Huelga general paraliza provincia argentina de Tierra del Fuego en contra de medida liberal de Milei
BUENOS AIRES (AP) — Una huelga general paralizaba el miércoles la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina, luego de que el gobierno del ultraliberal Javier Milei redujo los impuestos a la importación de celulares y otros productos electrónicos, lo que afecta directamente su principal industria.
El paro al que se plegaron sindicatos de los sectores metalúrgico, judicial, petrolero y choferes de camiones, entre otros, era acompañado de una movilización. “Por la soberanía, por los derechos, por los puestos de trabajo”, rezaba una enorme bandera que encabezaba una multitudinaria marcha de trabajadores en Río Grande, 200 kilómetros al norte de Ushuaia, la capital provincial.
En un comunicado, los sindicatos exigieron “la marcha atrás de todas las medidas implementadas que atentan contra la industria, los puestos laborales y la dignidad de miles de familias de nuestra provincia” y advirtieron sobre “la pérdida de más de la mitad de los puestos de trabajo en la industria fueguina”.
Una norma oficializada el martes en el Boletín Oficial dispuso la eliminación de los impuestos a la importación de los teléfonos inteligentes y celulares del 16% al 8%, los que se llevarán a cero a partir del 15 de enero de 2026. Además redujo de 35% a 20% los aranceles a las consolas de videojuegos.
Esa medida había sido a nunciada por el gobierno días atrás argumentando que producirá “una baja general de los precios del orden de un 30% y un aumento de la oferta de más y mejores modelos a través de una mayor competencia”.
Al mismo tiempo, la normativa formalizó la reducción de los impuestos internos de 19% a 9,5% a televisores y aires acondicionados importados, mientras que a los producidos en Tierra del Fuego se bajarán del 9,5% al 0%.
El gobierno nacional, q ue impulsa un programa económico signado por la drástica reducción del gasto público y de la intervención del Estado, pretende dar de baja la ley de Promoción Industrial de Tierra del Fuego, vigente desde 1972, con el propósito de “reducir costos y aumentar la competencia”, según el texto. En Argentina, los celulares se venden a casi el doble que en otros países.
En el mismo día en que tenían lugar las protestas, el gobierno limitó el derecho a la huelga a través de un decreto que aumenta ampliamente la cantidad de sectores considerados “esenciales”, a los que se obliga a cumplir al menos entre 25 y 50% de los servicios. Varios de ellos son el del transporte terrestre y subterráneo de personas y/o mercaderías y el de las actividades industriales continuas, incluyendo siderurgia y la producción de aluminio.
“No habrá ninguna marcha atrás con las medidas”, declaró el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una rueda de prensa en la que anunció también el “cierre de institutos, organismos y normas inútiles” en otros sectores, como el de la cultura.
La baja de aranceles ataca de lleno al régimen de beneficios fiscales y exención de impuestos a la provincia, puestos en vigor para impulsar el desarrollo económico y compensar las desventajas geográficas y climáticas en esa isla ubicada a 3.200 kilómetros al sur de Buenos Aires, a la que no se puede llegar por tierra sin pasar por Chile.
Según la Unión Obrera Metalúrgica, están en riesgo unos 11.000 puestos de trabajo, entre los empleos directos de la industria metalúrgica y los puestos indirectos, solo en la ciudad de Río Grande, la más afectada.
Adrián de Antueno, un médico veterinario que vive hace 50 años en Tierra del Fuego y fue legislador provincial, dijo a The Associated Press que la promoción industrial busca “cumplir con un proyecto de soberanía”…. “Atacar el régimen de promoción genera una serie de problemas colaterales, pero a este gobierno ha demostrado que no le interesa”, dijo De Antueno.
Rubén Rivarola, un jubilado que llegó hace 43 años a Río Grande, dijo que si bien las fábricas metalúrgicas no son la única fuente de trabajo en la provincia, constituyen “la principal economía y derrama directamente a los otros sectores. Por eso la huelga no es solo de las fábricas, sino de todos”.
“Lamento la decisión política del gobierno nacional y más aún la falta de empatía”, escribió en X —antes Twitter— el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, aliado al peronismo opositor.