Pato O’Ward convierte las 500 Millas de Indianápolis en su fiesta personal, y todos están invitados

El piloto mexicano Pato O'Ward observa la práctica para las 500 Millas de Indianápolis, el viernes 16 de mayo de 2025 (AP Foto/Michael Conroy)

El piloto mexicano Pato O’Ward observa la práctica para las 500 Millas de Indianápolis, el viernes 16 de mayo de 2025 (AP Foto/Michael Conroy)

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INDIANÁPOLIS (AP) — Pato O’Ward estaba a punto de dirigirse por el túnel que lleva desde el Gasoline Alley hasta el callejón de los pits en el Indianapolis Motor Speedway el viernes, cuando hizo un giro brusco a la derecha y avanzó por una vía muy diferente.

Era más bien un pasillo flanqueado por niños que gritaban, todos con gorras de color de papaya y formando un túnel humano con las manos extendidas.

O’Ward, siempre un hombre del pueblo, pasó entre ellos con sus propias manos extendidas, dando más de cien choques de palmas en el tiempo que lleva cambiar cuatro neumáticos y cargar combustible a un bólido de la IndyCar. Luego, el piloto mexicano se dio la vuelta y corrió de regreso, finalmente hacia la pista para la práctica final, previa a la clasificación de este fin de semana para las 500 Millas de Indianápolis.

"¿Lo viste?” gritó uno de los niños de la Academia Monarca, una escuela predominantemente hispana en Indianápolis.

Es difícil no verlo.

De hecho, casi en cualquier lugar al que va O’Ward, parece atraer a una multitud. Cientos de fanáticos se quedan de pie durante horas bajo el sol abrasador fuera del garaje de Arrow McLaren para echarle un vistazo. Y cuando comienzan a corear el nombre de O’Ward, las sesiones de planificación e informes se ponen en pausa para que él pueda darles lo que quieren.

Podría ser uno de esos choques de manos. O una foto rápida. O un autógrafo.

...Quizás alguno garabateado en uno de los carteles de cartón de O’Ward que la gente sigue robando de los supermercados locales.

“Ha crecido mucho, realmente”, dijo O’Ward sobre su fama. “Las 500 Millas de Indianápolis del año pasado fueron un gran paso para eso, diría yo”.

Dos años después de terminar segundo detrás de Marcus Ericsson, O’Ward se había vuelto a poner en posición de ganar “El Espectáculo Más Grande en el Automovilismo”. Rebasó a su compañero de equipo Alexander Rossi para el segundo lugar con diez vueltas para el final, y comenzó a seguir al campeón defensor Josef Newgarden, pasando a la punta mientras los motores rugían hacia la primera curva de la última vuelta.

Pero al entrar en la tercera curva al final de la larga recta trasera, Newgarden recuperó el liderato, y aguantó desde allí para su segunda victoria en las 500 Millas de Indianápolis.

No fue solo la desilusión de terminar segundo nuevamente lo que hizo que O’Ward se ganara aún más a sus fanáticos. Fue su respuesta.

En la calle de los fosos, apenas logró salir a medias de su auto antes de desplomarse. Su casco fue lo único que ocultó las emociones.

Éstas emergieron más tarde, cuando O’Ward admitió: “Sólo quiero ganar esta carrera con todas mis ganas”.

“No me debe nada, así que cada vez que volvemos, siempre hay una sonrisa en mi rostro por tener otra oportunidad”, agregó.

Ha sido una semana de altibajos para O’Ward, cuya escudería parecía encontrar algo de velocidad en el ajuste de carrera durante la práctica del jueves, pero se topó con un problema el viernes, cuando los autos recibieron el aumento de 100 caballos de fuerza que usarán para la clasificación.

En lugar de salir a la pista temprano, Arrow McLaren estaba llevando el auto número 5 de regreso a Gasoline Alley.

“Había algo que a los ingenieros no les gustaba en la parte trasera del auto”, explicó O’Ward mientras caminaba de regreso al garaje. “Quieres asegurarte de que todo esté donde se supone que debe estar, para no lamentar no haber vuelto a revisarlo”.

Más temprano, O’Ward presentó su casco personalizado para el día de la carrera. Fue diseñado en Alemania y enviado a Estados Unidos, donde hubo un gran problema para que se lo entregaran en su casa.

O’Ward pasó casi una hora al teléfono durante un retraso por lluvia el martes tratando de resolver una disputa sobre algunos aranceles y el paquete sólo fue liberado cuando una mujer del equipo Arrow McLaren, que por casualidad está casada con un alto ejecutivo de UPS, intervino de alguna manera.

Hay varias calcomanías y marcas, pero lo más destacado es un monstruo pintado a cada lado. Es un homenaje a Cipactli, un monstruo marino primordial en la mitología azteca, que se dice que los dioses sacrificaron y luego usaron para crear el mundo.

“Básicamente devoraba todo a su paso, pero aparte de eso, fue sacrificado para crear el cielo y la tierra”, dijo O’Ward. “Creo que tienes que hacer sacrificios para lograr la grandeza, y eso es lo que estamos tratando de hacer este año”.

Quiere asegurarse de que un montón de sus fanáticos también puedan verlo.

Se espera que las entradas para las 500 Millas de Indianápolis se agoten mucho antes de la carrera del 25 de mayo, quizás tan pronto como este fin de semana, lo que significa una multitud de alrededor de 350.000 personas. O’Ward compró 300 de esos boletos y los regaló a los fanáticos que adqurieron su mercancía.

“Creo que es genial. Es un evento tan fenomenal y tengo mi propia suite por primera vez aquí en las 500 Millas de Indianápolis”, reveló. “Estoy superemocionado por eso. Definitivamente no se han agotado, pero está bien”.

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