El gigante bananero Chiquita anuncia el despido del resto de sus empleados en Panamá tras protestas
CIUDAD DE PANAMÁ (AP) — El gigante bananero Chiquita Brands anunció el jueves el despido del resto de su personal en Panamá, luego de semanas de huelga por protestas sociales contra una reforma al sistema público de pensiones que paralizaron la producción y dejaron pérdidas millonarias.
Las subsidiarias Chiquita Panamá LLC e Ilara Holding INC alegaron razones económicas al comunicar la terminación del contrato de los 1.189 trabajadores diarios que aún mantenían relación laboral vigente.
En mayo, Chiquita había informado sobre el despido de cerca de 5.000 trabajadores en huelga, por abandono de trabajo, y reportó pérdidas por más de 75 millones de dólares.
La protesta, inicialmente laboral, se sumó a las manifestaciones de otros sectores sindicales como el de la construcción y la educación, que rechazaban la aprobación de la nueva ley de seguridad social impulsada por el gobierno del presidente José Raúl Mulino.
La huelga fue declarada ilegal por un juzgado laboral, pero los bloqueos en la provincia de Bocas del Toro, donde se concentra gran parte de la actividad bananera, se extendieron por semanas y afectaron al funcionamiento de la empresa.
El ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, dijo a The Associated Press (AP) que el gobierno panameño sigue en conversaciones con la compañía con el objetivo de salvar al menos el 20% de la producción que aún podría mantenerse.
“Nos hemos estado reuniendo con ellos, nos reuniremos otra vez la próxima semana y nuestra misión es tratar que la empresa vuelva a Panamá” dijo Moltó.
La salida del gigante bananero representa un duro golpe para la economía de Bocas del Toro, una de las regiones más dependientes de esa actividad agrícola. De acuerdo con datos ofrecidos por el gobierno el año pasado, Chiquita opera 5.000 hectáreas de banano en Panamá, generaba alrededor de 6.000 empleos directos y es el principal exportador de productos panameños.
Por otra parte, el gobierno panameño presentó una demanda para disolver uno de los sindicatos que participaron en las protestas de los últimos meses.
La ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz, anunció el jueves por la tarde que presentó una demanda para la disolución del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), el más grande de Panamá y uno de los que históricamente convocan movilizaciones sociales.
Según la ministra, “el Suntracs extorsiona a los trabajadores. El Suntracs estafó a los trabajadores. Tiene vinculaciones con lavado de activos”.
La demanda de disolución, explicó, pasará ahora a un juzgado. Uno de los líderes del gremio está asilado en la embajada de Bolivia desde finales de mayo, cuando la fiscalía panameña emitió órdenes de detención contra varios de los dirigentes del sindicato por un presunto caso de lavado de activos de 2022.