Despiden con honores a tripulante muerta en choque de buque mexicano con el puente de Brooklyn
Despiden con honores a tripulante muerta en choque de buque mexicano con el puente de Brooklyn
XALAPA, México (AP) — América Yamilet Sánchez solía enviarles a sus padres fotografías del mar, de puertos y de ciudades. Pero la noche del lunes la familia recibió su cuerpo en un ataúd. La joven, de 20 años, fue una de los dos víctimas mortales del choque de un buque mexicano con el puente de Brooklyn en Nueva York.
La casa color naranja marcada con el número 10 en la ciudad de Xalapa, en el estado de Veracruz ubicado en el Golfo de México, cambió la alegría por el llanto y las condolencias de seres cercanos. En el transcurso de la noche llegaron poco a poco a esperar su cuerpo, que fue escoltado desde la base aeronaval hasta la casa por personal de la Secretaría de Marina.
Antes de su arribo a Xalapa, Sánchez fue homenajeada y despedida por sus compañeros y profesores en las instalaciones de la escuela naval en el municipio de Alvarado, donde cursaba el último año de la carrera de Ingeniería de Sistemas Navales.
Entre las coronas de flores destacaba una con un listón blanco en la que se leía “Familia Barracudas con amor” enviada por la escuela de natación a la que perteneció por 10 años. Su destreza para nadar la llevó a ser representante a nivel nacional de la escuela naval de nado a mar abierto y ganar varias medallas.
América, como la llamaban, era el orgullo de su familia: la primera mujer militar, estudiante sobresaliente, parte del cuadro de honor y constantemente seleccionada para representar a la institución.
Incluso fue una de las pocas estudiantes elegidas para ser parte del escuadrón que acompañó a la presidenta Claudia Sheinbaum en su toma de poder el 1 de octubre de 2024.
“Era el orgullo, mi niña siempre destacó en todo lo que se proponía”, dijo a The Associated Press Rodolfo Hernández Sayago, tío de Sánchez, al recordar que el año pasado les dio la noticia de que sería parte de los 147 estudiantes seleccionados para la travesía del Cuauhtémoc, que recorrería 22 puertos en 15 naciones.
Para los estudiantes de la escuela naval ser elegido para realizar su último año de la carrera arriba del buque escuela “es un honor”, afirmó Hernández Sayago.
La noche del sábado Sánchez envió sus últimas fotografías por WhatsApp a sus padres, les dijo que los amaba y habló de la felicidad que le causaba poder conocer Islandia, el próximo destino del Cuauhtémoc.
En su casa naranja no se dice mucho sobre las causas de su muerte, pero la información que la familia recibió de las autoridades de Marina fue que cayó de uno de los mástiles que colisionó con el puente.
Subir a los mástiles es una práctica ceremonial para saludar y rendir honores al ingresar o salir de un puerto. “Es una muestra de disciplina, destreza y respeto, común en veleros escuela”, añadió su tío.
Cerca de la medianoche una carroza blanca llegó a la casa de la familia escoltada por altos mandos de la Secretaría de Marina. En la calle decenas de personas hicieron una cadena humana para recibirla con rosas blancas en la mano y las luces de sus teléfonos encendidos.
“Arriba la cadete Sánchez”, gritaban al tiempo que aplaudían el paso del ataúd.
“Me la voy a llevar en el corazón. Mi hija es un orgullo para todo México, para todo el mundo. Gracias a todos por estar aquí acompañándonos”, dijo brevemente a la prensa Cosme Sánchez mientras cargaba en una fotografía de su hija portando su uniforme de gala naval.
“Estoy destrozado, pero vamos a salir adelante. Mi hija fue un ejemplo para todos, ella va ser recordada como ella se merecía”, agregó.