Muere segundo niño por causas relacionadas con sarampión en oeste de Texas
Un cartel sobre el sarampión en la Texas Tech University Health Sciences Center, en in Lubbock, Texas, el 25 de febrero del 2025 (AP foto/Julio Cortez)
El secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos Robert F. Kennedy, Jr., visitó el epicentro de un creciente brote de sarampión en el oeste de Texas el domingo, el mismo día en que se llevó a cabo el funeral de un segundo niño no vacunado que falleció por complicaciones relacionadas con el sarampión.
Kennedy expresó en redes sociales que también estaba trabajando para “controlar el brote de sarampión” y que viajó al condado de Gaines para consolar a las familias que han sepultado a dos de sus hijos. Se le vio el domingo por la tarde fuera de una iglesia menonita donde se llevaron a cabo los servicios funerarios, pero no asistió a una conferencia de prensa realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) sobre el brote.
Seminole es el epicentro del brote, el cual comenzó a finales de enero y sigue en aumento, con casi 500 casos tan sólo en Texas, y se cree que el brote se ha extendido al grado de registrar casos en Nuevo México, Oklahoma, Kansas y México.
El segundo niño murió el jueves no tenía condiciones de salud subyacentes y murió el jueves por “lo que los médicos del niño describieron como insuficiencia pulmonar por sarampión”, indicó el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas el domingo en un comunicado de prensa. Aaron Davis, portavoz del Sistema de Salud UMC en Lubbock, Texas, comentó que el niño “recibía tratamiento por complicaciones del sarampión mientras estaba hospitalizado”.
Es la tercera muerte conocida relacionada con el sarampión vinculada a este brote. Una fue otro niño en edad escolar en Texas y la otra fue un adulto en Nuevo México. Ninguno estaba vacunado.
Es la primera visita de Kennedy a la zona como secretario de Salud, donde dijo que se reunió con las familias de los niños fallecidos, de 6 y 8 años . Comentó que “desarrolló lazos” con la comunidad menonita en el oeste de Texas, en donde el virus se está propagando principalmente.
Kennedy, un activista antivacunas antes de ascender al cargo de principal funcionario de salud del país, se ha negado a hacer un llamado a favor de la vacunación generalizada mientras el brote de sarampión ha empeorado bajo su supervisión. El domingo, sin embargo, dijo en un extenso comunicado publicado en la red social X que era “la forma más efectiva de prevenir la propagación del sarampión”.
La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola se ha utilizado de manera segura durante más de 60 años y tiene una efectividad del 97% en el combate contra el sarampión después de dos dosis.
La doctora Manisha Patel, directora de incidentes de los CDC, señaló el domingo en conferencia de prensa que la vacuna es la mejor manera de protegerse contra el sarampión. También les dijo a los padres de familia del condado de Gaines que era importante no “retrasar la atención” que recibe un niño enfermo de sarampión.
“Llame a su médico y asegúrese de hablar con un profesional de la salud que pueda orientarlo sobre los siguientes pasos”, expresó Patel.
La publicación en redes sociales de Kennedy indicó que se había “reubicado” a empleados de los CDC. El portavoz de los CDC, Jason McDonald, aclaró el domingo por la noche que el primer equipo de la agencia llegó al lugar principios de marzo y dejó el condado de Gaines el 1 de abril, mientras que el equipo que encabeza Patel “fue reubicado y llegó hoy para evaluar las necesidades” según las órdenes de Kennedy y la solicitud del gobernador de Texas.
Al preguntarle sobre el brote de sarampión en Texas, el presidente Donald Trump respondió el domingo a los reporteros a bordo del avión presidencial: “están haciendo informes sobre ello”, añadiendo que si el brote “progresa, tendremos que tomar medidas muy firmes”.
Ni los CDC ni el departamento de Salud del estado incluyeron el deceso en sus informes de sarampión del viernes, pero los CDC lo reconocieron cuando se les preguntó al respecto el domingo.
El número de casos en Texas aumentó en 81 entre el 28 de marzo y el 4 de abril, lapso en el que otras 16 personas fueron hospitalizadas. A nivel nacional, Estados Unidos tiene más del doble del número de casos de sarampión que en todo 2024.
El senador republicano de Luisiana Bill Cassidy, un médico hepático voto ayudó a asegurar la confirmación de Kennedy, pidió el domingo un mensaje más fuerte de los funcionarios de salud.
”¡Todos deberían vacunarse! No hay tratamiento para el sarampión. No hay beneficio en contraer sarampión”, escribió en la red social X. “Los principales funcionarios de salud deberían decirlo inequívocamente antes de que otro niño muera”.
Cassidy le ha pedido a Kennedy que comparezca el jueves ante la Comisión de Salud del Senado, aunque Kennedy no ha confirmado públicamente su asistencia.
Un portavoz del CDC señaló la eficacia de la vacuna contra el sarampión el domingo, pero no llegó a instar a las personas a recibirla. Apartándose del mensaje normal sobre la vacunación, el portavoz calificó la decisión como “personal” y enfatizó que las personas deberían hablar con su médico y “deberían estar informadas sobre los posibles riesgos y beneficios asociados con las vacunas”.
La desinformación sobre cómo prevenir y tratar el sarampión está obstaculizando una respuesta de salud pública, incluidas afirmaciones sobre suplementos de vitamina A que han sido promovidas por Kennedy y defensores de la medicina holística a pesar de las advertencias de los médicos de que deben administrarse bajo la supervisión de un médico y que en exceso pueden ser peligrosos.
Los médicos del Hospital Infantil Covenant en Lubbock, donde ocurrió la primera muerte por sarampión, dicen que han tratado a menos de 10 niños por problemas hepáticos debido a la toxicidad de la vitamina A, que encontraron al realizar pruebas de laboratorio de rutina en niños con vacunación insuficiente que tienen sarampión. La doctora Lara Johnson, directora médica, sostuvo que los pacientes informaron haber usado vitamina A para tratar y prevenir el virus.
El doctor Peter Marks, exdirector de vacunación de la Administración de Alimentos y Medicamentos e Estados Unidos (FDA por sus iniciales en inglés) sostuvo que la responsabilidad de la muerte recae en Kennedy y su personal. Marks fue obligado a salir de la FDA después de tener desacuerdos con Kennedy sobre la seguridad de las vacunas.
“Esta es la epítome de una muerte absolutamente innecesaria”, dijo Marks a The Associated Press en una entrevista el domingo. “Estos niños deberían vacunarse, así es como se evita que las personas mueran de sarampión”.
Marks también comentó que recientemente advirtió a los senadores que ocurrirían más muertes si el gobierno no elaboraba una respuesta más agresiva contra el brote.
Expertos y funcionarios de salud locales anticipan que el brote continúe por varios meses más, o incluso hasta un año. En el oeste de Texas, la gran mayoría de los casos son en personas no vacunadas y niños menores de 17 años.
Ante el hecho de que varios estados enfrentan brotes de la enfermedad y con tasas de vacunación infantil en declive a nivel nacional, algunos temen que el sarampión pueda costarle a Estados Unidos su estatus de haber eliminado la enfermedad.
El sarampión es un virus respiratorio que puede sobrevivir en el aire hasta por dos horas. Hasta nueve de cada 10 personas susceptibles contraerán el virus si están expuestas, según los CDC. Se recomienda la primera dosis para niños sea entre los 12 y los 15 meses, y la segunda entre los 4 y los 6 años.
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Seitz reportó desde Washington. La fotoperiodista Annie Rice, en Seminole, Texas, y el periodista Matthew Perrone, en Washington, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.