Primer ministro polaco sobrevive a la moción de confianza mientras busca reafirmar el control
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ofrece un discurso en el Parlamento, en Varsovia, Polonia, el 11 de junio de 2025. (AP Foto/Czarek Sokolowski)
VARSOVIA, Polonia (AP) — El gobierno del primer ministro polaco, Donald Tusk, sobrevivió el miércoles a una moción de confianza en el Parlamento polaco, mientras sus simpatizantes se ponían de pie para aclamarlo y corear su nombre.
Los legisladores votaron 243-210 a favor del gobierno. No hubo abstenciones.
Tusk solicitó la votación tras la derrota de su aliado politico en la reciente elección presidencial, una derrota que lo debilitó y lo dejó con la necesidad de buscar una forma de reafirmar su autoridad.
Tusk explicó la necesidad de la votación diciendo que Polonia está en una nueva realidad tras la elección y que él busca una nueva apertura.
Previamente, el político, defendió ante el parlamento que su coalición centrista y proeuropea ha llevado progreso al país, mientras busca recuperar el impulso político tras la dolorosa derrota de su grupo en las recientes elecciones presidenciales.
Tusk reconoció también las nuevas dificultades que enfrenta en un discurso antes de la moción de confianza que solicitó para reafirmar el mandato de su gobierno de coalición.
La votación parlamentaria se celebra tras la estrecha derrota del alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, ante Karol Nawrocki, un nacionalista de derechas respaldado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los comicios del 1 de junio.
“Solicito un voto de confianza con la plena convicción de que tenemos un mandato para gobernar, para asumir toda la responsabilidad de lo que está sucediendo en Polonia”, afirmó Tusk.
La mayor parte del poder en el sistema parlamentario de Polonia recae en un Parlamento electo y un gobierno elegido por éste. Sin embargo, el presidente puede vetar la legislación y representa al país en el extranjero.
“Quien esté listo para avanzar conmigo, con el gobierno, y sobre todo con nuestros votantes, independientemente de estas emociones momentáneas, y construir una Polonia mejor, debería votar hoy por una moción de confianza en nuestro gobierno”, dijo Tusk.
Se esperaba que Tusk superara la votación en la cámara baja del parlamento, el Sejm, programada para el miércoles por la tarde. Su coalición de cuatro partidos tiene una mayoría estrecha pero estable en el Sejm, de 460 escaños.
Un fracaso hubiera provocado la formación de un gobierno provisional y posiblemente unas elecciones anticipadas, un escenario que podría devolver el poder al partido nacional conservador Ley y Justicia, probablemente en coalición con la formación ultraderechista Confederación, cuyo candidato quedó tercero en la contienda presidencial.
Tusk había contado durante mucho tiempo con una victoria de Trzaskowski para poner fin a meses de estancamiento con el presidente Andrzej Duda, quien bloqueó repetidamente su agenda de reformas. Pero ahora enfrenta a un presidente entrante alineado con la oposición nacionalista y abiertamente hostil a las prioridades legislativas de su gobierno.
“No podemos cerrar los ojos a la realidad”, dijo. “Un presidente reacio a aceptar los cambios que propusimos para Polonia y nuestros votantes está siendo reemplazado por un presidente que es al menos igualmente reacio a esos cambios y propuestas”.
Pero también afirmó que la estrecha derrota de Trzaskowski indica que el apoyo a su grupo político sigue siendo fuerte.
La ajustada carrera presidencial ha sacudido a su coalición, una incómoda alianza entre su centrista Coalición Cívica, el partido de la Izquierda y el centroderechista Partido Popular Polaco, que ha tenido problemas para cumplir compromisos clave de campaña, como liberalizar la ley polaca sobre el aborto y legalizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Tusk reconoció las crecientes tensiones en su discurso del miércoles.
Muchos han comenzado a culpar a Tusk de la derrota de Trzaskowski, y sus socios de gobierno han empezado a reevaluar los beneficios y costos de seguir con él. Algunos piden que se seleccione un nuevo primer ministro.
Hay dudas sobre lo que Tusk puede lograr de manera realista antes de las próximas elecciones parlamentarias, previstas para finales de 2027, e incluso si sobrevivirá tanto tiempo en un nuevo entorno político en el que la extrema derecha ha incrementado su popularidad. La prensa polaca y los analistas políticos debaten acerca de si este podría ser el ocaso político de Tusk, de 68 años.
“Conozco el sabor de la victoria, conozco la amargura de la derrota, pero no conozco la palabra ‘capitulación’”, dijo Tusk a los legisladores.
Como parte de su nuevo comienzo, anunció planes para una reconstrucción del gobierno en julio que incluirá “nuevas caras”. Dijo que se nombrará un portavoz del gobierno en junio, un reconocimiento de que la coalición necesita una forma de presentar un mensaje unificado. Hasta ahora, el primer ministro ha buscado comunicar sus políticas al público él mismo en las redes sociales y en conferencias de prensa.
Tusk fue primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014, y después fue presidente del Consejo Europeo entre 2014 y 2019. Recuperó el cargo de primer ministro en diciembre de 2023, en un país agotado por la pandemia y la inflación, y con amargas y profundas divisiones políticas.
Como muestra de estas divisiones, la mitad de la cámara estaba vacía el miércoles por el boicot de legisladores de derecha a su discurso. Tusk los criticó por eso, sugiriendo que estaban mostrando falta de respeto a la nación al ausentarse.
Mientras los legisladores mantenían un debate que se prolongó durante horas, un legislador de extrema derecha, Grzegorz Braun, destruyó una exposición que promovía la igualdad LGBTQ+ en los pasillos del parlamento, derribando carteles y pisoteándolos.
Braun, quien ha sido acusado antisemitismo, extinguió velas de Janucá en el parlamento con un extintor de incendios en 2023 y fue un candidato presidencial que ganó más del 6% de los votos en la primera ronda de las recientes elecciones.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.