Desde su encierro, Cristina Fernández llama a sus seguidores a organizarse para volver al poder

BUENOS AIRES (AP) — Decidida a demostrar que la prisión domiciliaria por corrupción no la sacará del ruedo político, la expresidenta argentina Cristina Fernández convocó el miércoles al peronismo a unirse para resistir y prometió que volverá al poder en un mensaje dirigido a miles de seguidores que se movilizaron en Buenos Aires para reclamar por su libertad.

“Vamos a volver y además, vamos a volver con más sabiduría, con más unidad, con más fuerza”, dijo la exmandataria (2007-2015) en un mensaje de audio reproducido por grandes parlantes en la histórica Plaza de Mayo, epicentro de una convocatoria bajo el lema “Argentina con Cristina”.

Fue el primer mensaje a sus seguidores desde que la justicia dispuso el martes que debe cumplir bajo arresto domiciliario la condena de seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por corrupción en la obra pública durante su mandato.

“Desde donde me toque estar, desde la trinchera que sea, voy a seguir haciendo todo lo que esté a mi alcance para estar ahí, junto a ustedes, como ustedes siempre han estado junto a mí”, añadió Fernández, en señal de que no está dispuesta a correrse de la escena política pese al encierro en su apartamento en el sur de la capital.

Miles de militantes del peronismo opositor, sindicalistas, integrantes de organizaciones sociales y dirigentes de agrupaciones de derechos humanos se congregaron en la Plaza de Mayo cerrando filas en torno a la líder del peronismo, la principal fuerza de la oposición.

El kirchnerismo, el sector centroizquierdista del peronismo que tiene a Fernández como referente, era el más ruidoso en la protesta en contra de lo que considera una proscripción política de la también exvicepresidenta (2019-2023), quien no podrá competir como candidata a diputada provincial en las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires, como había anticipado.

“Esta protesta es para que las persecuciones políticas se terminen”, dijo a The Associated Press Carlos Graisaro, de 54 años. “A Cristina le pasa lo mismo que a (Juan) Perón (el fundador del partido peronista) y Evita (su esposa). Cuando han hecho cosas por el pueblo, los intereses económicos que se ven resentidos enseguida salen a la carga y como no tienen representación para vencer en las urnas, se manejan de esta manera”.

“Podemos esperar a que Cristina cumpla los cuatro o cinco años de prisión y vamos a luchar para que no sea efectiva esa proscripción y pueda ser candidata. Y si no, va a haber otro compañero candidato. El peor nuestro es mejor que el mejor de ellos”, afirmó el militante.

La sentencia que la condenó fue ratificada en 2024 por la principal cámara penal y la semana pasada por la Corte Suprema, el más alto tribunal del país.

Fernández, de 72 años, fue hallada culpable de administración fraudulenta por irregularidades en 51 procesos de licitación para la construcción de obras viales con fondos públicos en la provincia de Santa Cruz entre 2003 y 2015, periodo que comprende la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007) —difunto marido de Fernández— y su mandato como presidenta. Las obras viales eran sistemáticamente adjudicadas a un empresario allegado.

La exmandataria se refirió a la condena como el colofón de un “proceso judicial infame que se arrastra desde hace años”.

Fernández sostiene que es víctima de una persecución judicial orquestada por sectores conservadores para sacarla del escenario político y que no vuelva al poder cuando, como ella asegura, el modelo de ajuste económico del presidente Javier Milei fracase.

“El verdadero poder económico sabe que este modelo no tiene futuro, sabe que se cae y por eso es que estoy presa”, apuntó.

Y le indicó a sus militantes que “en esta etapa es necesario organizarse para clarificar cuál es el verdadero problema que tiene nuestro país. Es un modelo económico en el que se enriquecen unos pocos... sostenido por un andamiaje judicial”.

Desafiante, la expresidenta afirmó que “pueden encerrarme a mí, pero no van a poder encerrar al pueblo argentino. Los que están asustados son ellos”.

El tribunal que la condenó dictaminó el martes que Fernández debe cumplir la pena en su domicilio, un apartamento en un segundo piso, “salvo en situaciones excepcionales de fuerza mayor” y que no deberá ”adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario”.

En la región, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha respaldado a Fernández. En tanto, el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene pensado visitarla a principios de julio para expresarle su apoyo, anunció a medios de prensa el diputado del Partido de los Trabajadores, Paulo Pimenta, quien arribó a Buenos Aires para sumarse a la movilización. Lula deberá contar con el aval de la justicia argentina para ver a la expresidenta.