El candidato de ultraderecha en Rumanía se enfrentará a reformista proUE en 2da vuelta presidencial

El candidato presidencial George Simion se dirige a sus seguidores por videoconferencia tras el cierre de urnas de la primera ronda de las elecciones presidenciales en Bucarest, Rumanía, el domingo 4 de mayo de 2025. (AP Foto/Andreea Alexandru)

El candidato presidencial George Simion se dirige a sus seguidores por videoconferencia tras el cierre de urnas de la primera ronda de las elecciones presidenciales en Bucarest, Rumanía, el domingo 4 de mayo de 2025. (AP Foto/Andreea Alexandru)

BUCAREST, Rumanía (AP) — Después de ganar con amplio margen la mayoría de los votos en la repetición de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumania, el nacionalista de extrema derecha George Simion se enfrentará dentro de dos semanas a un reformista prooccidental en una segunda vuelta crucial que podría redefinir la dirección geopolítica del país miembro de la Unión Europea y la OTAN.

Simion, el líder de 38 años de la Alianza para la Unidad de los Rumanos, o AUR, superó con creces a todos los demás candidatos en las urnas con el 40,96% de los votos, según datos electorales oficiales, después de que se contaran todos los votos de las elecciones del domingo. En segundo lugar quedó el reformista alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, con el 20,99%.

La segunda vuelta se celebrará el 18 de mayo entre los dos candidatos firmemente antisistema pero ideológicamente opuestos, que han basado sus carreras políticas en criticar a la vieja clase política de Rumania.

Dan, un matemático de 55 años y exactivista anticorrupción que fundó el partido Unión Salvar Rumania (USR) en 2016, se postuló con una plataforma europeísta y dijo a los medios el lunes temprano que “nos espera una segunda ronda difícil, contra un candidato aislacionista”.

“Este fue un proceso democrático que Rumania necesitaba... esto no será un debate entre individuos, será un debate entre una dirección prooccidental para Rumania y una antioccidental,” afirmó. “Hago un llamado a todos los rumanos para que sean parte de esta batalla, y soy optimista de que ganaremos”.

En tercer lugar quedó el candidato conjunto de la coalición gobernante, Crin Antonescu, con el 20,07%, y detrás de él Victor Ponta, que fue primer ministro entre 2012 y 2015, con el 13% de los votos. Elena Lasconi, quien quedó segunda en la primera vuelta del año pasado, solo obtuvo alrededor del 2,6% de los sufragios.

La participación final fue de 9,57 millones de personas, o el 53,2% de los votantes elegibles, según datos de las autoridades electorales.

Las elecciones del año pasado fueron anuladas después de que el ultraderechista Calin Georgescu, un recién llegado a la política, encabezara la primera vuelta, entre acusaciones de infracciones electorales e interferencias rusas, que Moscú ha negado.

La repetición de las elecciones se celebró meses después de que un voto anulado sumiera al país en su peor crisis política en décadas.

Simion, quien quedó cuarto en la carrera del año pasado y luego apoyó a Georgescu, dijo en un discurso pregrabado emitido después de que cerraran las urnas el domingo que “estoy aquí para restaurar el orden constitucional”.

“Quiero democracia, quiero normalidad, y tengo un solo objetivo: devolver al pueblo rumano lo que se les quitó y colocar en el centro de la toma de decisiones a las personas comunes, honestas y dignas”, expresó.

Después de su pobre desempeño en la votación del domingo, Lasconi anunció su renuncia el lunes como líder del partido USR. “Luché con todas mis fuerzas contra un sistema podrido y corrupto que nos ha mantenido cautivos durante 35 años”, afirmó.

“Nuestros esfuerzos deben dirigirse hacia el apoyo a un camino proeuropeo y acelerar la transformación de un sistema que ha demostrado ser disfuncional y no estar en el interés de los ciudadanos”, añadió.

El mandato de presidente dura cinco años y conlleva poderes significativos de toma de decisiones en seguridad nacional y política exterior.

Cristian Andrei, un consultor político con sede en Bucarest, dijo que el resultado del domingo probablemente desencadenará una “crisis” dentro de los partidos tradicionales, y la segunda vuelta enfrentará ideas prooccidentales contra “mensajes más conservadores y patrióticos”.

“Tendremos dos candidatos antisistema, uno que es antisistema con una visión más conservadora de cómo debería avanzar Rumania, y un antisistema prooccidental,” dijo a The Associated Press. “Esto es lo más importante que decir: que será como un movimiento totalmente antisistema en ambos lados del camino”.

En un discurso en el que reconocía la derrota, el candidato de la coalición gobernante, Antonescu, marcó distancias y no respaldó a ninguno de los candidatos de cara a la segunda vuelta, diciendo, que “no fui parte de la coalición”.

“Presenté un programa, algunas ideas, y algunas personas votaron por mí. Les insto a que decidan por sí mismos cuál de los candidatos restantes se alinea mejor con las ideas que propuse,” expresó. “Animo a todos los que votaron por mí hoy a que se presenten y voten”.

La desconfianza en las autoridades sigue siendo generalizada, especialmente para aquellos que votaron por Georgescu, un electorado considerable al que Simion ha buscado atraer.

Simion dijo que su partido nacionalista de extrema derecha AUR está “perfectamente alineado con el movimiento MAGA”, aprovechando una creciente ola de populismo en Europa tras el regreso político del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. AUR saltó a la fama en una elección parlamentaria de 2020, proclama defender la “familia, nación, fe y libertad,” y desde entonces ha duplicado su apoyo.

“El sentimiento antisistema no es como un movimiento anárquico, sino que está en contra de las personas que destruyeron este país,” dijo Simion a la AP días antes de la repetición electoral. “Ya no somos un estado democrático”.