de la organización de Melinda French Gates, Pivotal Ventures, para la cobertura de noticias sobre mujeres en la fuerza laboral y en los parlamentos estatales. ___ La cobertura de The Associated Press sobre filantropía y organizaciones sin fines de lucro recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable del contenido.