EEUU dejará de recomendar vacunas contra COVID-19 para niños sanos y embarazadas, dice Kennedy

ARCHIVO – Un letrero en la entrada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Atlanta, el 8 de octubre de 2013. (AP Foto/David Goldman, Archivo)

ARCHIVO – Un letrero en la entrada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Atlanta, el 8 de octubre de 2013. (AP Foto/David Goldman, Archivo)

NUEVA YORK (AP) — El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., anunció el martes que ya no se recomendarán las vacunas contra el COVID-19 para niños sanos y mujeres embarazadas, una medida que fue inmediatamente cuestionada por varios expertos en salud pública.

En un video de 58 segundos publicado en la red social X, Kennedy afirmó que eliminó las vacunas contra el COVID-19 de las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para esos grupos. Ningún miembro de los CDC apareció en el video, y los funcionarios del organismo remitieron las preguntas sobre el anuncio a Kennedy y al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).

No se dieron a conocer más detalles, y los funcionarios del HHS no respondieron por el momento a preguntas sobre cómo se tomó la decisión.

Algunos médicos y líderes de salud pública calificaron la medida de preocupante y confusa.

“No hay nuevos datos o información, sólo están improvisando”, dijo Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos, siguiendo las recomendaciones de expertos en enfermedades infecciosas, han instado a que todos los estadounidenses de 6 meses en adelante reciban refuerzos anuales de la vacuna contra el COVID-19.

La idea de cambiar las recomendaciones no es inesperada. A medida que la pandemia de COVID-19 ha mermado, los expertos han estado discutiendo la posibilidad de centrar los esfuerzos de vacunación en personas de 65 años o más, quienes tienen mayor riesgo de muerte y hospitalización.

Un panel asesor de los CDC se reunirá en junio para hacer recomendaciones sobre las vacunas de otoño. Entre sus opciones está sugerir vacunas para grupos de alto riesgo, sin dejar de dar a las personas de menor riesgo la opción de vacunarse.

Sin embargo, Kennedy, un destacado opositor a las vacunas antes de convertirse en secretario de Salud, decidió no esperar la revisión del panel científico. Aseveró que se han recomendado los refuerzos anuales de la vacuna contra el COVID-19 para los niños “a pesar de la falta de datos clínicos” que respalden esa decisión.

Algunos médicos y líderes de salud pública expresaron su preocupación de que los funcionarios del HHS hayan ignorado un proceso de revisión científica que ha estado en vigor durante décadas, en el cual los expertos revisan la evidencia médica actual y discuten los pros y los contras de los cambios de política, en reuniones públicas.

“Es un precedente peligroso. Si puedes empezar a hacer eso con esta vacuna, puedes empezar a hacerlo con cualquier vacuna que quieras, incluyendo la de sarampión-rubeola-paperas”, dijo Osterholm, refiriéndose a otra vacuna sobre la cual Kennedy ha expresado dudas.

Él y otros dijeron que el anuncio plantea una serie de preguntas, incluyendo si las compañías de seguros de salud seguirán cubriendo las vacunas contra el COVID-19 y cuán difícil será ahora que las personas que quieren las vacunas las obtengan.

“La razón por la que damos vacunas a personas sanas es para mantenerlas a salvo”, dijo el doctor Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Americana de Salud Pública.

Más de 1,2 millones de personas han muerto en Estados Unidos por COVID-19, la mayoría de ellas ancianas. Pero los niños no se han salvado: el coronavirus ha sido la causa subyacente en más de 1,300 muertes infantiles desde que comenzó la pandemia, según datos de los CDC.

El comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), el doctor Marty Makary, y el doctor Jay Bhattacharya, jefe de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), aparecieron en el video con el secretario de Salud.

A principios de este año, durante el proceso de nominación, Kennedy aseguró a los republicanos indecisos que no alteraría el calendario federal de vacunas.

Pero desde entonces, Kennedy y otros funcionarios designados por el gobierno del presidente Donald Trump han hecho grandes cambios en el sistema de aprobación y uso de vacunas.

Añadieron restricciones a una reciente aprobación de la inmunización. La semana pasada, la FDA anunció que las aprobaciones rutinarias de la vacuna contra el COVID-19 se limitarán a personas de la tercera edad y jóvenes con riesgos de salud subyacentes, a la espera de nuevas investigaciones para adultos y niños sanos.

Entre la confusión creada por el anuncio del martes, los expertos dijeron que estaba la implicación de que el coronavirus no es peligroso para las mujeres embarazadas.

Durante el apogeo de la pandemia, las muertes de mujeres durante el embarazo o poco después del parto se dispararon a su nivel más alto en 50 años. De hecho, el embarazo estaba en la lista de condiciones de salud que calificarían a alguien para una vacuna contra el COVID-19 bajo el nuevo “marco” de orientación de la FDA anunciado la semana pasada.

Se ha recomendado la vacunación para mujeres embarazadas, en parte, porque es una forma de pasar inmunidad a los recién nacidos que son demasiado jóvenes para las vacunas y son vulnerables a las infecciones.

“Decir que no están en riesgo es simplemente incorrecto”, dijo el doctor Sean O’Leary de la Academia Estadounidense de Pediatría.

El doctor Steven Fleischman, presidente del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, dijo que “la ciencia no ha cambiado. Está muy claro que la infección por COVID durante el embarazo puede ser catastrófica y llevar a una discapacidad mayor, y puede tener consecuencias devastadoras para las familias”.

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El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe apoyo del Grupo de Medios Educativos y de Ciencia del Instituto Médico Howard Hughes y de la Fundación Robert Wood Johnson. La AP es la única responsable de todo el contenido.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.