Combatientes separatistas kurdos en Irak comienzan a deponer armas en proceso de paz con Turquía

Soldados del gobierno regional kurdo patrullan la zona antes de la ceremonia simbólica de desarme del grupo separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán como parte del proceso de paz con Turquía, el viernes 11 de julio de 2025, en el distrito de Sulaymaniyah, Irak. (AP Foto/Hadi Mizban)

Soldados del gobierno regional kurdo patrullan la zona antes de la ceremonia simbólica de desarme del grupo separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán como parte del proceso de paz con Turquía, el viernes 11 de julio de 2025, en el distrito de Sulaymaniyah, Irak. (AP Foto/Hadi Mizban)

SULAYMANIYAH, Irak (AP) — Combatientes de un grupo separatista kurdo que por décadas ha librado una insurgencia en Turquía comenzaron a deponer sus armas el viernes en una ceremonia simbólica en el norte de Irak, en lo que es el primer paso concreto hacia un desarme prometido como parte de un proceso de paz.

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, anunció en mayo su disolución y el fin al conflicto armado luego de cuatro décadas de hostilidades. La decisión se dio a conocer después que el líder del PKK, Abdullah Öcalan —quien ha estado encarcelado en una isla cerca de Estambul desde 1999— hizo un llamado en febrero pasado a que el grupo convocara a un congreso y se disolviera formalmente.

Öcalan reiteró su exhorto en un mensaje de video transmitido el miércoles en el que afirma: “Creo en el poder de la política y la paz social, no en las armas”.

Docenas de combatientes participaron en la ceremonia

La mayoría de los periodistas no tuvo acceso a la ceremonia del viernes, la cual se llevó a cabo en las montañas fuera de la ciudad de Sulaymaniyah, en la región semiautónoma kurda del norte de Irak.

Imágenes del evento mostraron a combatientes, tanto hombres como mujeres, arrojando fusiles y ametralladoras a un gran caldero, donde luego les prendieron fuego.

El PKK emitió un comunicado de los combatientes que depusieron sus armas, quienes se llamaron a sí mismos el “Grupo de Paz y Sociedad Democrática”, explicando que se habían desarmado “como un gesto de buena voluntad y un compromiso con el éxito práctico” del proceso de paz.

“De ahora en adelante continuaremos nuestra lucha por la libertad, la democracia y el socialismo a través de la política democrática y medios legales”, decía el comunicado.

La Agencia de Noticias Iraquí, operada por el Estado, reportó que alrededor de 30 combatientes participaron en la ceremonia y que “el proceso se llevará a cabo en etapas, en las que un grupo de integrantes del partido entregará sus armas simbólicamente”. Se tiene previsto que el proceso de desarme concluya en septiembre, publicó la agencia.

Un funcionario político kurdo iraquí confirmó la presencia de un representante del servicio de inteligencia turco y representantes del gobierno regional kurdo, el partido Unión Patriótica del Kurdistán de Irak y el Partido de Igualdad y Democracia de los Pueblos, un partido prokurdo en Turquía. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a revelar información.

El presidente del Parlamento turco, Numan Kurtulmus, señaló que el paso inicial de desarme había procedido “según lo planeado”, pero advirtió que el proceso estaba lejos de completarse.

“Aún queda un largo camino por recorrer para recolectar muchas más armas”, dijo Kurtulmus. “Lo que importa es terminar la era armada de una manera que asegure que las armas nunca se vuelvan a tomar”.

El funcionario indicó que el Parlamento turco está a punto de crear una comisión para supervisar el proceso de paz.

Turquía celebra el desarme

En Turquía, Devlet Bahceli, aliado nacionalista del presidente Recep Tayyip Erdogan que inició el proceso de paz, aplaudió la medida.

“A partir de hoy, los miembros de la organización separatista terrorista han comenzado a entregar sus armas en grupos, en lo que representan avances históricos que apuntan hacia el fin de una era oscura”, resaltó Bahceli en un comunicado. “Estos son días excepcionalmente importantes tanto para Turquía como para nuestra región”.

Bahceli, que tradicionalmente ha mantenido una postura dura contra el PKK, sorprendió a todos en octubre cuando propuso ante el Parlamento que a Öcalan se le pudiera conceder libertad condicional si dejaba de lado la violencia y disolvía al PKK.

En una publicación en X, Erdogan escribió que la medida era un “paso importante hacia nuestro objetivo de una Turquía libre de terrorismo”.

El PKK ha librado una insurgencia armada contra Turquía desde 1984, inicialmente con el objetivo de establecer un Estado kurdo en el sureste del país. Con el tiempo, el objetivo evolucionó hacia una campaña por la autonomía y los derechos de los kurdos dentro de Turquía.

El conflicto entre milicianos y fuerzas estatales, que se ha extendido más allá de las fronteras de Turquía hacia Irak y Siria, ha cobrado la vida de decenas de miles de personas. El PKK es considerado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.

Los esfuerzos de paz anteriores entre Turquía y el PKK han terminado en fracaso, el más reciente en 2015, lo que llevó al resurgimiento de la violencia.

Durante mucho tiempo, el PKK ha mantenido bases en las montañas del norte de Irak. Las fuerzas turcas han lanzado ofensivas y ataques aéreos contra el PKK en Irak y han establecido bases en la zona. Decenas de aldeas se han vaciado como resultado.

El gobierno iraquí en Bagdad proscribió el año pasado al grupo, el cual ha estado prohibido durante en Turquía desde hace varios años.

Los kurdos iraquíes desplazados han expresado esperanzas de que este proceso de paz finalmente les permita volver a casa.

Las autoridades han hablado de un proceso de paz de cinco partes con el PKK, siendo la primera fase la iniciativa política lanzada por Bahceli, seguida del mensaje de Öcalan en febrero instando al PKK a abandonar la lucha armada.

Los siguientes dos pasos se centrarán en la reintegración legal de los combatientes del PKK y los esfuerzos de sanación y reconciliación a largo plazo.

Los kurdos se muestran cautelosamente optimistas

Los kurdos en Irak se mostraron optimistas, aunque algunos expresaron su temor a que el acuerdo fracase.

“Esto beneficiará a ambas partes”, declaró Abdulrahman Abbas, residente de la localidad de Dukan, cerca de donde se celebró la ceremonia. “¿Por qué debería continuar este derramamiento de sangre en vano?”.

Un activista político kurdo de Sulaymaniyah, Mohammed Alaa, calificó la medida como un “paso positivo” que “traerá estabilidad en la seguridad del noreste de Siria e Irak”.

“Pero el objetivo es que estos pasos continúen y que Turquía tome la iniciativa de liberar a los prisioneros kurdos”, añadió.

Los funcionarios del PKK han manifestado anteriormente que para continuar con el proceso de desarme, quieren ver que Turquía tome medidas para poner fin al “régimen de aislamiento” impuesto a Öcalan en prisión y permitir la integración de excombatientes en el sistema político.

Bewar Amin Tahir, portavoz de Makhmour, un campamento en Irak para refugiados kurdos de Turquía, expresó su esperanza de que el proceso de paz “abra la puerta al regreso a nuestros pueblos y ponga fin a tres décadas de sufrimiento y penurias”.

Sin embargo, añadió: “El Estado turco también debe adherirse a esta iniciativa... Hasta ahora, este proceso parece proceder de un solo bando”.

Exigió a Turquía que “comience a reformar su Constitución a fin de que los kurdos tengan el lugar que les corresponde”.

Persisten dudas sobre el futuro de los combatientes kurdos en Siria. Turquía considera a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una fuerza liderada por los kurdos y aliada de Estados Unidos que controla gran parte del noreste de Siria, un grupo terrorista debido a su afiliación al PKK.

Las FDS y las autoridades de Damasco acordaron en marzo fusionar las fuerzas kurdas en el ejército nacional —una medida apoyada por Ankara—, pero ambas partes aún no pueden resolver cómo implementar el acuerdo.

Fathallah Husseini, representante de la administración kurda en el noreste de Siria, con sede en Sulaymaniyah, declaró sobre el avance del PKK hacia el desarme: “Apoyamos esta medida, pero no confiamos en que Turquía adopte medidas similares”.

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Qassim Abdul-Zahra reportó desde Bagdad. Abby Sewell, en Beirut, y Suzan Fraser, en Ankara, Turquía, contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.