Mundial de Clubes: Boca y River golearon en las tribunas, pero decepcionaron en el juego
Mundial de Clubes: Boca y River golearon en las tribunas, pero decepcionaron en el juego
BUENOS AIRES (AP) — Si hubiera un premio a la hinchada más ruidosa y apasionada durante el Mundial de Clubes seguramente Boca Juniors y River Plate pelearían por el primer puesto.
Pero si del juego se trata, los dos gigantes del fútbol argentino quedaron en deuda.
Ambos se despidieron en la fase de grupos de la primera edición del certamen ampliado, en un marcado contraste con sus pares sudamericanos de Brasil —Flamengo, Palmeiras, Botafogo y Fluminense— que sacaron boleto a los octavos de final.
Boca finalizó tercero del Grupo C con apenas dos puntos y ninguna victoria. El equipo de Miguel Ángel Russo le ganaba por dos goles a Benfica de Portugal y terminó empatando 2-2 en la primera fecha, luego cayó 2-1 ante Bayern Munich y en el cierre no pasó del empate 1-1 ante los semiprofesionales del Auckland City neozelandés.
River tuvo un arranque prometedor 3-1 ante Urawa Reds de Japón por el Grupo E, pero no pasó del cero ante Monterrey de México pese a que dominó el trámite. En la última fecha, perdió 2-0 ante Inter de Milán. Los millonarios también quedaron terceros, pero con cuatro unidades.
Las eliminaciones fueron un trago amargo para los miles de hinchas de ambas parcialidades que viajaron a Estados Unidos con la ilusión de una mejor presentación. Con el ingenio que las caracteriza para las canciones y sus coloridas banderas, las hinchadas argentinas subieron la temperatura de un torneo que exhibe muchas gradas vacías en la mayoría de los estadios.
Hay razones propias de cada equipo que explican el fracaso, pero también factores estructurales del fútbol argentino, que los vuelven menos competitivos en el mano a mano con rivales europeos.
Lesiones, tarjetas y baja efectividad
La lesión del delantero Sebastián Driussi en el primer partido y las ausencias de los mediocampistas titulares Enzo Pérez y el colombiano Kevin Castaño por suspensión en el duelo decisivo ante el Inter, en el que a su vez fueron expulsados los defensores Lucas Martínez Quarta y Gonzalo Montiel, son atenuantes, pero no justifican la eliminación de River.
River careció de eficacia goleadora en el encuentro ante Rayados de Monterrey, en el que un triunfo le hubiera dado la clasificación. Se esperó algo más de su joven estrella Franco Mastantuono, de 17 años, que en el último tiempo se había convertido en el faro futbolístico del millonario.
Mastantuono, de 17 años, fue fichado por el Real Madrid en una operación que supera los 60 millones de euros y se sumará en agosto a su nuevo equipo.
“Estamos dolidos por la eliminación. Recién terminó el partido, ya analizaremos lo que nos falta y trataremos de oxigenarnos para la segunda mitad del año”, dijo Gallardo. “Veremos qué nos falta para dar otro salto y jugar de la mejor manera posible, en busca de la Copa Libertadores”.
River enfrentará a Libertad de Paraguay por los octavos de final del certamen continental, su gran objetivo para lo que resta del año.
Nuevo técnico, viejos problemas
Russo asumió en Boca a pocos días del inicio del Mundial de Clubes. Si bien el equipo mostró carácter en sus duelos ante rivales más poderosos como Benfica y Bayern, cuando tuvo que dar el golpe en la mesa contra el débil de su zona no dio la talla.
Boca tropezó en Estados Unidos con las mismas piedras que lo sacaron de carrera en fase preliminar de la Copa Libertadores y de la liga local: fragilidad defensiva, indisciplina y el maltrecho estado físico de su capitán, el artillero uruguayo Edinson Cavani, que jugó sólo 45 minutos en el torneo.
A su regreso a Buenos Aires, Russo dará la lista de los jugadores que no tendrá más en cuenta, mientras cruza los dedos para que la directiva cierre la contratación del volante Leandro Paredes, campeón del mundo con Argentina en 2022, y con el que pretende dar un salto de calidad.
“Hay que seguir trabajando, la idea es ser competitivo. Necesitamos más juego, más verticalidad, más diagonales. Cosas fundamentales para sacar diferencia”, evaluó el estratega.
El torneo local y la clasificación a la Copa Libertadores 2026 son los objetivos para lo que resta del año.
La sentencia de Milei
La eliminación de los dos gigantes reabrió la discusión sobre la organización del fútbol argentino y si debiera permitirse el ingreso de capitales privados a los clubes locales —son organizaciones civiles sin fines de lucro— como sucede en Brasil.
“Un campeonato endeble, 30 equipos sin competitividad, sin SAD (sociedades anónimas deportivas), sin incentivos”, expresó el presidente argentino, Javier Milei, al referirse este jueves en redes sociales al papel de River y Boca en el Mundial de Clubes.
Arquero en su juventud e hincha de Boca Juniors, el economista ultraliberal firmó en 2023 un decreto para habilitar las sociedades anónimas deportivas en el fútbol, pero la justicia lo suspendió a partir de una presentación de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) liderada por Claudio Tapia.
Si bien no se pronunció sobre las sociedades anónimas, Gallardo reflexionó sobre lo difícil que le resulta a los equipos argentinos competir cuando los clubes de Europa ponen millones para llevarse a las promesas a edad cada vez más temprana.
“Se fueron Julián Álvarez (Manchester City/Atlético Madrid), Enzo Fernández (Chelsea), ahora se va Franco Mastantuono (Real Madrid)”, enumeró el técnico en referencia a jugadores de la cantera millonaria que fueron transferidos a Europa en los últimos años. “Es una realidad, somos exportadores de grandes jugadores, pero duele que tus mejores valores se vayan tan rápido”.
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