Sudáfrica dice que recortes de Trump dejaron a más de 8.000 trabajadores fuera de su programa de VIH
Nozuko Majola, una persona afectada por los recortes en la asistencia estadounidense, en su vivienda en Umzimkhulu, Sudáfrica. (AP foto/Jerome Delay)
JOHANNESBURGO (AP) — El desmantelamiento de USAID por parte de la administración Trump ha dejado sin trabajo a más de 8.000 trabajadores de salud en el programa nacional de VIH de Sudáfrica, informó el jueves el ministro de salud del país, mientras describía el impacto de los recortes de fondos de Estados Unidos en el mayor proyecto de tratamiento de sida en el mundo.
Los recortes también han cerrado 12 clínicas especializadas en VIH que eran gestionadas por organizaciones no gubernamentales en Sudáfrica y financiadas por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional a través del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA, indicó a periodistas el ministro de Salud, Aaron Motsoaledi.
Advirtió que las autoridades de salud están ahora registrando a los más de 60.000 pacientes que eran atendidos por esas clínicas en instalaciones de salud estatales para continuar con su tratamiento.
Sudáfrica tiene casi seis millones de personas tomando medicamentos para el VIH, más que cualquier otro país en el mundo.
Las clínicas que fueron desfinanciadas por Estados Unidos estaban tratando en gran medida a lo que se conoce como “poblaciones vulnerables”, señaló Motsoaledi. Estas incluyen a hombres homosexuales y trabajadores sexuales que se consideran en mayor riesgo de infección por VIH y que a veces enfrentan estigmatización en las instalaciones de salud pública.
Motsoaledi sostuvo que la administración Trump había terminado con alrededor de 436 millones de dólares anuales en financiamiento para el tratamiento y prevención del VIH en Sudáfrica, lo que constituía parte del programa de 2.500 millones de dólares al año. El gobierno sudafricano y otros donantes financian el resto.
Las pruebas de carga viral —que miden cuánto del virus del VIH está presente en la sangre de los pacientes en tratamiento— habían disminuido en un 21% desde que los recortes de ayuda comenzaron a tener efecto en febrero, dijo el ministro de salud. No dio cifras sobre cómo se había visto afectado el programa de pruebas para encontrar a aquellos que son VIH positivos.
La doctora Linda-Gail Bekker, directora ejecutiva de la Fundación de Salud Desmond Tutu, afirmó que los profesionales médicos están profundamente preocupados por la posibilidad de deshacer el progreso logrado en el tratamiento del VIH y la pérdida de empleos de los trabajadores de salud.
“Sabemos que estos servicios han cesado y estamos comenzando a ver señales preocupantes de que las tasas de pruebas están disminuyendo y otras señales de advertencia temprana de que hay brechas”, expresó Bekker. “Sería realmente útil si el ministerio reconociera las brechas creadas y articulara un plan para asegurar que la brecha se llene al menos parcialmente”.
El tratamiento y la prevención del VIH es una de las áreas que se ha visto más afectada por la terminación de la ayuda exterior de Estados Unidos, especialmente en el África subsahariana.
El jefe de la agencia de sida de las Naciones Unidas dijo a Associated Press en febrero que el número de nuevas infecciones por VIH a nivel mundial podría aumentar más de seis veces para 2029 debido a los recortes de fondos.
Motsoaledi negó que el programa nacional de Sudáfrica estuviera al borde del colapso, pero describió problemas significativos como la escasez de personal, la falta de fondos y las dificultades para localizar a las personas VIH positivas que necesitan comenzar el tratamiento.
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de terminar con más del 90% de la ayuda exterior a través de la agencia USAID ha socavado un esfuerzo de casi 20 años para detener las muertes por VIH en el país más afectado por la enfermedad. El financiamiento de Estados Unidos ha sido crítico para los esfuerzos de Sudáfrica para evitar que las personas mueran de sida, principalmente a través de la ayuda para proporcionar medicamentos antirretrovirales gratuitos que detienen la replicación del virus en el cuerpo.
“Debemos dejar absolutamente claro que bajo ninguna circunstancia permitiremos que este enorme trabajo realizado durante un período de más de una década y media colapse y se esfume porque el presidente Trump ha decidido hacer lo que ha hecho”, aseveró Motsoaledi.
Sudáfrica tiene alrededor de 7,7 millones de personas viviendo con VIH, según la agencia de sida de la ONU. No todos están en tratamiento a pesar de que es gratuito. Sudáfrica ha emprendido recientemente una campaña para que 1 millón más de personas reciban tratamiento.
Los 8.061 trabajadores de salud que perdieron sus empleos constituyen más de la mitad de los trabajadores de salud financiados por USAID a través de PEPFAR, aseguró Motsoaledi. Afirmó que Sudáfrica todavía tiene más de 250.000 trabajadores de salud en el programa de VIH pagados por el gobierno y otros donantes.
Aunque Sudáfrica todavía cuenta con donantes como el Fondo Mundial que proporcionan asistencia financiera para su programa de VIH, Motsoaledi anunció que estaba solicitando ayuda a otros gobiernos y agencias de ayuda, pero no se había asegurado ningún nuevo financiamiento.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.