Alemania, Francia y Polonia condenan la violencia en Georgia y respaldan al movimiento prodemocracia

BERLÍN (AP) — Los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia expresaron el martes su preocupación por “la crisis política” en Georgia, dos días después de que el exfutbolista Mikheil Kavelashvili asumiera oficialmente la presidencia de la nación del Cáucaso Sur, consolidando el control del partido en el gobierno en lo que la oposición califica como un golpe a las aspiraciones del país de entrar en la Unión Europea y una victoria para su antiguo gobernante imperial, Rusia.

“Condenamos enérgicamente la violencia de la semana pasada contra manifestantes pacíficos, medios de comunicación y líderes de la oposición y recordamos la responsabilidad de las autoridades georgianas de respetar los derechos humanos y proteger las libertades fundamentales, incluida la libertad de reunión y la libertad de prensa”, escribieron los tres ministros en un comunicado conjunto.

En alusión al rumbo favorable a Rusia del partido gobernante Sueño Georgiano, los tres países dijeron que “implementarán la decisión de la UE de poner fin a los viajes sin visa para los titulares de pasaportes diplomáticos y de servicio georgianos y considerarán medidas adicionales a nivel nacional y de la UE”.

También enfatizaron que “el rumbo político de represión y retroceso democrático por parte de Sueño Georgiano ha llevado, en consecuencia, a una degradación de nuestra relación a nivel europeo y nacional y una reducción de nuestra asistencia y cooperación con las autoridades de Georgia”.

El partido Sueño Georgiano retuvo el control del Parlamento en la nación del Cáucaso Sur en las elecciones del 26 de octubre, que la oposición alega fueron manipuladas con la ayuda de Moscú. El partido ha prometido continuar avanzando hacia el ingreso en la Unión Europea, pero también quiere “restablecer” los lazos con Rusia.

La presidenta saliente de Georgia y los principales partidos prooccidentales han boicoteado las sesiones parlamentarias posteriores a las elecciones y han exigido una repetición de los comicios.

Los críticos acusan al Sueño Georgiano —fundado por Bidzina Ivanishvili, un multimillonario enigmático que hizo su fortuna en Rusia— de volverse cada vez más autoritario y de inclinarse hacia Moscú, acusaciones que el partido gobernante ha negado. El partido impulsó hace poco leyes similares a las utilizadas por el Kremlin para reprimir la libertad de expresión y los derechos LGBTQ+.

La decisión del Sueño Georgiano de suspender el mes pasado las conversaciones sobre la candidatura de su país para unirse a la UE aumentó la indignación de la oposición e impulsó las protestas.

“Reiteramos nuestra determinación de apoyar las aspiraciones democráticas y europeas del pueblo georgiano”, recalcaron Alemania, Francia y Polonia en su declaración conjunta.

Durante semanas, miles de manifestantes se han congregado cada noche ante el edificio del parlamento después de que el gobierno anunciara la suspensión de las conversaciones de adhesión a la UE el 28 de noviembre.

La policía antidisturbios utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno casi a diario para dispersar y golpear a decenas de manifestantes, algunos de los cuales lanzaron fuegos artificiales a los oficiales de policía y construyeron barricadas en el bulevar central de la capital. Cientos fueron detenidos y más de 100 fueron atendidos por lesiones.

Varios periodistas que fueron golpeados por la policía acusaron a las autoridades de usar a delincuentes para disuadir a las personas de asistir a las manifestaciones antigubernamentales, una acusación que el partido Sueño Georgiano rechaza. La represión ha recibido fuertes condenas de las autoridades de Estados Unidos y la UE.

___

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.