La guerra con Irán podría redefinir el legado de Netanyahu, marcado por el 7 de octubre

TEL AVIV, Israel (AP) — En los días posteriores al ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, parecía una sombra de sí mismo, conmocionado y abatido por el asalto sorpresa que creó una emergencia nacional e hizo que su popularidad se desplomara.

Ahora, mientras Israel enfrenta otra crisis sin precedentes en una guerra con Irán, Netanyahu parece rejuvenecido. Con el apoyo de Estados Unidos contra una amenaza que ha dedicado su vida a confrontar, Netanyahu está mostrando una confianza resurgente que podría señalar un nuevo punto de inflexión en su larga carrera política.

Incluso mientras los misiles iraníes golpean ciudades israelíes, Netanyahu, de 75 años, tiene la oportunidad de salvar su menguante fortuna política y remodelar un legado empañado por los ataques de Hamás, un juicio por corrupción y un historial de gobiernos divisivos. Si tiene éxito, consolidará su reputación dentro de Israel como un mago político que puede resurgir de las cenizas.

“Netanyahu ha demostrado que es un fénix”, afirmó Mazal Mualem, periodista veterana israelí y biógrafa de Netanyahu.

El legado problemático de Netanyahu recibe un salvavidas

La guerra está lejos de ganarse. Israel sigue siendo vulnerable a los ataques iraníes, y cualquier impulso político que Netanyahu obtenga de los últimos acontecimientos podría disiparse para las elecciones programadas para el próximo año. Sigue siendo el mismo líder polarizador que era ayer.

A nivel internacional, enfrenta una orden de detención por cargos de crímenes de guerra en Gaza. Es ampliamente repudiado en todo el mundo árabe. Y después de casi dos años de conflicto en toda la región, muchos críticos lo ven como un belicista responsable de decenas de miles de muertes en Gaza y en otras partes de Oriente Medio.

Pero a nivel nacional, donde siempre tiene su atención Netanyahu, su legado ha recibido un salvavidas.

Muchos israelíes simpatizan con la campaña de Netanyahu contra el programa nuclear de Irán, que consideran una gran amenaza para su país y, por lo tanto, se sienten aliviados por la participación directa del Ejército de Estados Unidos.

“Netanyahu está considerado como un líder muy divisivo y destructivo”, dijo Aviv Bushinsky, exasesor de Netanyahu. “Se le ve como alguien que habla mucho y no hace nada. Hoy, Netanyahu se redimió, a lo grande’”.

En una declaración en video a primera hora de la mañana después del ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán, Netanyahu apenas pudo contener una sonrisa mientras agradecía al presidente Donald Trump. Dijo que la intervención “cambiará la historia”.

Es un giro sorprendente para un líder israelí que críticos y analistas descartaron en gran medida en los días posteriores al 7 de octubre, cuando el ataque más mortífero en la historia de Israel se produjo durante su mandato. Muchos responsabilizan personalmente a Netanyahu por supervisar políticas que permitieron a Hamás retener el poder en Gaza durante muchos años y acumular un arsenal formidable.

Desde entonces, Netanyahu se ha visto reforzado de forma ocasional por éxitos militares contra Hamás y Hezbollah, un grupo político y militar respaldado por Irán en Líbano. Pero mientras la guerra en Gaza se alarga sin un final a la vista, y docenas de rehenes israelíes siguen en cautiverio, sus índices de aprobación han permanecido bajos.

El asalto de una semana a Irán, destacado por el ataque de Estados Unidos el domingo, le otorga a Netanyahu una oportunidad de salvación.

Netanyahu lleva años centrado en Irán

La guerra culmina un interés de años —algunos dirían obsesión— de Netanyahu en Irán y su programa nuclear. Desde su primer mandato como primer ministro en la década de 1990, y a lo largo de su actual gobierno de casi 16 años ininterrumpidos, ha hecho del desafío al programa nuclear de Irán la obra de su vida.

Netanyahu ha retratado durante mucho tiempo a Irán como una amenaza existencial, señalando no solo su programa nuclear, sino también su desarrollo de misiles de largo alcance dirigidos a Israel y su apoyo a grupos armados hostiles en las fronteras de Israel.

Irán se convirtió en un tema recurrente en sus discursos al público israelí e internacional. En un incidente célebre, mostró un cartel con una caricatura de una bomba desde el podio de la Asamblea General de la ONU mientras acusaba a Irán de desarrollar un arma nuclear. Irán insiste en que su programa tiene fines civiles. Al mismo tiempo, Netanyahu no ha mencionado el arsenal de armas nucleares del que se cree dispone Israel.

Netanyahu asumió riesgos diplomáticos significativos para perseguir su cruzada, incluyendo un discurso en 2015 ante el Congreso estadounidense organizado por legisladores republicanos, lo que enfureció al gobierno de Obama. Durante el discurso, arremetió contra un acuerdo liderado por Estados Unidos sobre el programa nuclear de Irán justo cuando los negociadores estaban finalizando sus detalles. Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo durante su primer mandato.

Algunos críticos dicen que fue el énfasis de Netanyahu en Irán, y los recursos militares y de inteligencia dedicados a ello, lo que cegó al líder israelí y a su cúpula de defensa ante la amenaza de Hamás en Gaza.

El ataque de Hamás es una mancha en el legado de Netanyahu

El ataque de Hamás, en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes, tomó por sorpresa a Israel. A Netanyahu le gusta describirse como un halcón de la seguridad y el único verdadero guardián de Israel, aunque muchos le ven como alguien que promovió una estrategia fallida en los años previos al ataque del 7 de octubre al enviar grandes cantidades de ayuda a Gaza bajo la falsa impresión de que Hamás había sido aplacado.

De hecho, el grupo armado palestino llevaría a cabo un brutal asalto que aplastaría las aclamadas defensas de Israel y cambiaría el curso de la historia.

Tras el ataque de Hamás, el apoyo público a Netanyahu se desplomó.

Netanyahu se desentendió de la responsabilidad por los ataques de Hamás, señalando a sus jefes de seguridad y rechazando las demandas de una investigación pública sobre los errores cometidos. Dice que responderá a las preguntas difíciles sobre su papel después de la guerra, que continúa tras más de 20 meses.

Cualquier impulso político de la guerra podría desvanecerse para las elecciones

El trabajo de Netanyahu no ha terminado. La guerra en Gaza continúa, y Netanyahu aún sueña con ver un acuerdo de normalización entre Israel y la potencia árabe Arabia Saudí como parte de su legado.

La pregunta sigue siendo si Netanyahu se recuperará políticamente de la guerra con Irán. Las encuestas realizadas la semana pasada mostraron que Netanyahu aún tendría dificultades para formar una coalición si las elecciones se celebraran hoy. Incluso si obtiene un impulso del ataque de Estados Unidos el domingo, no está claro cuánto tiempo podría durar.

Bushinsky comparó el posible dilema político de Netanyahu con un líder mundial al que le gusta compararse, Winston Churchill, quien, después de liderar a los aliados en la derrota triunfante de los nazis en la II Guerra Mundial, no fue reelegido en una votación de 1945 en parte porque las prioridades públicas cambiaron drásticamente.

“Bibi puede ser el ‘Rey de Israel’”, dijo Bushinsky usando un apodo para Netanyahu popular entre sus seguidores, “pero incluso un rey tiene sus límites”.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

Goldenberg is an Associated Press reporter and producer covering Israel and the Palestinian territories. She previously reported on East and West Africa from Nairobi.