Trabajadores del Vaticano instalan la estufa donde se quemarán los votos durante el cónclave

En esta imagen, tomada el 28 de abril de 2025 y distribuida por el Vaticano el 3 de mayo de 2025, operarios preparan el interior de la Capilla Sixtina para el cónclave que elegirá al nuevo papa, con el fresco "El juicio final", de Michelangelo Buonarroti, de fondo. (Vatican Media vía AP)

En esta imagen, tomada el 28 de abril de 2025 y distribuida por el Vaticano el 3 de mayo de 2025, operarios preparan el interior de la Capilla Sixtina para el cónclave que elegirá al nuevo papa, con el fresco “El juicio final”, de Michelangelo Buonarroti, de fondo. (Vatican Media vía AP)

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Los trabajadores del Vaticano instalaron en la Capilla Sixtina la sencilla estufa donde se quemarán las papeletas durante la elección del nuevo papa y comenzaron a tomar medidas para impedir cualquier interferencia electrónica con sus deliberaciones, mientras en el exterior continuaban las intrigas para determinar qué cardenales tienen opciones.

La Santa Sede distribuyó el sábado un video con los preparativos para el cónclave que comenzará el 7 de mayo, que incluyeron la instalación de la estufa y de un falso suelo en la Capilla Sixtina, conocida por los frescos que la decoran, para nivelarla. Las imágenes también mostraron a los operarios colocando las sencillas mesas de madera en las que, a partir del miércoles, se sentarán y emitirán sus votos los cardenales, así como una rampa hasta la zona principal de asientos para cualquier prelado en silla de ruedas.

El ingeniero a cargo de las obras, Silvio Screpanti, dijo que los trabajadores también estaban desactivando todos los sensores electrónicos que se han instalado en la Capilla Sixtina en los últimos años para ayudar a proteger sus valiosos frescos. Este trabajo es parte del apagón tecnológico que acompaña a un cónclave para prevenir el espionaje de las deliberaciones secretas y asegurar que los cardenales no tengan contacto con el mundo exterior.

En los próximos días, todas las ventanas del Palacio Apostólico que dan a la Capilla Sixtina serán oscurecidas. En la víspera de la primera votación, se erigirán unos 80 sellos alrededor del perímetro del espacio donde vivirán los cardenales —entre su residencia y la Capilla Sixtina— para mantener alejados a los extraños, dijo Screpanti en comentarios publicados en la página de internet del Vaticano.

El viernes, se vio a los bomberos en el techo sobre la capilla colocando la chimenea que arrojará el humo que indicará si se ha elegido al pontífice.

Todos los preparativos conducen a la solemne ceremonia con la que comenzará el cónclave para elegir al sucesor de Francisco, el primer papa latinoamericano de la historia, quien falleció el 21 de abril a los 88 años.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, desmintió de forma tajante el viernes los reportes que indicaban que uno de los principales candidatos, el cardenal Pietro Parolin, había sufrido problemas de salud a principios de la semana que requirieron atención médica. Las informaciones, que hablaban de un problema de presión arterial, fueron difundidas por la prensa italiana y recogidos por Catholicvote.org, la web estadounidense dirigida por Brian Burch, el elegido por el gobierno de Donald Trump para ser embajador ante la Santa Sede.

Las especulaciones en torno a la salud de los candidatos al papado son un elemento constante de la política y las intrigas del cónclave, ya que las distintas facciones intentan torpedear o impulsar a ciertos cardenales. Francisco vivió esta dinámica en primera persona: cuando los votos se inclinaban a su favor en el cónclave de 2013, un cardenal, sin aliento, le preguntó si era cierto que solo tenía un pulmón, como se rumoreaba. El jesuita argentino contó luego que le dijo que le habían extirpado el lóbulo superior de un pulmón cuando era joven.

Fue elegido poco después.

Bruni confirmó también los nombres de dos cardenales electores que no participarán en el cónclave, que quedará reducido a 133 religiosos, con cuatro más aún por llegar a Roma. Ni el cardenal Antonio Cañizares Llovera —arzobispo retirado de Valencia, España— ni el arzobispo retirado de Nairobi, Kenia, el cardenal John Njue, acudirán al cónclave. Ambos alegaron motivos de salud.

¿Qué ocurre en el cónclave?

El Vaticano dijo el sábado que se pedirá a todos los cardenales que lleguen a la residencia principal del Vaticano, el hotel Domus Santa Marta, o a una residencia adyacente entre la noche del martes y la mañana del miércoles para comenzar su aislamiento. Deben estar en su lugar antes de la misa del miércoles por la mañana en la Basílica de San Pedro oficiada por el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re. Por la tarde, después del almuerzo, procesionarán a la Capilla Sixtina, escucharán una meditación y prestarán juramento antes de la primera votación.

Si ningún candidato alcanza la mayoría necesaria de dos tercios, u 89 votos, en esa primera votación, las papeletas se quemarán y el humo negro indicará al mundo que no hay relevo para Francisco.

Los prelados regresarán a su residencia en el Vaticano por la noche y volverán a la Capilla Sixtina el jueves por la mañana para votar en dos ocasiones por la mañana y otras dos en la tarde, hasta que se encuentre un ganador.

Los preparativos siguen su curso mientras los cardenales se reúnen en sesiones informales y privadas para discutir las necesidades de la Iglesia en el futuro y el tipo de papa que puede liderarla.

El cardenal Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, Argelia, dijo que los cardenales sentían la presión de encontrar un nuevo papa, pero no estaban listos.

“Por supuesto que no nos sentimos listos”, expresó Vesco al llegar a las reuniones a puerta cerrada del sábado. “Porque tenemos que descubrir al que Dios ya ha elegido. Necesitamos mucho más tiempo de oración juntos. Pero estoy seguro de que en el momento adecuado estaremos listos y daremos a la iglesia el papa que Dios mismo quería”.

El cardenal de Singapur, William Goh, quien dio la bienvenida a Francisco en la última parada de su viaje asiático de cuatro naciones el pasado septiembre, dijo que el papa adecuado eventualmente se materializaría.

“Reconocemos el logro (del Papa Francisco) pero ningún papa es perfecto, nadie es capaz de hacer todo, así que encontraremos a la mejor persona para suceder a San Pedro”, dijo.

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La cobertura religiosa de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable del contenido.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.