Autoridades suizas liberan a activista tras descartar homicidio en caso de “cápsula de suicidio”
GINEBRA (AP) — Un activista por el derecho a morir fue liberado el lunes luego de pasar más de dos meses en custodia policial por el primer uso reportado de una llamada “cápsula de suicidio”, informaron fiscales suizos tras descartar la posibilidad de presentar cargos por homicidio intencional.
Florian Willet, jefe del grupo de defensa The Last Resort, fue liberado por las autoridades en la región norteña de Schaffhausen, donde se dijo que una mujer estadounidense de 64 años a finales de septiembre fue la primera usuaria de la cápsula de suicidio Sarco, una cámara sellada que libera gas al presionar un botón desde su interior.
Las autoridades arrestaron a cuatro personas, pero inicialmente sólo liberaron a tres de ellas, manteniendo a Willet detenido bajo sospecha de que la mujer, que no fue identificada, podría no haberse suicidado sino que podría haber sido asesinada.
En un comunicado emitido el lunes, los fiscales indicaron que se abrió un caso penal el 23 de septiembre, el día de la muerte de la mujer, por sospecha de “incitar y ayudar al suicidio” y una “fuerte sospecha de la comisión de homicidio intencional”.
Aunque un informe de autopsia de expertos en la vecina Zúrich aún no está disponible, los investigadores ya no sospechan de homicidio intencional, aunque hay “una fuerte sospecha del delito de incitar y ayudar al suicidio”, se lee en el comunicado.
El comunicado afirmó que el sospechoso fue liberado, si bien no lo identificó por su nombre. Willet había hablado repetidamente con The Associated Press antes de su arresto y sus colegas han hablado públicamente en su defensa con la esperanza de asegurar su liberación.
Los fiscales no dieron más detalles, incluyendo si el sospechoso fue liberado condicionalmente y si enfrenta una investigación penal por sospecha de incitación al suicidio.
Las llamadas de la AP al teléfono móvil de Willet no han sido respondidas de momento.
Philip Nitschke, desarrollador de Sarco de Exit International, un grupo por el derecho a morir afiliado a The Last Resort, ha dicho que las sospechas de que la mujer podría ser estrangulada eran “absurdas”. Nitschke dijo que observó por video durante la muerte de la mujer, en un bosque en la región de Schaffhausen cerca de la frontera alemana, y que el dispositivo funcionó según lo planeado.
La cápsula Sarco fue diseñada para permitir que una persona sentada en su asiento reclinable presione un botón que inyecta gas nitrógeno en la cámara sellada. Se supone que la persona entonces pierda el conocimiento y muera por asfixia en cuestión de minutos.
La ley suiza permite el suicidio asistido siempre y cuando la persona se quite la vida sin “asistencia externa” y aquellos que ayudan a la persona a morir no lo hagan por “ningún motivo egoísta”, explica un sitio web del gobierno.
Suiza está entre los únicos países donde los extranjeros pueden viajar para terminar legalmente sus vidas y tiene varias organizaciones que están dedicadas a ayudar a las personas a suicidarse.
Nitschke ha dicho repetidamente que los abogados suizos de Exit International habían aconsejado que el uso de la cápsula sería legal en Suiza.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.