El desacreditado cardenal Becciu se retira del cónclave para elegir al papa
El cardenal Angelo Becciu preside una liturgia eucarística en la Basílica de San Juan, en Roma, el 9 de febrero de 2017. (AP Foto/Gregorio Borgia, Archivo)
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El cardenal italiano que protagonizó el “juicio del siglo” del Vaticano anunció el martes que se retiraba de participar en el próximo cónclave para elegir un nuevo papa “por el bien de la Iglesia”, poniendo fin a días de drama que habían ensombrecido los procedimientos.
La situación del cardenal Angelo Becciu ha dominado las conversaciones en los días posteriores a la muerte del papa Francisco, en medio de preguntas sobre si participaría en el cónclave para elegir a su sucesor.
Después de su caída en desgracia en 2020, Becciu había dicho que no participaría en ningún cónclave futuro. Sin embargo, en los últimos días había afirmado que tenía derecho a entrar en la capilla Sixtina con otros cardenales el 7 de mayo.
El martes, el italiano de 76 años emitió un comunicado a través de sus abogados que decía: “Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del papa Francisco de no entrar en el cónclave, aunque sigo convencido de mi inocencia”.
Becciu fue en su día un influyente jefe de personal del Vaticano y un destacado candidato a papa. Pero cayó en desgracia en 2020 cuando Francisco le obligó a renunciar a su cargo como jefe de la oficina de canonización del Vaticano y a sus derechos como cardenal debido a acusaciones de mala conducta financiera.
Becciu negó haber cometido irregularidades, pero fue juzgado en el tribunal penal del Vaticano y condenado por cargos relacionados con finanzas en diciembre de 2023. Ha apelado la condena y la sentencia de prisión de 5 años y medio y había participado en las reuniones previas al cónclave, incluso el lunes.
La retirada de Becciu no afecta las estadísticas oficiales del Vaticano sobre el cónclave porque internamente nunca lo consideraron elegible para votar. Quedan 135 cardenales electores, aunque el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó el martes que dos anunciaron formalmente que no asistirían por razones de salud, reduciendo el número de electores a 133.
A los 76 años, Becciu está por debajo del límite de edad de 80 años y técnicamente es elegible para votar, pero las estadísticas oficiales del Vaticano lo clasifican como un “no elector”.
El documento del Vaticano que regula un cónclave, conocido por su nombre en latín Universi Dominici Gregis, establece los criterios para los electores, dejando claro que 80 cardenales menores de 80 años tienen derecho a elegir al papa, excepto aquellos que han sido “canónicamente depuestos o que con el consentimiento del Romano Pontífice han renunciado al cardenalato”. Añade que después de la muerte de un papa, “el Colegio de Cardenales no puede readmitirlos ni rehabilitarlos”.
Nunca ha habido claridad sobre a qué renunció exactamente Becciu o cómo lo hizo: la declaración de una línea emitida por la oficina de prensa del Vaticano el 24 de septiembre de 2020 decía simplemente que Francisco había aceptado la renuncia de Becciu como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos “y sus derechos conectados al cardenalato”. No hay indicios de que haya sido sancionado canónicamente.
El diario italiano Domani informó la semana pasada que durante las discusiones iniciales previas al cónclave, a Becciu se le presentaron dos cartas firmadas por Francisco antes de morir, indicando que no debería participar en el cónclave. La referencia de Becciu a la voluntad de Francisco en su declaración del martes sugiere que las cartas fueron el punto de inflexión que lo convenció de retirarse de la votación.
Becciu ganó relevancia y poder durante el pontificado del conservador Benedicto XVI y está muy afiliado a la vieja guardia conservadora del Vaticano. Aunque inicialmente se convirtió en un asesor cercano del papa Francisco, la posterior caída de Becciu a manos de Francisco podría sugerir que votaría por alguien dispuesto a deshacer algunas de las reformas de Francisco.
Después de forzar la renuncia de Becciu, Francisco lo visitó en ocasiones y le permitió participar en la vida del Vaticano. Pero Francisco también cambió la ley del Vaticano para permitir que el tribunal penal de la ciudad-Estado lo procesara.
Mientras tanto, las preguntas han continuado girando en torno a la integridad del juicio que condenó a Becciu y a otras ocho personas. Durante el proceso, el tribunal escuchó que Francisco intervino en varias ocasiones en nombre de los fiscales y que el testigo principal de la fiscalía contra Becciu fue entrenado y manipulado por personas externas.
Los abogados defensores descubrieron que el papa había emitido en secreto cuatro decretos durante la investigación para beneficiar a los fiscales, permitiéndoles realizar intercetapciones y detener a sospechosos sin una orden judicial.
Los abogados protestaron, argumentando que tal interferencia por parte de un monarca absoluto en un sistema legal donde el papa ejerce el poder legislativo, ejecutivo y judicial supremo violaba los derechos fundamentales de sus clientes y les privaba de un juicio justo.
El tribunal rechazó sus objeciones, pero en las últimas semanas ha surgido aún más evidencia sobre la manipulación externa del testigo y la aparente colusión con los fiscales y gendarmes del Vaticano para apuntar a Becciu.
Está previsto que la apelación comience en septiembre.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.