Tras años de firme respaldo, 10 días cambiaron el enfoque de EEUU hacia Ucrania
Tras años de firme respaldo, 10 días cambiaron el enfoque de EEUU hacia Ucrania
KIEV, Ucrania (AP) — A medida que Ucrania se acercaba al tercer aniversario de la invasión a gran escala de Rusia, el camino que el país esperaba seguir hacia una paz favorable y duradera se vio trastocado en cuestión de días por el gobierno del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Kiev se había beneficiado de años de firme apoyo por parte de sus aliados en Estados Unidos y Europa, que le brindaron un apoyo militar y financiero crucial para defenderse de las persistentes incursiones del Kremlin.
Pero la larga conversación telefónica entre Trump y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, la semana pasada —que revirtió años de política estadounidense para aislar al líder ruso por su agresión— se interpretó en Kiev y en otras capitales europeas como una señal de que su alianza para contener a Moscú se estaba desmoronando.
A continuación, la cronología de los hechos:
Miércoles 12 de febrero
En su conversación de 90 minutos, Trump y Putin acordaron iniciar las negociaciones para poner fin a la guerra, una medida que fue recibida con júbilo en Rusia, pero que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, había advertido que sería “muy peligrosa” si Kiev quedaba excluida de las conversaciones.
Aunque Trump habló con Zelenskyy inmediatamente después de la llamada con Putin, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo ese día que el ingreso de Ucrania en la OTAN, algo que Kiev cree que protegería al país y a Europa de futuros ataques rusos, era poco realista. Además, sugerió que el país debería abandonar la esperanza de recuperar todo su territorio, una postura muy cercana a la de Moscú.
La vertiginosa velocidad a la que cambió la política de Washington hacia Ucrania y Rusia dejó a muchos ucranianos hartos de la guerra con la sensación de que estaban siendo excluidos de la conversación sobre su futuro, y temiendo que un acuerdo impuesto por la Casa Blanca y el Kremlin resulte en la pérdida de territorio y vulnerabilidad ante futuras agresiones rusas.
Viernes 14 de febrero
Los líderes europeos tuvieron su primera oportunidad de reunirse con miembros del nuevo gobierno de Trump en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania, donde esperaban aclarar el enfoque del líder estadounidense hacia la guerra.
Pero los mandatarios se quedaron atónitos cuando altos funcionarios estadounidenses, incluyendo el vicepresidente JD Vance, criticaron a las naciones europeas, enviaron señales contradictorias sobre el apoyo a Kiev y sugirieron que Europa no estaría en la mesa de negociación sobre Ucrania.
Durante el esperado encuentro entre Vance y Zelenskyy en Múnich, el líder ucraniano le dijo que su país necesitaba garantías de seguridad como condición previa para participar en cualquier diálogo con Moscú acerca del final de la contienda.
Zelenskyy señaló también que había ordenado a sus ministros que no firmaran una propuesta de acuerdo para dar a Estados Unidos acceso a los minerales de tierras raras ucranianos, una parte crucial de sus conversaciones con Vance. Funcionarios ucranianos afirmaron que la propuesta de Washington no ofrecía garantías de seguridad específicas a cambio del acceso a sus vastas reservas de minerales críticos para las industrias aeroespacial, de defensa y nuclear.
Un alto funcionario de la Casa Blanca describió la negativa de Zelenskyy como “corta de miras”.
Domingo 16 de febrero
En el último día de la conferencia de Múnich, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, comenzó a movilizar a los líderes europeos para reforzar su apoyo a Ucrania, y su ministro de Exteriores anunció una “reunión de trabajo” de emergencia en París para evaluar los próximos pasos que dará el continente.
Mientras, ante la preocupación por el posible debilitamiento del apoyo de Estados Unidos a Kiev, un grupo de naciones europeas trabajaba en silencio en un plan para enviar tropas a territorio ucraniano para ayudar a hacer cumplir cualquier futuro acuerdo de paz con Rusia.
Martes 18 de febrero
Funcionarios estadounidenses y rusos mantuvieron una reunión en la capital de Arabia Saudí, ignorando a Kiev y a sus socios europeos. Washington y Moscú acordaron trabajar juntos para poner fin a la guerra en Ucrania y mejorar sus lazos diplomáticos y económicos, un giro extraordinario en la política exterior de Estados Unidos.
Los tres altos funcionarios estadounidenses que asistieron a la cumbre en Riad —el secretario de Estado, Marco Rubio; el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, y el enviado especial de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff— afirmaron que la discusión de cuatro horas tenía como principal objetivo evaluar la seriedad de las intenciones rusas para lograr la paz.
Los tres dijeron en público que no se habían presentado propuestas específicas y que estaba por ver si los rusos estaban dispuestos a negociar de buena fe.
También rechazaron las afirmaciones de que Ucrania o los europeos estaban siendo excluidos, señalando que, aunque no estaban presentes en Riad, Trump, Vance y Rubio habían hablado con Zelenskyy y que habría funcionarios europeos implicados cuando comenzasen realmente las conversaciones de paz, si es que llega a pasar.
Zelenskyy restó importancia a las conversaciones y apuntó que no “arrojarán resultados” en ausencia de Kiev. Además, demoró la visita que tenía prevista a la capital saudí el día siguiente para evitar cualquier vinculación de su viaje con la cumbre entre Estados Unidos y Rusia.
Trump mostró poca paciencia ante las críticas de Kiev por haber quedado marginada y avivó una retórica inflamatoria que causó enojo y alarma en Ucrania y parecía contradecir las garantías que Rubio, Waltz y Witkoff habían intentado proporcionar.
Hablando desde su resort Mar-a-Lago, Trump lanzó la sorprendente sugerencia de que la propia Ucrania era la responsable de iniciar una guerra que se ha cobrado la vida de decenas de miles de sus ciudadanos y criticó a Zelenskyy por retrasar las elecciones debido a la invasión, algo contemplado en la Constitución ucraniana.
Miércoles 19 de febrero
Las declaraciones de Trump y una publicación en redes sociales el miércoles en la que se calificaba a Zelenskyy de “dictador”, llevaron al ucraniano a manifestar que algunos de los comentarios de su homólogo eran “desinformación” originada en Rusia, y que le gustaría que el equipo de Trump “fuera más veraz”.
Trump, según Zelenskyy, está viviendo en un “espacio de desinformación” creado por Rusia.
A medida que la relación entre los dos líderes se deterioraba, había algo en el horizonte que algunos observadores pensaban que podría ayudar a rebajar la temperatura entre Washington y Kiev: el enviado especial de Trump para Ucrania y Rusia, el teniente general retirado Keith Kellogg, llegó el miércoles a la capital ucraniana en tren para mantener conversaciones con Zelenskyy y con otros funcionarios.
Kellogg ha sido durante mucho tiempo el principal asesor del republicano en cuestiones de defensa. Se esperaba que hablase con Zelenskyy sobre los esfuerzos de Trump para poner fin a los combates, y el líder ucraniano había dicho anteriormente que esperaba poder explicarle lo que estaba ocurriendo en el país y acompañarlo a visitar la línea del frente.
Jueves 20 de febrero
La conferencia de prensa prevista para después de la reunión entre Zelenskyy y Kellogg fue cancelada abruptamente a pedido de la delegación estadounidense.
Viernes 21 de febrero
En un gesto de cortesía que contrastaba notablemente con el tono de los días previos, Kellogg escribió en X que había pasado un “día largo e intenso con los altos dirigentes de Ucrania”.
Según su mensaje, mantuvo discusiones positivas con “el valiente y asediado líder de una nación en guerra y su talentoso equipo de seguridad nacional”.
A pesar de eso, Trump siguió atacando a Zelenskyy, quejándose de que la visita que realizó a Kiev la semana pasada del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, fue “un viaje desperdiciado” después de que el lado ucraniano se negó a aceptar una propuesta de Washington para obtener beneficios de los minerales de tierras raras.
Al mismo tiempo, Waltz, el asesor de seguridad nacional de Trump, se mostró confiado en que Zelenskyy firmaría ese acuerdo. “Esta es la conclusión. El presidente Zelenskyy va a firmar”, manifestó Waltz.
En una intervención en el programa “The Brian Kilmeade Show” de la radio de Fox News, Trump desestimó las quejas de Zelenskyy por no haber sido incluido en la cumbre en Arabia Saudí y expresó su certeza de que Putin quería llegar a un acuerdo.
“No tiene que llegar a un acuerdo”, dijo acerca de su homólogo ruso. “Porque si quisiera, se quedaría con todo el país”.
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Los periodistas de The Associated Press Aamer Madhani y Matthew Lee en Washington contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.