Siria aspira a que la energía solar no sea sólo una solución improvisada a su crisis energética
Siria aspira a que la energía solar no sea sólo una solución improvisada a su crisis energética
DAMASCO, Siria (AP) — Abdulrazak al Jenan sacudió el polvo del panel solar en el tejado de su apartamento con vistas a Damasco. La ciudad más grande de Siria estaba prácticamente a oscuras, y los pocos puntos luminosos provenían de otros hogares que podían permitirse pagar páneles solares, baterías o generadores privados.
Al Jenan se endeudó por miles de dólares para comprar su panel solar en 2019. Fue una solución costosa en aquel momento, pero sin ella no podía cargar su teléfono ni utilizar el refrigerador.
Desde hace años, Siria no ha tenido más de cuatro horas de electricidad suministrada por el Estado al día, a consecuencia de la guerra civil de casi 14 años que concluyó en diciembre con el derrocamiento del expresidente Bashar al Assad.
Los nuevos gobernantes sirios esperan que las energías renovables se conviertan ahora en algo más que una solución improvisada. La inversión comienza a regresar al país luego de que Estados Unidos suspendió sus sanciones, y se tienen planeados importantes proyectos energéticos, incluido un parque solar a escala industrial que cubriría aproximadamente una décima parte de las necesidades energéticas del país.
“La solución al problema no es instalar paneles solares en los techos”, le dijo a The Associated Press el ministro interino de Energía, Mohammad al Bashir. “Es asegurar suficiente energía para las familias a través de nuestras redes (energéticas) en Siria. Eso es lo que estamos intentando hacer”.
Restaurar la infraestructura energética existente
Algunas de las labores se centran únicamente en reparar la infraestructura destruida durante la guerra. El Banco Mundial anunció recientemente una subvención de 146 millones de dólares para ayudar a Siria a reparar las líneas de transmisión y las subestaciones de transformadores dañadas. Al Bashir indicó que la infraestructura siria que ha sido reparada puede proporcionar 5.000 megavatios —aproximadamente la mitad de las necesidades del país—, pero la escasez de combustible y gas ha obstaculizado la generación de electricidad. Con la suspensión de las sanciones, ese suministro podría llegar pronto.
Aún más significativo es el hecho de que Siria firmó recientemente un acuerdo energético de 7 mil millones de dólares con un consorcio de empresas de Qatar, Turquía y Estados Unidos. El programa —que se extenderá durante los próximos tres años y medio— desarrollará cuatro turbinas de gas de ciclo combinado con una capacidad de generación total estimada en aproximadamente 4.000 megavatios, y un parque solar de 1.000 megavatios. Esto “garantizaría en términos generales las necesidades” de los sirios, observó Al Bashir.
Si bien Siria se centra inicialmente en reparar su infraestructura existente de combustibles fósiles para mejorar la calidad de vida, ayudar a que las empresas vuelvan a operar y atraer inversores, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó en mayo que el próximo año se desarrollará un plan de energía renovable para el país.
El plan examinará la demanda energética calculada de Siria y determinará cuánto de ella puede provenir de fuentes renovables.
“Dado el papel crucial de la energía en la recuperación de Siria, debemos abordar rápidamente la pobreza energética y acelerar progresivamente el acceso a la energía renovable”, expuso Sudipto Mukerjee, representante residente del PNUD en Siria, en un comunicado en el que anunció el plan.
Las sanciones afectaron duramente a la red eléctrica
Si bien la guerra causó daños significativos a la infraestructura siria, las severas sanciones impuestas por Washington durante las décadas del gobierno draconiano de la dinastía Assad imposibilitaron que Siria consiguiera combustible y repuestos para generar energía.
“Muchas empresas durante el último período nos decían que las sanciones afectan aspectos como las importaciones, la implementación de proyectos, la transferencia de fondos y otras cosas”, apuntó Al Bashir.
Durante una visita a Turquía en mayo, el ministro indicó que Siria sólo podía abastecer unos 1.700 megavatios, poco menos del 20% de sus necesidades energéticas.
Una serie de órdenes ejecutivas del presidente estadounidense Donald Trump levantaron numerosas sanciones que pesaban sobre Siria, con el objetivo de poner fin al aislamiento del país del sistema bancario global, de forma que pueda ser viable de nuevo y reconstruirse.
La ONU calcula que la guerra civil causó cientos de miles de millones de dólares en daños y pérdidas económicas en todo el país. Aproximadamente el 90% de los sirios viven en la pobreza. Comprar paneles solares, generadores privados u otros medios para producir su propia energía ha estado fuera del alcance de la mayoría de la población.
“Cualquier tipo de recuperación económica necesita un sector energético funcional”, apuntó Joseph Daher, economista e investigador sirio-suizo, quien dijo que las medidas provisionales como los paneles solares y los generadores privados eran lujos que sólo estaban al alcance de los pocos que podían pagarlos. “También hay una necesidad de reducir el costo de la electricidad en Siria, que es una de las más caras en la región”.
Los precios de la electricidad se dispararon en los últimos años mientras el país —bajo sus gobernantes anteriores— pasaba apuros por la inflación y reducía los subsidios. Los nuevos funcionarios que heredaron la situación dicen que la suspensión de las sanciones les ayudará a rectificar los problemas financieros y económicos del país, y a proporcionar electricidad suficiente y a un precio razonable lo antes posible.
“La orden ejecutiva elimina la mayoría de los obstáculos para la inversión política y económica en Siria”, expuso Qutaiba Idlibi, quien dirige la sección en el continente americano del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Siria ha estado bajo sanciones impuestas por Washington durante décadas, pero éstas se intensificaron en la guerra, que comenzó en 2011. Incluso con algunas exenciones para programas humanitarios, fue difícil traer recursos y materiales para reparar infraestructura crucial en el país —especialmente el suministro eléctrico—, lo que agravó aún más los problemas de la gran mayoría de los sirios.
Enfoque en la recuperación económica
El levantamiento de las sanciones indica a las empresas estadounidenses que Trump toma en serio su apoyo a la recuperación de Siria, añadió Idlibi.
“En este momento, tenemos una alianza con Estados Unidos como la que cualquier país normal tendría”, mencionó.
Mientras tanto, Al Jenan puede encender sus dos ventiladores en un caluroso día de verano mientras ve las noticias de la tarde en la televisión, en medio de 35 grados Celsius (95 Farenheit) de temperatura. No quiere desprenderse de su panel solar, pero espera que la suspensión de las sanciones finalmente le proporcione a todo el país electricidad sostenible generada por el Estado.
“Al menos podemos saber qué está pasando en el país y verlo por televisión”, señaló. “Realmente estábamos aislados del mundo entero”.
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Chehayeb informó desde Beirut.