Nigel Farage quiere transformar la política británica; enfrentará una prueba clave esta semana

El líder de Reform UK, Nigel Farage, muestra un modelo a escala de un tanque británico que le obsequiaron en la campaña con la candidata a alcaldesa de Reform UK, Andrea Jenkyns, en Scunthorpe, Inglaterra, el martes 29 de abril de 2025. (AP Foto/Darren Staples)

El líder de Reform UK, Nigel Farage, muestra un modelo a escala de un tanque británico que le obsequiaron en la campaña con la candidata a alcaldesa de Reform UK, Andrea Jenkyns, en Scunthorpe, Inglaterra, el martes 29 de abril de 2025. (AP Foto/Darren Staples)

SCUNTHORPE, Inglaterra (AP) — Disfrutando de té y pastel bajo el sol primaveral, Nigel Farage irradia ilusión y grandes ambiciones.

El hombre que ayudó a sacar a Reino Unido de la Unión Europea quiere desplazar a los conservadores como el principal partido de derecha del país, desafiar al laborismo de centroizquierda en la búsqueda del poder y, finalmente, llegar a la oficina del primer ministro.

Esta parece una posibilidad remota para el político de extrema derecha, cuyo partido Reform UK ocupa solo cuatro de los 650 escaños en la Cámara de los Comunes. Pero Reform ha crecido en las encuestas de opinión y considera las elecciones locales del jueves en Inglaterra como un punto de inflexión en su búsqueda por transformar la política británica.

“Este es uno de los grandes obstáculos que tenemos que superar de camino a las próximas elecciones generales”, dijo Farage a The Associated Press, refiriéndose a la votación que se avecina, en un café en la ciudad acerera de Scunthorpe. Y cuando llegue esa elección nacional, “tenemos la intención de cambiar completamente la historia británica y ganarla”.

Reform UK en ascenso

Reform obtuvo alrededor del 14% de los votos en las elecciones nacionales del año pasado, pero las encuestas ahora sugieren que su apoyo iguala o supera al del gobernante Partido Laborista y al de los conservadores de la oposición.

El partido combina los temas políticos de Farage —fortalecer las fronteras, frenar la inmigración— con políticas que recuerdan a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Farage dice que planea “un DOGE para cada condado”, inspirado en la controvertida agencia de recortes de gastos de Elon Musk.

“Tenemos un plan”, señaló Farage. “Traes a los auditores, descubres por qué se gasta todo este dinero en consultores y trabajadores de agencias, terminas con el trabajo desde casa —bum, se acabó, está hecho, se ha terminado”.

El partido atrae a muchos votantes de clase trabajadora que antes apoyaban al laborismo, y a los conservadores sociales que durante mucho tiempo se sintieron atraídos por los tories. Algunos conservadores ya sugieren un pacto electoral entre los dos partidos de derecha para las próximas elecciones nacionales, previstas para 2029.

Farage se ríe de la idea, diciendo que el Partido Conservador “será tan pequeño para entonces que no importará”.

Su partido tiene impulso, y esto quedó de manifiesto durante el recorrido electoral de Farage en el suburbio de Ashby en Scunthorpe con Andrea Jenkyns, candidata de Reform para la alcaldía de la región de Greater Lincolnshire, en el centro-este de Inglaterra. El jueves, Reform espera ganar la contienda y obtener cientos de escaños en los consejos locales y un legislador en la Cámara de los Comunes.

Varios estudiantes de secundaria se detuvieron para pedir selfies, mientras que el conductor de una furgoneta que pasaba tocó la bocina y gritó: “¡Vamos, Nigel, muchacho!” Farage tiene un nivel de reconocimiento con el que la mayoría de los políticos solo pueden soñar. También cuenta con un grupo de guardias de seguridad sorprendentemente grande para un político británico. En el pasado, le han arrojado un batido y le han lanzado cemento durante la campaña.

Inseguridad económica

Farage encontró apoyo entre los empresarios locales, como la dueña de una panadería, Andrea Blow.

“Los últimos seis meses han sido realmente difíciles para las pequeñas empresas. Todos sienten el apretón”, comentó Blow, mencionando el aumento del costo de ingredientes como el chocolate y la mantequilla, un incremento en los impuestos sobre la nómina para los empleadores establecido por el gobierno laborista, y tiempos difíciles en Scunthorpe, una ciudad que intenta sacudirse décadas de declive postindustrial.

El destino de Scunthorpe está ligado a una enorme planta de British Steel que durante mucho tiempo fue la principal fuente de empleo de la ciudad y que aún emplea a unas 3.000 personas. Su propietario chino, Jingye Group, amenazaba con cerrarla hasta que el gobierno laborista intervino para pagar el suministro de materias primas y mantener los hornos de acero en funcionamiento. El futuro a largo plazo de la planta sigue siendo incierto.

Farage, que durante toda su vida ha defendido el libre mercado, ahora aboga por nacionalizar British Steel con el argumento de proteger los empleos y la seguridad nacional. Los críticos dicen que esa es una prueba de que sus opiniones cambian con los vientos políticos.

Los partidos rivales están preocupados

El ascenso de Reform preocupa a laboristas y a conservadores.

Tim Bale, catedrático de política de la Universidad Queen Mary de Londres, dijo que si el partido de Farage obtiene un resultado fuerte el jueves. ello podría asustar a los laboristas y a los conservadores, obligándolos a endurecer su postura sobre la inmigración y otros temas para intentar “convertirse en una versión ligera de Reform”.

Bale señaló que eso sería un error.

“Si miramos por toda Europa, la idea de que lo mejor es abordar estas insurgencias de extrema derecha copiando algunas de sus políticas y parte de su retórica no se sostiene en la realidad”, dijo. “Si le presentas a la gente una copia, tienden a preferir el original”.

Un político divisivo

Farage es el mayor activo de Reform, pero también es una figura divisiva que ha dicho que muchos migrantes llegan a Reino Unido provenientes de culturas “ajenas a la nuestra”.

Los críticos lo acusan de avivar tensiones al insinuar erróneamente que la policía retenía información sobre un ataque con cuchillo en una clase de baile en el que murieron tres niños en julio. Las falsas afirmaciones de que el atacante era un solicitante de asilo provocaron días de disturbios en toda Inglaterra.

Reform también ha padecido algunas de las luchas internas asociadas con los partidos que Farage lideró anteriormente, UKIP y el Partido del Brexit, aunque ha buscado convertirse en una organización más pulida y profesional.

El estatus de Farage como el partidario más prominente de Trump en Reino Unido también podría resultar contraproducente, ya que las encuestas sugieren que el presidente de Estados Unidos es ampliamente impopular en Gran Bretaña.

Farage se distancia de algunas políticas de Trump, entre ellas, los aranceles comerciales y el deseo de que Estados Unidos convierta a Canadá en su estado número 51.

“Soy amigo suyo, y nuestros intereses son similares, pero no son simétricos”, dijo.

Su argumento de que los objetivos de lograr cero emisiones netas de carbono de Reino Unido son “una locura” también podría limitar el atractivo de Reform para los votantes más jóvenes.

“Son un partido que prospera en la división”, dijo Joe Richards, de 37 años, quien planea votar por los laboristas en Scunthorpe, y añadió que Reform ofrece soluciones simplistas a problemas complejos. “No confío en ellos ni un poco”.

Pero otra residente, la jubilada Tyna Ashworth, de 71 años, dijo que está “dispuesta a darle una oportunidad a Reform”.

“Muchos de los políticos no escuchan... No podrían vivir con mi pensión”, dijo. “He trabajado 50 años para este país, y he trabajado duro. Y creo que merezco poder vivir una vida decente”.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

London correspondent covering politics and more.