Reino Unido expresa indignación tras veto de Israel a visita de legisladoras a Cisjordania
Las dos parlamentarias laboristas británicas a quienes se les prohibió la entrada a Israel. De izq a der: Abtisam Mohamed y Yuan Yang. Foto suministrada por el Parlamento británico (Roger Harris/ Parlamento británico via AP)
LONDRES (AP) — Reino Unido expresó su indignación después de que las autoridades israelíes impidieran a dos legisladoras entrar al país para visitar la ocupada Cisjordania. Israel acusó a las legisladoras de apoyar boicots en su contra.
El secretario británico de Exteriores, David Lammy, manifestó el sábado por la noche que era “inaceptable, contraproducente y profundamente preocupante” que dos miembros del parlamento británico fueran detenidos y se les negara la entrada a Israel.
“He dejado claro a mis homólogos en el gobierno israelí que esta no es manera de tratar a los parlamentarios británicos”, expresó.
Abtisam Mohamed y Yuan Yang afirmaron estar “asombradas por la medida sin precedentes tomada por las autoridades israelíes al negar la entrada a las diputadas británicas en nuestro viaje para visitar la Cisjordania ocupada”.
“Es vital que los parlamentarios puedan presenciar de primera mano la situación en el territorio palestino ocupado”, señalaron, añadiendo que habían planeado visitar proyectos de ayuda humanitaria y comunidades locales.
Medical Aid for Palestinians, una organización benéfica que ayudó a organizar la visita, dijo que las dos fueron interrogadas a su llegada al Aeropuerto Internacional Ben Gurion de Israel antes de que se les negara la entrada y fueran deportadas.
Un comunicado de las autoridades israelíes acusó a las legisladoras de haber llamado a boicots contra Israel y dijo que no estaban visitando como parte de una delegación oficial.
La ley israelí prohíbe la entrada de no ciudadanos y no residentes que apoyen el movimiento internacional de boicot liderado por palestinos, conocido como Boicot, Desinversión y Sanciones, o BDS.
Los partidarios presentan al BDS como activismo no violento basado en una campaña similar contra el apartheid en Sudáfrica. Israel considera el movimiento como un ataque a su propia legitimidad y acusa a algunos organizadores de antisemitismo, acusaciones que ellos niegan.
En febrero, Israel negó la entrada a dos legisladores de la Unión Europea, acusando a uno de promover boicots contra el país.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.