Automotriz japonesa Toyota construye una ciudad para probar la movilidad futurista
En esta imagen, proporcionada por Woven by Toyota, se muestra una plaza en el centro del complejo de apartamentos Woven City, en la ciudad de Susono, en la prefectura de Shizuoka, Japón, en febrero de 2025. (Woven by Toyota vía AP)
SUSONO, Japón (AP) — Woven City, cerca del Monte Fuji, es el lugar donde el fabricante japonés de automóviles Toyota planea probar cómo será la vida cotidiana con robótica, inteligencia artificial y transporte autónomo de cero emisiones.
Daisuke Toyoda, un ejecutivo a cargo del proyecto de la familia fundadora de la automotriz, recalcó que no se trata de “una ciudad inteligente”.
“Estamos creando un campo de pruebas para la movilidad, así que es un poco diferente. No somos un desarrollador inmobiliario”, comentó el sábado durante una visita a las instalaciones, donde ya se ha completado la primera fase de la construcción.
The Associated Press fue el primer medio extranjero en ver un avance de Woven City, con un costo de 10.000 millones de dólares.
La primera fase abarca 47.000 metros cuadrados (506.000 pies cuadrados), aproximadamente el tamaño de cinco campos de béisbol. Cuando esté finalizada, tendrá una superficie de 294.000 metros cuadrados (3,1 millones de pies cuadrados).
Construida en los terrenos de una fábrica de automóviles de Toyota Motor Corp. cerrada, está destinada a ser un lugar donde investigadores y startups se reúnan para compartir ideas, afirmó Toyoda.
Los ambiciosos planes para levantar ciudades futuristas han fracasado o están inconclusos, incluyendo el que propuso la empresa matriz de Google, Alphabet, en Toronto; “Neom” en Arabia Saudí; un proyecto cerca de San Francisco liderado por un antiguo operador de Goldman Sachs, y Masdar City, junto al aeropuerto de Abu Dhabi.
La construcción de Woven City comenzó en 2021. Todos los edificios están conectados por pasajes subterráneos por los que los vehículos autónomos se moverán recogiendo basura y haciendo entregas.
De momento, nadie vive allí.
Los primeros en hacerlo serán un grupo de apenas 100 personas. Los llamados “tejedores”, son empleados de la propia Toyota y de empresas asociadas, incluyendo el fabricante de fideos instantáneos Nissin, y Daikin, que produce aires acondicionados. La firma cafetera UCC servía bebidas calientes desde un autobús de conducción autónoma estacionado en una plaza rodeada de complejos de apartamentos aún vacíos.
El nombre de la ciudad es un homenaje a los inicios de Toyota como fabricante de telares automáticos. Sakichi Toyoda, el bisabuelo de Daisuke Toyoda, solo quería hacerle la vida más fácil a su madre, que trabajaba en un telar manual.
Poco se habló acerca del uso de vehículos eléctricos, un sector en el que Toyota ha quedado rezagado. Mientras Tesla y Byd surgían como grandes actores en ese mercado, Toyota se ha centrado en impulsar el hidrógeno, la energía elegida en Woven City.
Los responsables de la multinacional japonesa reconocieron que no esperan obtener ganancias de Woven City, al menos no durante unos años.
Keisuke Konishi, analista automotriz en Quick Corporate Valuation Research Center, cree que Toyota quiere trabajar en vehículos robóticos para rivalizar con Waymo, de Google, incluso aunque eso signifique construir un complejo entero.
“Toyota tiene el dinero para hacer todo eso”, aseveró.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.