Ascendencia criolla de papa León XIV pone de relieve compleja historia del racismo e Iglesia en EEUU
Ascendencia criolla de papa León XIV pone de relieve compleja historia del racismo e Iglesia en EEUU
NUEVA ORLEANS (AP) — El apellido Prevost del nuevo papa, que suena francés, intrigó a Jari Honora, genealogista de Nueva Orleans, quien comenzó a investigar en los archivos y descubrió que el papa tenía raíces profundas en “The Big Easy” —el apodo de la ciudad de Nueva Orleans por su atmósfera relajada.
Los cuatro bisabuelos maternos del papa León XIV eran “personas no blancas libres” en Luisiana, según los registros del censo del siglo XIX, encontró Honora. Como parte del crisol de culturas francesa, española, africana e indígena en Luisiana, los antepasados maternos del papa serían considerados criollos.
“Fue especial para mí porque comparto esa herencia, al igual que muchos de mis amigos que son católicos aquí en Nueva Orleans”, dijo Honora, historiador de la Colección Histórica de Nueva Orleans, un museo en el Barrio Francés.
Honora y otros miembros de las comunidades católicas negra y criolla opinan que la elección de León —nacido en Chicago y quien pasó más de dos décadas en Perú, incluidos ocho años como obispo— es justo lo que la Iglesia católica necesita para unificar la Iglesia global y elevar el perfil de los católicos negros, cuya historia y contribuciones han sido ignoradas durante mucho tiempo.
Una rica identidad cultural
León XIV, quien no ha hablado abiertamente sobre sus raíces, también podría tener una conexión ancestral con Haití. Su abuelo Joseph Norval Martinez podría haber nacido allí, aunque los registros históricos son contradictorios, reportó Honora. Sin embargo, los padres de Martinez —los bisabuelos del papa— vivieron en Luisiana desde por lo menos la década de 1850, agregó.
Andrew Jolivette, profesor de Sociología y Estudios Afroindígenas de la Universidad de California en Santa Bárbara, también investigó y descubrió que la ascendencia del papa reflejaba la singular diversidad cultural del sur de Luisiana. Las raíces criollas del papa dirigen la atención hacia las identidades complejas y matizadas que tienen los criollos, dijo.
“Tiene ascendencia cubana por línea materna. Así que hay varias cosas en las que es el primero aquí, y es motivo de orgullo para los criollos”, subrayó Jolivette, cuya familia es criolla de Luisiana. “Por eso también lo considero un papa latino, ya que la influencia de la herencia latina no puede ignorarse al hablar sobre los criollos”.
La mayoría de los criollos son católicos, e históricamente fue su fe la que mantuvo unidas a las familias al migrar a ciudades más grandes como Chicago, refirió Jolivette.
Los abuelos maternos del excardenal Robert Prevost —identificados como “mulata” y “negro” en los registros históricos— se casaron en Nueva Orleans en 1887 y vivieron en el Séptimo Distrito, históricamente criollo, de la ciudad. En los años siguientes, el régimen de segregación racial conocido como Jim Crow —un conjunto de leyes y prácticas que impusieron la discriminación contra la población negra en el sur de Estados Unidos— desmanteló las reformas implementadas tras la Guerra Civil y “prácticamente todos los aspectos de sus vidas quedaron marcados por la raza, incluso ante la Iglesia”, dijo Honora.
Una historia estadounidense de migración
Los abuelos del papa migraron a Chicago alrededor de 1910, como muchas otras familias afroestadounidenses que huían de la opresión racial del llamado “Deep South” o Sur Profundo —la región más sureña y conservadora de Estados Unidos, históricamente asociada con la esclavitud, la Confederación y la segregación racial—, y “pasaron por blancos”, dijo Honora. La madre del papa, Mildred Agnes Martinez, quien nació en Chicago, figura como “blanca” en su certificado de nacimiento de 1912, agregó Honora.
“Se puede comprender que la gente haya intentado ocultar su ascendencia intencionadamente”, dijo. “La vida siempre ha sido precaria para las personas no blancas en el sur, incluida Nueva Orleans”.
La antigua casa de los abuelos del papa en Nueva Orleans fue destruida posteriormente junto con cientos de otras, en la década de 1960, para construir un paso elevado que “aniquiló” una parte del barrio mayoritariamente negro, añadió Honora.
Marc Morial, exalcalde de Nueva Orleans, calificó la historia de la familia del papa como “una historia estadounidense de cómo la gente escapa del racismo y los prejuicios estadounidenses”.
Como católico de ascendencia criolla que creció cerca del barrio donde vivían los abuelos del papa, Morial manifestó que tiene sentimientos contradictorios. Si bien se enorgullece de la conexión del papa con su ciudad, dijo que el cambio de identidad racial de la familia materna del nuevo pontífice pone de manifiesto “la idea de que en Estados Unidos la gente tuvo que escapar de su autenticidad para sobrevivir”.
Influencia afroestadounidense en el catolicismo
El reverendo Ajani Gibson, quien dirige la congregación predominantemente negra de la iglesia de San Pedro Claver, en Nueva Orleans, expuso que considera las raíces del papa como una reafirmación de la influencia afroestadounidense en el catolicismo de su ciudad.
“Creo que muchos dan por sentado que las cosas que la gente ama más de Nueva Orleans son tanto negras como católicas”, dijo Gibson en referencia a las ricas contribuciones culturales al Mardi Gras, la tradición del jazz de Nueva Orleans y las “second lines” (segundas líneas), las procesiones callejeras populares, con música de bandas de metales y baile, que suelen seguir a funerales, bodas u otras celebraciones comunitarias.
Él espera que la herencia criolla del papa —derivada del “caldero cultural gumbo” de la ciudad—, indique una perspectiva inclusiva para la Iglesia católica. (El gumbo es una especie de estofado espeso con raíces africanas, francesas, españolas y caribeñas típico de Luisiana y muy asociado con la cultura criolla de Nueva Orleans).
“Quiero que se siga elevando la naturaleza universal de la Iglesia —que la Iglesia se vea, se sienta, suene como cualquiera”, indicó Gibson. “Todos tenemos un lugar y venimos y aportamos quiénes somos, completa y totalmente, como regalos para la Iglesia”.
Shannen Dee Williams, profesora de Historia en la Universidad de Dayton, señaló que espera que las “raíces genealógicas y el papado histórico (de León XIV) subrayen que todos los caminos del catolicismo americano —en Norte, Sur y Centroamérica— conducen de regreso a las raíces fundacionales de la Iglesia en sus historias —mayormente no reconocidas ni reconciliadas— de colonialismo católico, esclavitud y segregación”.
“Siempre ha habido dos historias transatlánticas del catolicismo estadounidense: una que comienza con los europeos, y otra que comienza con los africanos y las personas descendientes de africanos, libres y esclavizadas, que vivieron en Europa y África en el siglo XVI”, explicó.
“Así como la historia negra es la historia estadounidense, la historia (de León XIV) también nos recuerda que la historia negra es, y siempre ha sido, historia católica —incluso en Estados Unidos”, añadió.
Esperanza para el futuro
Kim R. Harris, profesora asociada de Pensamiento y Práctica Religiosa Afroestadounidense en la Universidad Loyola Marymount, de Los Ángeles, explicó que la genealogía del papa la hizo pensar en los siete católicos afroestadounidenses en camino a la santidad que han sido reconocidos por el Congreso Nacional Católico Negro, pero que aún no han sido canonizados.
Harris destacó a Pierre Toussaint, un filántropo nacido en Haití como esclavo que se convirtió en empresario en la ciudad de Nueva York y fue declarado “Venerable” por el papa Juan Pablo II, en 1997.
“La emoción que siento en este momento probablemente se debe a la esperanza de que la elección de este papa ayudará a que avance este proceso de canonización”, expresó Harris.
Si bien se desconoce cómo se identifica León XIV racialmente, sus raíces infunden esperanza a los católicos afroestadounidenses, añadió.
“Cuando pienso en una persona que lleva tanta de la historia de este país en sus huesos, de verdad espero que revele quiénes somos como estadounidenses, y quiénes somos como miembros de la diáspora”, dijo. “Aporta una perspectiva completamente nueva y amplía la visión de quiénes somos todos”.
Reynold Verret, presidente de la Universidad Xavier de Luisiana, en Nueva Orleans, la única universidad católica históricamente negra, dijo estar “un poco sorprendido” por la ascendencia del papa.
“Es una conexión alegre”, expuso. “Es una afirmación de que la Iglesia católica es verdaderamente universal y de que los católicos (negros) se mantuvieron fieles a pesar de una Iglesia que era humana e imperfecta. También nos muestra que la Iglesia trasciende las fronteras nacionales”.
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Bharath reportó desde Los Ángeles.
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Brook es miembro del cuerpo de The Associated Press/Report for America Statehouse News Initiative. Report for America es un programa de servicio nacional sin fines de lucro que coloca a periodistas en las salas de redacción de medios locales para informar sobre temas de poca cobertura.
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La cobertura religiosa de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable del contenido.