Venezuela rompe relaciones con Paraguay tras apoyo del presidente Peña al opositor Edmundo González

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El excandidato presidencial opositor Edmundo González en una conferencia de prensa en el centro de Madrid, España, el martes 10 de diciembre de 2024. (AP Foto/Bernat Armangué)

CARACAS (AP) —

El gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció el lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con Paraguay, un día después de que el presidente paraguayo Santiago Peña mostrara su apoyo al líder opositor Edmundo González y lo reconociera como ganador de las elecciones del año pasado en Venezuela.

El episodio de tensión entre ambos países ocurre a tan solo cuatro días de la investidura de Maduro como presidente venezolano, prevista para el viernes y a la que González prometió acudir para tomar posesión de su cargo. El líder opositor reclama haber ganado las elecciones de julio pasado y ha sido reconocido por varios países, entre ellos Estados Unidos, como presidente electo de Venezuela.

El presidente paraguayo se reunió por videoconferencia con González y con la líder opositora María Corina Machado. En la llamada, Peña expresó su “compromiso de seguir trabajando junto con la comunidad internacional, no solo para reconocer su victoria, sino para contribuir a la pronta restauración de la democracia en Venezuela”, según un mensaje que publicó a través de su cuenta de X, antes Twitter.

Estados Unidos y la mayoría de los gobiernos europeos han rechazado los resultados oficiales de las elecciones y consideran a González el ganador legítimo.

Además de romper relaciones, Venezuela requirió el lunes la salida inmediata del personal diplomático de Paraguay en el país. Por su lado, el gobierno paraguayo pidió a sus representantes acreditados en Venezuela que se retiren del territorio en 48 horas.

Para el gobierno venezolano, es “lamentable que gobiernos como el de Paraguay sigan subordinando su política exterior a los intereses de potencias extranjeras y se dedican a promover agendas desestabilizadoras y que socavan los principios democráticos de los pueblos libres”, dijo la Cancillería en un comunicado.

En consecuencia, “Venezuela ha decidido, en ejercicio pleno de su soberanía, romper relaciones diplomáticas con la República de Paraguay y proceder al retiro inmediato de su personal diplomático acreditado en ese país”, destacó el escrito.

“Ninguna bufonada instruida desde el fascismo internacional logrará doblegar la voluntad de un pueblo firme en la construcción de su propio destino”, agregó.

Como reacción a la ruptura de relaciones, Paraguay envió un comunicado en el que reconoció a González como presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela y apuntó que, como tal, el líder opositor tiene “derecho de asumir la dirección de su nación el próximo 10 de enero, conforme con la voluntad soberana del pueblo venezolano expresada el 28 de julio pasado”.

Manifestó, además, el “firme y contundente apoyo del Paraguay al derecho del pueblo venezolano a vivir en democracia, dentro de un Estado de Derecho, con respeto absoluto a sus libertades y garantías fundamentales”.

El predecesor de Peña, el ahora exmandatario Abdo Benítez, rompió relaciones diplomáticas con Venezuela en enero de 2019, luego de iniciar su segundo mandato de seis años en unos comicios catalogados también de fraudulentos.

Peña reanudó los vínculos diplomáticos entre Caracas y Asunción en noviembre de 2023, tres meses después de tomar posesión en agosto de ese año.

En una declaración ante los medios, el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, indicó el lunes que el país restableció sus relaciones con Venezuela, en el marco de la firma de Acuerdo de Barbados, como una “muestra de apoyo al proceso de restauración democrática en ese país”,

Pero Ramírez Lezcano matizó que Paraguay —que no reconoce los resultados electorales presentados por el oficialismo venezolano— fue “uno de los primeros en condenar las reiteradas violaciones del régimen de Nicolás Maduro a las garantías pactadas en el Acuerdo de Barbados”, así como una de las voces más críticas ante la opacidad del proceso electoral en el país caribeño.