Miles despiden a altos mandos militares y científicos iraníes muertos en ataques de Israel
Miles despiden a altos mandos militares y científicos iraníes muertos en ataques de Israel
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Miles de dolientes llenaron el sábado las calles del centro de Teherán para asistir al funeral del jefe de la Guardia Revolucionaria y de otros altos mandos y científicos nucleares muertos durante una guerra de 12 días con Israel.
Los ataúdes del jefe de la Guardia, el general Hossein Salami, y del jefe de su programa de misiles balísticos, el general Amir Ali Hajizadeh, entre otros, fueron transportados en camiones por la calle Azadi de la capital mientras la multitud coreaba “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”.
Salami y Hajizadeh fallecieron el primer día de la guerra, el 13 de junio, cuando Israel inició un conflicto que, según dijo, tenía como objetivo destruir el programa nuclear de la República Islámica, atacando específicamente a altos mandos militares, científicos e instalaciones nucleares.
La prensa estatal reportó que más de un millón de personas participaron en el cortejo fúnebre, lo cual fue imposible de confirmar de manera independiente, pero una compacta multitud llenó la principal arteria de la capital a lo largo de los 4,5 kilómetros (casi 3 millas) del recorrido.
No se vio al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, en la transmisión estatal del funeral. En eventos similares en el pasado, Jamenei —quien no aparece en público desde antes del inicio de los ataques—, ha rezado por los comandantes caídos sobre sus ataúdes antes del comienzo de las ceremonias, y luego se emitía por la televisión estatal.
El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, acudió al acto, y la cadena estatal informó que el general Esmail Qaani —que dirige la rama extranjera de la Guardia Revolucionaria, la Fuerza Quds— y el general Ali Shamkhani también estaban entre los presentes.
Shamkhani, que es asesor de Jamenei y resultó herido en la primera ronda de ataques de Israel y tuvo que ser hospitalizado, apareció con un traje civil y apoyado en un bastón, según una imagen distribuida en el canal de Telegram de la televisora.
La Guardia Revolucionaria de Irán se creó tras la Revolución Islámica de 1979. Desde entonces ha pasado de ser una fuerza paramilitar de seguridad interna, a una fuerza transnacional que ha acudido en ayuda de los aliados de Teherán en Oriente Medio, desde Siria y Líbano hasta Irak. Opera en paralelo a las fuerzas armadas del país y controla el arsenal iraní de misiles balísticos, que se emplearon para atacar a Israel dos veces durante la guerra que libra contra Hamás en la Franja de Gaza.
En los 12 días previos a la declaración de alto el fuego del martes, Israel afirmó haber matado a unos 30 comandantes iraníes y 11 científicos nucleares, en operaciones contra ocho instalaciones relacionadas con el programa nuclear de Teherán y más de 720 sitios de infraestructura militar. Más de 1.000 personas perdieron la vida, incluyendo al menos 417 civiles, de acuerdo con el grupo Activistas de Derechos Humanos, con sede en Washington.
Irán lanzó más de 550 misiles balísticos contra Israel. La mayoría fueron interceptados por los sistemas de defensa antiaérea israelíes, pero los que lograron pasar causaron daños en muchas zonas y mataron a 28 personas.
Los del sábado fueron los primeros funerales públicos por altos comandantes desde el alto el fuego, y la televisión estatal iraní reportó que eran para un total de 60 personas, entre las que había cuatro mujeres y cuatro menores.
Las oficinas gubernamentales no abrieron para permitir que los empleados públicos asistieran a las ceremonias.
Muchos en la multitud expresaron sentimientos de ira y rebeldía.
“Esto no es un alto el fuego, esto es solo una pausa”, dijo Ahmad Mousapoor, de 43 años, ondeando una bandera iraní. “Hagan lo que hagan, sin duda daremos una respuesta contundente”.
Los medios estatales publicaron imágenes de una tumba abierta en el inmenso cementerio de Behesht-e-Zahra de la capital, donde el jefe del Estado Mayor del ejército, el general Mohammad Bagheri, quien murió el primer día de la guerra, iba a ser enterrado junto a su hermano, un comandante de la Guardia fallecido en la guerra con Irak en la década de 1980.
Muchos de los demás iban a ser sepultados en sus ciudades natales.
La agencia noticiosa del poder judicial iraní, Mizan, confirmó que el fiscal jefe de la conocida prisión de Evin falleció en un ataque israelí el lunes.
Ali Ghanaatkar, cuya campaña de persecución a disidentes recibió críticas generalizadas por parte de grupos de derechos humanos, sería enterrado en un santuario en Qom, agregó.
Irán ha insistido en que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Pero Israel lo considera una amenaza a su existencia y afirmó que su campaña militar era necesaria para evitar la construcción de un arma atómica.
La última aparición pública de Jamenei fue el 11 de junio, dos días antes del estallido de las hostilidades con Israel, cuando se reunió con miembros del parlamento de Irán.
El jueves se difundió un video pregrabado, su primer mensaje desde el final de la guerra, lleno de advertencias y amenazas contra Estados Unidos e Israel, adversarios de larga data de la República Islámica.
El líder, de 86 años, restó importancia a los ataques estadounidenses a tres sitios nucleares iraníes al afirmar que no habían logrado “nada significativo” y reclamó la victoria sobre Israel.
El jefe de la agencia de control nuclear de Naciones Unidas, Rafael Grossi, calificó como “muy, muy, muy considerable” el daño causado por las bombas estadounidenses antibúnker en Fordo, una instalación nuclear construida en el interior de una montaña.