FDA cambia postura sobre teletrabajo tras despidos y renuncias que amenazan operaciones básicas
El edificio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) puede verse detrás del logo de la agencia en Silver Spring, Maryland, el jueves 2 de agosto de 2018. (AP Foto/Jacquelyn Martin, archivo)
WASHINGTON (AP) — Semanas después de ordenar a todos los empleados de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que regresaran a la oficina, la agencia está cambiando de rumbo, permitiendo que algunos de sus empleados más valiosos trabajen de forma remota en medio de preocupaciones de que los recientes despidos y renuncias pongan en peligro funciones básicas, como la aprobación de nuevos medicamentos.
Un correo electrónico interno obtenido por The Associated Press indica que la dirección de la FDA está “permitiendo que el personal de revisión y los supervisores reanuden el teletrabajo” al menos dos días a la semana. El cambio de política fue confirmado por tres empleados de la FDA que hablaron con la AP bajo condición de anonimato para discutir asuntos internos de la agencia.
El mensaje fue enviado el martes a algunos de los cientos de revisores de medicamentos de la FDA. Los empleados dijeron que se les dio una política similar a los revisores que manejan vacunas, medicamentos biotecnológicos, dispositivos médicos y productos de tabaco, aunque no necesariamente por escrito.
Es el último ejemplo del enfoque caótico del gobierno de Trump para reformar la fuerza laboral de salud federal, que ha incluido despidos, medidas apresuradas para recontratar a algunos empleados y luego más despidos la semana pasada de un estimado de 3.400 empleados, o más del 15% de la fuerza laboral de la agencia. Cuando los empleados de la FDA fueron llamados de regreso a la sede de la agencia el mes pasado, se enfrentaron a estacionamientos desbordados, oficinas abarrotadas y suministros rotos o faltantes.
Una portavoz del secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., dijo que el gobierno está regresando a los “acuerdos de trabajo de forma remota previos al COVID para los revisores, cuyo trabajo de lectura y escritura se rastrea en incrementos de 15 minutos para garantizar la productividad y la responsabilidad”.
Aunque muchas agencias cambiaron al teletrabajo durante la pandemia, la FDA comenzó a adoptar la práctica una década antes. La flexibilidad se consideraba una opción competitiva para reclutar empleados que a menudo pueden ganar más trabajando en la industria.
Los recortes de la semana pasada incluyeron oficinas enteras centradas en la política y regulaciones de la FDA, la mayoría del personal de comunicación de la agencia y equipos que apoyan a los inspectores e investigadores de alimentos. Altos funcionarios que supervisan tabaco, nuevos medicamentos, vacunas y otros productos también han sido despedidos o forzados a renunciar. Empleados han descrito a personal de base “saliendo” de la agencia.
El excomisionado de la FDA, doctor David Kessler, calificó los recortes como “devastadores, desordenados, irreflexivos y caóticos” durante una audiencia en la Cámara de Representantes el miércoles.
Cuando Kennedy anunció planes para eliminar 10.000 empleados en toda la fuerza laboral de salud federal, señaló que los revisores médicos de la FDA y los inspectores de seguridad no se verían afectados.
En febrero, el HHS se vio obligado a reincorporar a algunos empleados en periodo de prueba que fueron despedidos, entre ellos cientos de revisores médicos en la FDA, que en gran parte son financiados por tarifas de la industria, no por dólares federales.
Pero los recortes de la semana pasada, combinados con renuncias y jubilaciones, han planteado una nueva amenaza: que la financiación de la FDA caiga tan bajo que interrumpa un sistema de larga data en que las empresas ayudan a financiar gran parte de las operaciones de la agencia.
Casi la mitad del presupuesto de 7.000 millones de dólares de la FDA proviene de tarifas recaudadas de empresas de medicamentos, dispositivos y tabaco. La agencia utiliza el dinero para contratar a miles de empleados para revisar rápida y eficientemente nuevos productos. Por ejemplo, alrededor del 70% del programa de medicamentos de la FDA se financia mediante acuerdos de tarifas de usuario, que deben ser reautorizados por el Congreso cada cinco años.
Pero los acuerdos estipulan que si la financiación federal de la FDA cae por debajo de los niveles establecidos, las empresas ya no están obligadas a pagar y, en algunos casos, pueden recuperar su dinero. Los requisitos de umbral están diseñados para garantizar que el Congreso continúe financiando la FDA, en lugar de depender completamente del sector privado.
Se supone que la FDA y los grupos de la industria comenzarán negociaciones más adelante este año para renovar varios acuerdos de tarifas de usuario, incluidos los de medicamentos y dispositivos.
“No creo que la agencia ni la industria regulada puedan permitirse que las ‘tarifas de usuario’ no sean reautorizadas”, indicó Michael Gaba, un abogado que asesora a empresas reguladas por la FDA.
Cualquiera que sea la razón detrás del cambio al trabajo de forma remota, exfuncionarios federales afirman que es una señal de que el recientemente confirmado comisionado de la FDA, Marty Makary, está tratando de retener y reconstruir el personal de la agencia. Makary hizo su primera aparición en la sede de la FDA el miércoles pasado, un día después de los despidos masivos. Según el memo obtenido por la AP, Makary aprobó el regreso al teletrabajo para algunos empleados.
“El doctor Makary necesita reconstruir equipos y reiniciar el motor de productividad perdido por semanas de inseguridad laboral, incertidumbre y escasez de miembros del equipo”, dijo Steven Grossman, un exfuncionario del HHS. “Convertir el tiempo de desplazamiento en tiempo de trabajo es un gran primer paso para lograr ambos objetivos”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.