En Marsella, una sombra se convierte en arte en el último mural callejero de Banksy
Un hombre posa junto a una obra del artista callejero Banksy en Marsella, Francia, el viernes 30 de mayo de 2025. (AP Foto/Bishr Eltoni)
MARSELLA, Francia (AP) — El faro apareció de la noche a la mañana. Pintado en una pared escondida en una tranquila calle de Marsella, su haz de luz se alinea perfectamente con la sombra real de un poste de metal en la acera. En su centro están grabadas en blanco nítido las palabras: “Quiero ser lo que viste en mí".
Banksy había actuado de nuevo.
El viernes, el elusivo artista callejero británico confirmó la obra al publicar dos imágenes en su cuenta oficial de Instagram, sin pie de foto ni coordenadas. Los fanáticos identificaron rápidamente la ubicación como el número 1 de la calle Félix Frégier, en el distrito de los Catalanes del 7mo arrondissement de Marsella, cerca del mar.
Desde entonces, multitudes se han reunido en el lugar. Los turistas toman fotos. Los niños señalan. Los habitantes locales que pasan regularmente por el edificio se detienen para observar más de cerca.
No hay una explicación oficial para la frase. Pero su atracción emocional es inconfundible: una súplica silenciosa de reconocimiento, amor o redención. Algunos especulan que hace referencia a una balada country de Lonestar. Otros la llaman una carta de amor. O un lamento. O ambos.
La imagen es engañosamente simple: un faro solitario, oscuro y desgastado, proyectando un haz blanco intenso. Pero lo que le da poder es la forma en que juega con la luz: la real y la pintada, lo visto y lo imaginado. El poste frente a la pared se convierte en parte de la obra. La realidad se convierte en el marco.
El alcalde de Marsella, Benoît Payan, reaccionó rápidamente en línea. “Marsella x Banksy”, escribió, añadiendo un emoji de llama. Al mediodía, el hashtag #BanksyMarseille estaba en tendencia en Francia y otras partes.
Aunque a menudo político, el arte de Banksy es igualmente personal, explorando temas de pérdida, anhelo e identidad. En los últimos años, sus obras han aparecido en edificios devastados por la guerra en Ucrania, en apoyo a los migrantes que cruzan el Mediterráneo y en muros para condenar el capitalismo, el Brexit y la brutalidad policial.
El artista, que nunca ha confirmado su identidad completa, comenzó su carrera pintando con aerosol edificios en Bristol, Inglaterra, y se ha convertido en uno de los artistas más conocidos del mundo. Sus imágenes traviesas y a menudo satíricas incluyen a dos oficiales de policía masculinos besándose, policías antidisturbios con caras sonrientes amarillas y un chimpancé con un cartel que dice: “Ríe ahora, pero un día estaré a cargo”.
Sus obras se han vendido por millones de dólares en subastas, y murales pasados en sitios al aire libre a menudo han sido robados o removidos por los propietarios de los edificios poco después de ser creados. En diciembre de 2023, luego de que Banksy pintara con plantilla drones militares en una señal de alto en el sur de Londres, un hombre fue fotografiado quitando la señal. La policía arrestó más tarde a dos hombres bajo sospecha de robo y daño criminal.
En marzo de 2024, una obra con temática ambiental en una pared junto a un árbol en el norte de Londres fue salpicada con pintura, cubierta con una lámina de plástico y cercada a los pocos días de ser creada.
A pesar de la fama —o infamia—, no todos los que pasaban en Marsella lo notaron. Algunos ni siquiera sabían quién era Banksy, según la prensa local.
En Instagram, los observadores dicen que esta pieza de Marsella se siente más tranquila. Más interior.
Y sin embargo, no es menos global. La obra surge poco antes de una retrospectiva de Banksy que se inaugura el 14 de junio en el Museo de Arte en la cercana Tolón, con 80 obras, incluidos originales raros. Otra exposición se inaugura el sábado en Montpellier.
Pero el mural de Marsella no estaba destinado a un museo. Vive en la calle, expuesto al clima, a los pasos y al tiempo. Hasta la noche del viernes no se habían erigido barreras. No se había instalado un escudo de vidrio. Solo una sombra, un haz y un mensaje que ya está dando la vuelta al mundo.
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Adamson reportó desde París. Lawless reportó desde Londres.