Trump dice a líderes del Golfo que Irán debe cesar su apoyo a grupos aliados para un acuerdo nuclear

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman (derecha), da la bienvenida al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la foto grupal con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo durante una cumbre en Riad, Arabia Saudí, el 14 de mayo de 2025. (AP Foto/Alex Brandon)

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman (derecha), da la bienvenida al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la foto grupal con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo durante una cumbre en Riad, Arabia Saudí, el 14 de mayo de 2025. (AP Foto/Alex Brandon)

RIAD, Arabia Saudí (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles a los líderes del Golfo Pérsico que quiere “llegar a un acuerdo” urgentemente con Irán para reducir su programa nuclear, pero indicó que Teherán debe dejar de respaldar a grupos aliados en toda la región como parte de cualquier posible pacto.

Irán “debe dejar de patrocinar el terrorismo, detener sus sangrientas guerras por poderes y cesar de manera permanente y verificable la búsqueda de armas nucleares”, afirmó Trump durante una reunión de líderes del Consejo de Cooperación del Golfo, organizada por el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, en la capital del reino. “No pueden tener un arma nuclear”.

Desde principios del mes pasado, Estados Unidos e Irán han participado en cuatro rondas de conversaciones centradas en el programa nuclear de la República Islámica. Trump ha señalado en repetidas ocasiones que cree que es posible negociar un acuerdo, pero que los plazos se están agotando.

El enérgico llamado del presidente estadounidense a Irán para que cese su apoyo a Hamás en Gaza, Hezbollah en Líbano y los hutíes en Yemen se produce luego de que su red de grupos aliados enfrentó reveses significativos en los últimos 19 meses, desde que Hamás lanzó un ataque el 7 de octubre de 2023 contra Israel.

En Irán, el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, calificó las declaraciones de Trump como “engañosas”, pero no abordó directamente el llamado del mandatario a que retire su apoyo a los grupos aliados.

Más tarde, en una conversación con periodistas a bordo del Air Force One, Trump instó a Irán a “tomar la decisión correcta” sobre su programa nuclear “porque algo va a suceder de una forma u otra”.

“Así que lo haremos de forma amistosa o lo haremos de forma muy poco amistosa”, advirtió. “Y eso no será agradable”.

Trump agregó que creía que el momento era propicio “para un futuro libre del control de los terroristas de Hezbollah”. El grupo político-paramilitar libanés está gravemente debilitado después de la guerra que libró el año pasado con Israel, en la que gran parte de su liderazgo superior fue asesinado, y tras perder un aliado clave con la caída del expresidente sirio Bashar Assad, un conducto para el envío de armas desde Irán.

Levantamiento de sanciones a Siria

Las declaraciones de Trump sobre Irán se produjeron después de su reunión con el presidente sirio Ahmad al-Sharaa, en un cara a cara con el líder insurgente que pasó años encarcelado por las fuerzas estadounidenses tras ser capturado en Irak.

Trump acordó reunirse con al-Sharaa al final de su estancia en Arabia Saudí. Su siguiente parada será Qatar, donde será honrado con una visita de Estado. Su gira por Oriente Medio lo llevará también a Emiratos Árabes Unidos.

Al-Sharaa fue nombrado presidente de Siria en enero, un mes después de una sorprendente ofensiva de grupos insurgentes liderados por Hayat Tahrir al-Sham, o HTS, de al-Sharaa, que asaltaron Damasco y pusieron fin a los 54 años de gobierno de la familia Assad.

Trump dijo que accedió a reunirse con al-Sharaa después de haber sido alentado a hacerlo por parte del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Además, prometió levantar las sanciones que pesan sobre Siria desde hace años.

Trump dijo a los periodistas que la reunión con al-Sharaa fue “excelente” y describió al líder como un “tipo joven y atractivo” con un “pasado muy fuerte”.

“Tiene una verdadera oportunidad de mantener la situación bajo control”, agregó.

El príncipe Mohammed acompañó a Trump y al-Sharaa en la reunión, que duró unos 33 minutos. Erdogan también participó en las conversaciones a través de videoconferencia.

Según Mohammed, la decisión de Trump de comprometerse con al-Sharaa y levantar las sanciones “aliviará el sufrimiento del pueblo sirio” e impulsará un “nuevo capítulo” para la nación.

Anteriormente conocido por el nombre de guerra Abu Mohammed al-Golani, al-Sharaa se unió a las filas de los insurgentes de Al Qaeda que luchaban contra las fuerzas estadounidenses en Irak después de la invasión liderada por Washington y sigue teniendo una orden de arresto pendiente por cargos de terrorismo en Irak. En su día, Estados Unidos ofreció 10 millones de dólares por información sobre su paradero debido a sus vínculos con Al Qaeda.

Al-Sharaa regresó a su Siria natal después del inicio de la guerra civil allí en 2011 y lideró la rama de Al Qaeda conocida antes como Frente Nusra. Más tarde cambió el nombre del grupo a Hayat Tahrir al-Sham y cortó lazos con Al Qaeda.

Las sanciones se remontan al gobierno de Bashar Assad, quien fue derrocado en diciembre, y buscaban infligir un gran daño a su economía.

Tanto el gobierno del expresidente Joe Biden como el de Trump mantuvieron las sanciones tras la caída de Assad mientras trataban de evaluar a al-Sharaa.

Visita de Estado a Qatar

Después de reunirse con miembros del CCG —que incluye a Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos— Trump se dirigía a Qatar, la segunda parada en su gira por la región.

Igual que los saudíes un día antes, Qatar desplegó la alfombra roja para Trump. El mandatario republicano fue recibido en el aeropuerto por el emir, el jeque Tamim Al Thani, y el Air Force One fue escoltado por F-15 qataríes cuando se acercaba a la capital, Doha.

Qatar, como los otros estados árabes del golfo Pérsico, es una nación autocrática donde los partidos políticos están prohibidos y la libertad de expresión está estrictamente controlada. Está dirigida por su emir, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, de 44 años, quien asumió el poder en junio de 2013 tras la renuncia de su padre.

Qatar también ha desempeñado un papel central en escándalos de sobornos en todo el mundo.

En Israel, las autoridades investigan acusaciones de que Qatar contrató a asesores cercanos al primer ministro, Benjamin Netanyahu, para lanzar campañas de relaciones públicas destinadas a mejorar la imagen del país entre los israelíes.

Dos legisladores de la Unión Europea fueron acusados de recibir dinero de Doha en un escándalo bautizado como “Qatar-gate”. En 2020, fiscales estadounidenses acusaron a Qatar de sobornar a miembros del comité ejecutivo de la FIFA para asegurar la celebración del Mundial del fútbol de 2022 en el país.

En 2024, RTX Corporation, el contratista de defensa antes conocido como Raytheon, acordó pagar más de 950 millones de dólares para resolver acusaciones de fraude al gobierno de Estados Unidos y pago de sobornos para lograr negocios con Qatar. Doha siempre ha negado haber cometido irregularidades.

Qatar sigue una forma ultraconservadora del islam suní conocida como wahabismo, nacida en Arabia Saudí. Pero el país adoptó un enfoque diferente en la Primavera Árabe al apoyar a los islamistas, incluidos los Hermanos Musulmanes de Egipto y al expresidente del país Mohammed Morsi, así como a quienes se levantaron contra Assad.

Su respaldo a los islamistas provocó, en parte, que Bahréin, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos boicotearan durante años al país. Las hostilidades se mantuvieron hasta 2021, cuando Biden se preparaba para entrar a la Casa Blanca.

Qatar también ha fungido como mediador clave, especialmente con Hamás, mientras la comunidad internacional busca un alto el fuego para la guerra entre Israel y el grupo insurgente en la Franja de Gaza. Además, fue el anfitrión de las negociaciones entre Washington y los talibanes que llevaron a la retirada de Estados Unidos de Afganistán en 2021.

La nación alberga también la Base Aérea Al-Udeid, una amplia instalación donde se ubica el cuartel general avanzado del Comando Central del ejército de Estados Unidos.

El adinerado país petrolero está en el centro de una polémica por su oferta de regalar a Trump un lujoso Boeing 747-8 que Estados Unidos podría usar como Air Force One mientras Boeing construye nuevas versiones del avión.

El gobierno qatarí apuntó que no se ha tomado una decisión final. Trump ha defendido que es una idea inteligente desde el punto de vista fiscal para Washington, aunque los críticos sostienen que equivaldría a que un presidente acepte un regalo asombrosamente caro de un gobierno extranjero.

Trump ha indicado que renovaría el avión y que, tras su salida de la Casa Blanca, se donaría a su biblioteca presidencial. Dice que no lo usaría una vez que abandone el cargo.

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Los periodistas de The Associated Press Suzan Fraser en Ankara, Turquía, Tia Goldenberg en Tel Aviv y Nasser Karimi en Teherán, Irán, contribuyeron a este despacho.

Aamer Madhani is a White House reporter.