Médicos de reconocido centro pediátrico argentino, en pie de guerra en reclamo de aumento salarial
Médicos de reconocido centro pediátrico argentino, en pie de guerra en reclamo de aumento salarial
BUENOS AIRES (AP) — Médicos, residentes y personal administrativo del Hospital Garrahan, el principal centro pediátrico de Argentina que es referente en América Latina, insistían el lunes con sus reclamos al gobierno del ultraderechista presidente Javier Milei de una urgente recomposición salarial.
En tanto, en un contexto de creciente malestar de los profesionales de la salud, un fiscal federal inició una investigación al ministro de Salud por el presunto manejo arbitrario del nosocomio, considerado un centro oncológico de excelencia.
El descontento se concentraba especialmente entre los médicos del hospital luego de que el gobierno, que lo financia en un 80%, anunció durante el fin de semana un aumento salarial para los médicos residentes, que llevaría sus ingresos de 660 a 1.083 dólares mensuales a partir del 1 de julio.
El aumento a los residentes, aún no oficializado, dejaría por fuera de la eventual negociación salarial a más del 90% de los trabajadores de la planta permanente del hospital, “lo cual hace crecer el conflicto y está empujando a que muy probablemente en el día de mañana se voten nuevos paros y movilizaciones”, dijo el lunes a The Associated Press el secretario general de la junta interna de trabajadores del Garrahan, Alejandro Lipcovich.
Los residentes —quienes han completado la carrera de medicina y se encuentra en un período de formación especializada— cuestionaron a su vez la veracidad de los incrementos anunciados al señalar que las autoridades del centro pediátrico los dieron a conocer través de sus redes sociales y no por la vía oficial que corresponde.
Los residentes convocaron para las próximas horas en el centro de Buenos Aires a una marcha en la que los manifestantes portarán velas en rechazo a los sueldos que ellos y otros profesionales de la salud reciben, los que, según sostienen, nos les alcanza para hacer frente a una canasta básica de productos y servicios.
El Hospital Garrahan atiende el 40% de la patología oncológica infantil en Argentina y realiza un 60% de los trasplantes. Es el centro de referencia en la atención de cardiopatías congénitas y enfermedades poco frecuentes.
Sus trabajadores han protagonizado otros reclamos desde 2024, el primer año de gobierno de Milei, un ultraliberal que ha hecho del recorte del gasto público para combatir la inflación su principal bandera.
Mientras el malestar social aumentaba, el fiscal Guillermo Marijuán hizo lugar a un pedido de la líder de la opositora Coalición Cívica, Elisa Carrió, y otros legisladores y dispuso investigar al ministro de Salud, Mario Lugones, por presunto abuso de autoridad en una causa iniciada en octubre de 2024, cuando en una decisión “claramente arbitraria y contraria a la normativa”, según dijo el funcionario judicial, echó al entonces consejo directivo del Garrahan por aprobar un bono para los trabajadores.
Lugones no se pronunció públicamente sobre la imputación.
En el fin de semana, el ministro dijo sobre el incremento a los residentes que es posible por “el ahorro obtenido mediante la eliminación de gastos superfluos y desvíos presupuestarios”.
El funcionario reforzó el argumento esgrimido por el propio Milei de que hay “administrativos dibujados por el kirchnerismo” —la fuerza política que gobernó con anterioridad— popularmente llamados “ñoquis”.
“Obviamente los trabajadores estamos en contra de los ñoquis. Lo único que decimos es que es falso que ese es el problema del hospital”, dijo al respecto Lipcovich.
Los profesionales de la salud del hospital han denunciado en comunicados que “la asfixia salarial ha llegado a un extremo tal que es la causa directa de la renuncia de cerca de 200 trabajadores de los distintos equipos interdisciplinarios”, afectando con ello a los pacientes.
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Barreiro reportó desde Montevideo, Uruguay.