América Latina y el Caribe mantendrán en 2024 un bajo crecimiento, dice la CEPAL
SANTIAGO (AP) — América Latina y el Caribe mantendrán en 2024 un bajo crecimiento por los elevados niveles de informalidad, las brechas de género y el bajo ritmo de creación de puestos de trabajo, según un informe divulgado el miércoles por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
De acuerdo con el “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024”, las economías latinoamericanas cerrarán el año con un leve crecimiento de 2,2% y una expansión promedio anual de sólo 1% en la década de 2015 a 2024, lo que ha provocado un “estancamiento del PIB per cápita durante ese período”.
Para 2025, la agencia de la ONU proyecta un repunte de 2,4% regional, donde América del Sur crecería un 2,6%; Centroamérica un 2,9% y el Caribe, sin incluir a Guyana, avanzaría 2,6%.
Las cifras indican que “persisten el bajo ritmo de creación de empleo, la elevada informalidad y las significativas brechas de género en los mercados laborales de la región”, indicó la CEPAL.
El bajo crecimiento del PIB también influye en otros indicadores relevantes como la creación de empleo, que se aceleró sólo 1,7% en 2024 —el menor nivel registrado desde la crisis sanitaria, social y económica desatada por la pandemia de COVID-19—.
En cuanto a la tasa de ocupación informal de la región, se prevé que se ubique en un 46,7%, lo que supone una caída de 0,4 puntos porcentuales en comparación con la tasa registrada en 2023. Pese a ello, los países de América Latina y el Caribe aún enfrentan “desafíos significativos en el sentido de formalizar el empleo”, lo que subraya la necesidad de “implementar políticas efectivas que fomenten condiciones laborales más seguras y estables”.
Para enfrentar la “trampa de baja capacidad para crecer” se requiere entonces “aumentar la capacidad de las economías para movilizar recursos financieros de manera efectiva a fin de fortalecer la resiliencia frente a las fluctuaciones económicas”, indicó en una rueda de prensa en Santiago el secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs.
Asimismo, es fundamental “fortalecer la capacidad productiva a mediano y largo plazo, mediante la adopción de políticas de desarrollo productivo orientadas a incrementar la productividad, fomentar la inversión en capital productivo y generar empleo de calidad”, agregó.
En cuanto a la inflación, el informe de la CEPAL indicó que las economías de la región han mostrado una tendencia a la baja después de alcanzar un máximo en 2022 —aún impactadas por los daños causados por la pandemia—.
Desde el 8,2% registrado entonces, la mediana de la inflación regional disminuyó a 3,7% en diciembre de 2023 y, para este año, se estima que continuará reduciéndose hasta llegar a 3,4%.
A fin de revertir el escenario e impulsar a las economías regionales, la CEPAL propuso una serie de medidas fiscales, tributarias y de movilización de recursos, así como una transformación productiva y el fortalecimiento de las finanzas públicas.
Para ello, el reporte identificadó 14 sectores impulsores o transformadores claves, distribuidos entre la industria, los servicios y áreas esenciales para la sostenibilidad.
En el contexto macro, enfatizó que “la reforma de la arquitectura financiera internacional también va a desempeñar un papel central para potenciar la capacidad de movilización de recursos en la región”, lo que exigirá una mayor coordinación regional para incidir en reformas globales que faciliten el acceso a recursos para el desarrollo.